Restaurante Santerra en Madrid

Pedimos las famosas croquetas y torreznos y todo delicioso.

Santerra es un auténtico referente gastronómico en Madrid. La experiencia ha sido impecable de principio a fin: un servicio cercano y cuidado al detalle, una cocina que combina tradición y vanguardia con un gusto exquisito, y una atmósfera elegante que invita a disfrutar sin prisas. Cada plato sorprende por su sabor y presentación. Sin duda, un lugar al que siempre querré volver.

Tuvimos la experiencia del menú degustación más largo (Veda Abierta) y el maridaje de vinos. El servicio completo duró poco más de 3 horas. El servicio fue excelente (Maitre D Owen, extremadamente agradable y con quien es fácil trabajar). El ambiente fue encantador; aprecio la cubertería y los muebles, de artesanos españoles. Es interesante que la cocina abierta esté expuesta, en general, no es muy relevante. También cabe destacar que el personal tiene experiencia con el inglés, pero su español es mucho mejor. Tuve un problema con el cargo por servicio, principalmente debido a la barrera del idioma. Quiero abordar una queja común sobre la comida. Disfruto probando cosas nuevas. He estado en muchos restaurantes de alta cocina, con frecuencia en Estados Unidos y Nueva York. En mi opinión, gran parte de la rutina de las estrellas Michelin está pasada de moda. Te sirven el tártaro, la sopa y la demi-glace, el hojaldre y el sorbete, y todos son excelentes, casi perfectos, pero son lo mismo. En Santerra sentí que realmente podía sentir la experimentación. Trucha y rábano picante; ciervo y shiso; Pastel de trucha; para mí, estos son fruto de mi pasión por los sabores españoles, pero en entornos novedosos. Hay algunas combinaciones de salado y dulce, como la piel de pollo crujiente y el parfait, que no estoy seguro de volver a probar. Todavía no estoy seguro de si mi paladar disfrutó de lo que probé, pero disfruté sinceramente la sensación de probarlo por primera vez. Si buscas la comida tradicional, la carta incluye platos estándar. La croqueta de jamón es, como prometieron, espectacular. El ánade real, sinceramente, no me gustó. Seguro que puedes tener infinitas opiniones sobre estos platos. Diré que, si quieres visitar Madrid y salir de allí con una experiencia gastronómica española deslumbrante, debes visitar Santerra.

Los platos estaban divinos y el postre también . Pero los precios un poco excesivos les adjunte la factura .

Visitamos este restaurante y la experiencia fue simplemente fantástica. Los platos me encantaron y me sorprendieron: la mezcla de sabores era espectacular, jugando con combinaciones atrevidas como toques salados en postres o dulces en platos principales, y siempre funcionaba de maravilla. Además, se nota el toque de la gastronomía manchega en los platos, lo que nos gustó muchísimo y les da un carácter único. El servicio fue súper atento en todo momento, y el ambiente, excelente: mesas amplias y bien separadas, silencioso y muy cómodo, lo que permitió disfrutar de cada plato con tranquilidad. En conjunto, una experiencia que recomiendo totalmente: creatividad en la gastronomía, calidad en los productos, un servicio impecable y un espacio que invita a disfrutar con calma. Sin duda, un lugar al que volvería una y otra vez.

Me encanta este sitio las croquetas son de otro mundo, ahora bajo mi punto de vista merece más la pena pedir de carta que menús. Pero es de mis sitios favoritos, merece mucho la pena

Verdaderamente magnífico, cada plato era maravilloso, pero siendo cocina española, en general un poco en el lado pesado. estábamos completamente rellenos de postre. probablemente debería haber ido por el menú degustación más corto! ! ! servicio brillante y tuvimos una comida para recordar

Santerra Restaurante es un establecimiento sofisticado y selecto que ofrece una experiencia culinaria excepcional en la Calle del General Pardiñas. Al entrar, se percibe un ambiente elegante y acogedor donde cada detalle está cuidado. El menú cambia según la temporada y siempre sorprende por la creatividad de sus platos. Los entrantes destacan por la frescura de los ingredientes y el equilibrio de sabores, y los principales combinan técnicas modernas con recetas tradicionales. El servicio es amable y profesional, siempre dispuesto a aconsejar maridajes con su cuidada selección de vinos. En resumen, es un lugar ideal para disfrutar de una comida o cena memorable, con una relación calidad‑precio adecuada y un entorno que invita a volver.

Se han pasado con los precios. Croquetas muuuy ricas, pero 18€ por 6 croquetas pequeñas.... No tenían ningún vino de Rueda. Y, a 6€ cada copa de Albarño (del montón). Ahí os dejo la factura para que juzguéis.

Verdaderamente magnífico, cada plato era maravilloso, pero siendo cocina española, en general un poco en el lado pesado. estábamos completamente rellenos de postre. probablemente debería haber ido por el menú degustación más corto! ! ! servicio brillante y tuvimos una comida para recordar