Los mejores restaurantes en Barcelona

09/08/2024: No hay menú, y no hay carta escrita, tampoco se puede elegir el primer plato, que es impuesto. Te recitan la carta,con lo cual no puedes elegir bien y no puedes ver los precios. Además es caro, el vino de la casa, a granel y sin marca alguna, te lo cobran a precio de botella cara de marca. Local muy ruidoso, no se puede conversar si no es a gritos y menos oír.

30/07/2024: Terminamos ahí porque estábamos quedándonos en Santa María del Camí y quedaba cerca para ir a cenar. Por sabor y tamaño, es un sitio muy recomendado! Comimos muy sabrosamente, y las cantidades fueron abundantes! Yo pedí pulpitos a la parrilla e increíble! Hace tiempo que no comía tan rico! Adicionalmente, el pedazo de carne de mi esposo fue tremendo pedazo! Normalmente cuando uno pide carne te dan unas pedacitos pequeños, así que fue una gran sorpresa! Sin embargo, no nos mostraron una factura como tal indicando el precio de lo que comimos, sino que nos dieron un monto final y ya. El monto nos pareció un poco elevado, pero no teníamos manera de cuestionarlo. Aún así, como comimos tan bien y quedamos satisfecho tampoco quedamos con ganas de reclamar. Por otro lado, comimos dentro porque no teníamos reserva y fue un poco ruidoso.

25/04/2025: Cenamos en el Cau del Vinyet, el restaurante anexo a un hotel de 4 estrellas, y lamentablemente la experiencia no cumplió con las expectativas. Si bien el ambiente es elegante y el personal es genuinamente amable y profesional, estos aspectos positivos no fueron suficientes para justificar la experiencia gastronómica en general. El principal problema es el precio: el restaurante es demasiado caro para lo que ofrece. Algunos platos, como el filete, el bacalao y la ensaladilla rusa, estaban bien preparados y eran agradables. Sin embargo, la calidad y el tamaño de las porciones variaron significativamente de un plato a otro, y al mismo tiempo tenían el mismo precio elevado. La paella fue particularmente decepcionante: muy pequeña, cara y sin sabor. Peor aún fue la chuleta empanizada cubierta con queso y jamón, que era prácticamente incomible. Para hacer las cosas más frustrantes, los menús que se muestran en Google están desactualizados, tanto en términos de precios como de opciones disponibles. Lo que más nos molestó, sobre todo como huéspedes del hotel, fue la falta de alternativas para cenar, lo que se convierte en un verdadero problema para las familias con niños. Para un restaurante dentro de un hotel de cuatro estrellas, esperábamos mucha más coherencia, valor y flexibilidad.