Nanako en Madrid

No soy de poner 5 estrellas a casi ningun restautante, pero si pudiera, este tendría 10. Este restaurante de fusión japonesa y brasileña es una experiencia única. Probamos el menú degustación del chef, que cambia constantemente, y cada plato fue una sorpresa deliciosa, con combinaciones innovadoras y sabores perfectamente equilibrados. A parte de que no sales como si hubiera comido por 10 días. La calidad de los ingredientes es excepcional, y la creatividad en la presentación demuestra el cuidado en cada detalle. Además, el personal es increíblemente amable y hace que la experiencia sea aún más especial. Si buscas una propuesta gastronómica diferente, llena de sorpresas y con un toque de originalidad, este lugar es imprescindible. Sin duda, volveré para descubrir más.

Me encantó! Recomiendo los nigiris y las gyozas!

Todo espectacular. Encantadores, el servicio impecable y la comida insuperable

Me encantó, un sitio acogedor y la comida estaba deliciosa, volveré sin duda 👍🏽

Siempre perfecto. Un chef talentoso que consigue bocados muy originales pero equilibrados, sin estridencias. Destacaría sobre todo los cortes de pescado, con producto de diez, muy bien cortado y perfectamente atemperado. Por ponerle un pero, la climatización es mejorable. Actualmente es mi restaurante favorito en Madrid con cocina asiática.

Muy recomendable Local pequeño, tranquilo y con una comida de 10. Para ocasiones especiales🥰

Sin duda el mejor restaurante de comida japonesa fusión que he comido en mi vida.Alucinante!.Con muchísimas ganas de volver.

¡Fue una experiencia maravillosa! La fusión de la comida japonesa y brasileña se realizó con mucha habilidad. Probamos la experiencia omakaze y la recomendamos encarecidamente. La selección de platos no dejó de sorprendernos (incluso hubo barbacoa con farofa) y salimos bien servidos. ¡El vino y el sake también dejaron mucho que desear! Estamos muy agradecidos por el hermoso servicio también, ¡el camarero no solo es lindo!

Voy a menudo. Ariel y su equipo te hacen pasar una comida realmente mágica, tanto por lo que comes como por el trato.

Repetimos después de algo más de un año. Pedimos gyozas de gambas y salsa de “Moqueca” de entrante, y varios nigiris y uramakis, además del postre (para mí, de lo mejor), mousse de maracuyá. La calidad del producto se nota. El servicio de 10, a excepción de uno de los camareros que parecía bastante perdido, que más que ayudar, molestaba, quedándose de pie al lado de nuestra mesa y sirviéndonos agua en los vasos sin preguntar (?). Nada que ver con el chef y con el resto de camareros, con una atención buenísima, como es de esperar en un sitio como este. Si tengo que poner una pega, al pedir la selección del chef de nigiris, la mayoría llevaban algo que picaba bastante, y a la gente que no tolera mucho el picante podría arruinarle un poco el plato. Mención especial a los nigiris de salmón a la brasa con cebolla quemada. 10/10. La cena al completo es una experiencia.