Restaurante La Atalaya del Tastavins en Monroyo

Es un lugar privilegiado, en una ubicacion bellisima. Un entorno para relajarse y conectar con la naturaleza. La atencion personal, exquisita.

Un lugar ideal para celebrar cualquier evento, por pequeño que sea. Tiene unas vistas magníficas y unas instalaciones increíbles. Totalmente recomendable para desconectar y relajarse en medio de la naturaleza.

El servicio muy atento. La comida riquisima!

Magnífica experiencia, todo perfecto. Gracias a Pamela y la chef Sonsoles por el trato recibido, al igual que la comida. Volveremos sin duda.

Una experiencia fantástica. El lugar maravilloso, Pamela muy amable y la comida del chef Lazar de 10. Parada obligada en Matarraña.

Una gran comida del chef Lazar, y un servicio muy atento de Pamela. En un entorno privilegiado con unas grandes vistas.

Vistas espectaculares y comida excepcional, especialmente el ternasco de Aragón

Muy bien todo 👌 Nos atendio muy bien Pamela y la comida muy buena. El espacio con unas vistas del Matarraña fantanticas,un lugar fantastico.

Ni mucho menos cumplió las expectativas. Comida con presentación diferente; pero nada de especial. Menestra diferente y correcta; pero nada más. Fessols justitos. Calamar correcto; pero hasta ahí. Chuleta de cerdo en su punto; pero fría, las hierbas apenas le aportaban nada. Los postres bien, sin más. El camarero, muy amable, desaparecía de vez en cuando ( debía estar el solo ). Por ese precio, la calidad y el servicio deberían ser otros. Eso sí, el enclave y las vistas espectaculares.

Empecemos por el resumen.. ¡Una excelente experiencia gastronómica! De entrada, cabe destacar que tanto el restaurante propiamente como su entorno son maravillosos; pero es que la verdadera sorpresa es su deliciosa gastronomía. De la mano del chef Eduardo Hernández, se ofrecen 3 posibilidades diferentes de menús y también carta abierta, llena de posibilidades: entrantes, ensaladas, carnes y pescados... Y un ternasco sublime que no os dejará en absoluto indiferentes. Guardad un pequeño espacio para los postres, que también se lo merecen! Con una buena atención por parte del personal de sala, es un sitio emblemático y muy recomendable. Imprescindible reservar por adelantado