Los mejores restaurantes en Guadalajara

21/08/2025: Pésimo y caro cabrito. Pedí para recoger cabrito para 4 personas y dije que no lo hicieran mucho, nos dijeron que sería medio cabrito y 126 euros. Cuando lo recogimos eran dos trozos del costillar, otros dos trozos muy pequeños y dos patas. Estaba todo quemado, las patas eran negras completamente y el resto de trozos, tan quemado que de la negra piel no salía nada. Era una comida especial y nos quedamos los 4 con hambre, lo sentí además porque quedamos fatal con los invitados. Por 30 euros cada uno, que es a lo que salimos ayer, hoy hemos comido: una sopa castellana, un buen cabrito con patatas, bebida y postre, además, comida caliente, que la de ayer era templada/fría. Muy bonitas las fotos del cabrito de la página, pero si tuvieron buen cabrito algún día, esos tiempos ya pasaron.

21/07/2025: La puesta en escena y el servicio bien. El cabrito no estaba bien hecho y mal presentado. Además muy caro, 16 personas a 60€ cada uno. El pulpo malísimo. Satisfacción mala.

21/05/2025: Comida a la carta seis sobre diez. Servicio sobre diez un cero entramos a las 13,30 y nos pidió la comanda a las 14,25 sin poner ni una cerveza la dueña una persona prepotente.Lo siento por ella pero a nosotros no nos pilla más.

11/08/2025: Tras mucho investigar, he averiguado que han cambiado de dueños y la taberna ya no está abierta. Parece ser que la van a convertir en una vivienda, pero auguran que quizá en el futuro haya botes fríos y bocadillos de panceta.

21/06/2025: Decepcionante trato al cliente: no es obligatorio cenar para ser respetado Mi experiencia: Acudí a este restaurante con la intención de tomar algo de forma tranquila, y desde el primer momento el trato fue decepcionante. Pedí una cerveza, y lejos de recibir una atención cordial, el dueño me hizo sentir incómoda por no pedir cena. El tono fue maleducado y la actitud claramente despectiva, como si mi presencia no valiera la pena por no “gastar suficiente”. Entiendo que los restaurantes viven de las consumiciones, pero una cosa es preferir comensales que cenen y otra muy distinta es faltar al respeto o tratar con desprecio a quien elige consumir algo más ligero. El respeto al cliente no debería depender del importe de su cuenta. Conclusión: No volveré ni lo recomendaré. Hay muchos lugares donde el trato es profesional, amable y el respeto no depende de cuánto dinero gastes. En hostelería, la educación y el saber estar también se sirven en la mesa.