Nanako en Madrid

Muy buena comida, trato excelente y el sitio es idílico. Lo recomiendo

Pedimos de carta, ya que aunque ofrecen menú del día por 29€ no te indican que incluye. Nos gustó todo lo que pedimos: uramaki gamba crujiente robata de pulpo (espectacular) Nigiris probamos el de vieira, salmón y atún con tuetano. curry de langostinos. Salimos a 40€ pp bebiendo agua. Personal muy amable

Pedimos de carta, ya que aunque ofrecen menú del día por 29€ no te indican que incluye. Nos gustó todo lo que pedimos: uramaki gamba crujiente robata de pulpo (espectacular) Nigiris probamos el de vieira, salmón y atún con tuetano. curry de langostinos. Salimos a 40€ pp bebiendo agua. Personal muy amable

Me encanta venir a Nanako y poder comer platos japoneses con toques brasileños. Una combinación sorprendente.

Menú degustación me encantaron todos los platos. Muy original. Volveré

Sitio muy cozy pero la comida es muy básica

Al entrar, el ambiente presagia una buena cena: la barra de sushi con el chef preparando sus platos, luz ténue, sonido bajo. Nos sentamos y elegimos los platos con ayuda del camarero. Y llega el primer entrante: edamames salteados. Muy buenos. Pasan 20min hasta el siguiente entrante: una gyozas de shitake y gambas, buenas pero sin mucha potencia de sabor. Ahora, 20min más hasta el siguiente: uramaki de gamba crujiente y tobico. Correcto, sin más. Y a partir de ahí 30-40min más, casi habiendo hecho la digestión de los primeros, hasta que empieza a salir los demás platos - Nigiris: de salmón a la brasa con cebolla quemada (literal, quemada, que daba un sabor bastante raro al plato); de anguila (exquisito); de lubina acevichada (sólo sabía a wasabi); de atún con tuétano (muy muy rico) - Robata: brocheta de ternera (muy seca y totalmente sosa); y de panceta (muy rica, tierna y poco grasa) En general, la comida buena, pero poco sorprendente y sin cumplir con la exquisitez que prometen; que sumado a la larga espera sin ningún tipo de explicación y el precio por persona (45€ sin postre ni vino) hace que la sensación final de la cena no sea la esperada. No repetiría.

Increíble servicio y comida, ingredientes frescos y de alta calidad.

La comida ha sido muy buena y el ambiente tambien. Productos de calidad. El servicio en sala ha sido inmejorable, mucha amabilidad y disponibilidad.

Repetimos después de algo más de un año. Pedimos gyozas de gambas y salsa de “Moqueca” de entrante, y varios nigiris y uramakis, además del postre (para mí, de lo mejor), mousse de maracuyá. La calidad del producto se nota. El servicio de 10, a excepción de uno de los camareros que parecía bastante perdido, que más que ayudar, molestaba, quedándose de pie al lado de nuestra mesa y sirviéndonos agua en los vasos sin preguntar (?). Nada que ver con el chef y con el resto de camareros, con una atención buenísima, como es de esperar en un sitio como este. Si tengo que poner una pega, al pedir la selección del chef de nigiris, la mayoría llevaban algo que picaba bastante, y a la gente que no tolera mucho el picante podría arruinarle un poco el plato. Mención especial a los nigiris de salmón a la brasa con cebolla quemada. 10/10. La cena al completo es una experiencia.