Molino de Alcuneza Restaurante en Sigüenza

Volver al Molino de Alcuneza es un valor seguro. Es como preguntar si quieres más a papá o a mamá. Papá es la comida, mamá es el trato. Sobre el primero sobriedad, producto de primera y la elaboración casera, de toda la vida, la que te hace tener una digestión perfecta, la cantidad perfecta, los fondos desgrasados y la armonía en el plato no puede ser mejor. El trato de Fernando y todo el equipo te hace sentir como en casa, alimentar con cariño. No puedo elegir un plato sobre el otro, quizá el ramen sorprende por encima por el fondo, cada cucharada es diferente. Solo estoy esperando volver porque merece la pena ir a comer fuera u sentirte como si te diera de comer tu madre o tu padre. Gracias por todo

Hemos pasado un fin de semana maravilloso con nuestra perrita labradora.El lugar es fantástico y tiene mucho encanto, han cuidado hasta el mínimo detalle. ¡Es una preciosidad! El trato y el servicio exquisito. Están muy pendientes de todo para que tu estancia sea inolvidable. La comida, Fenomenal destacando la altísima calidad y la buenísima elaboración. Es en hotel donde te miman. Muchísimas gracias por todo el cariño recibido y volveremos para revivir otra vez esta magnífica experiencia.

Hotel muy bonito y acogedor, buen servicio y muy buena comida, el restaurante estrella michelin muy recomendable. Se encuentra al lado de Sigüenza y muy cerca de Madrid, ideal para una escapada.

Tenía muy buenas espectativas, y así ha sido hasta que a mitad de comida no nos han servido en 20 minutos, viendo k otros comensales seguían adelante en su menú viniendo más tarde, después nos dicen k ha habido un problema en la cocina , inadmisible en una estrella michelin menú de 125 euros

Experiencia superior. Le ha faltado, por poner alguna pega, disponer de almohadas distintas consistencia y mejorar el control de la temperatura del agua en la ducha. Lo demás, muy difícil de mejorar.

Tuvimos una estancia fantástica en este hotel y, como esperábamos, la cena en el restaurante fue un verdadero placer. El hotel está situado en un pequeño pueblo a pocos kilómetros de Sigüenza. Hay una ruta de senderismo/ciclismo que conecta el hotel con el pueblo y la región circundante, por lo que es un punto de partida ideal para una excursión a pie o en bicicleta. Reservamos una suite, ya que era la única disponible. Era preciosa: distribuida en dos plantas, con una amplia sala de estar/comedor en la planta baja y un dormitorio/baño bien proporcionado con una terraza exterior en la planta superior. La cena fue un auténtico lujo. Me prepararon un menú degustación vegetariano, tan bueno como el que prepararon para mi acompañante omnívoro. Los vinos eran originales, todos de la región, y excelentes. El desayuno también fue un punto culminante. Recomiendo encarecidamente este hotel. Incluso tienen un punto de carga para vehículos eléctricos.

Al lado mismo de Sigüenza, un lugar que transpira paz y buen gusto. Solo pudimos estar una noche, y además un fin de semana de lluvia. Nos quedamos con las ganas de volver y usar la piscina y aprovechar sus jardines. El servicio de 10. El entorno maravilloso. Cenamos de maravilla en el restaurante con 1 estrella Michelín una comida con raíces en la zona y un buen vino. En fin, una experiencia que recomiendo con total seguridad!

Servicio excepcional, cuidan cada detalle para el huésped, como una selección de productos locales en la habitación de cortesía; unas instalaciones modernas, cómodas, y decoradas con mucho gusto pero manteniendo la historia del lugar. La habitación es muy funcional y tiene todo lo que necesitas; completamente insonorizada y con una temperatura perfecta; lo único que le faltaría para que fuera perfecto es una cortina opaca en la puerta de la terraza para que no entre la luz. Por servicio e instalaciones este hotel es un 5 estrellas Gran Lujo. Nos gustó tanto que quisimos quedarnos un día más. El precio puede parecer excesivo (300€ por noche en un superior con terraza), pero merece la pena por el descanso y tranquilidad que se respira y el nivel de detalles y servicio que el personal brinda. Pudimos incluso hacer una noche de observación de estrellas con un guía starlight, una experiencia que por 25€ por persona te permite disfrutar de uno de los poco espacios de luz cero en la península. En cuanto a la comida, el desayuno es espectacular, traído a la mesa y con productos ecológicos y panes y bollería hechos por ellos. Para cenar probamos tanto el restaurante Michelin como el bistró. El bistró tiene un precio un poco excesivo pero la calidad de la comida es muy buena, ya que el chef es el mismo que el del restaurante con estrella Michelin. El restaurante estrella tiene muy buena relación calidad precio, la comida es de calidad excepcional pero le falta un poco de experiencia. El spa se puede quedar un poco pequeño por 65€ (dos personas); echas de menos alguna cascada o chorro cervical pero también es cierto que es muy moderno, limpio, y, lo más importante, de uso privado, con reserva previa; así que también pagas la intimidad. En resumen, es un hotel con precio excesivo, si, pero que respira descanso y servicio excepcional por todas partes. Para volver sin duda.

Extraordinario menú degustación con ingredientes tradicionales locales y creativos y combinaciones de sabores, uno de los mejores. Los panes están hechos de variedades de cereales viejos y súper especiales. También vale la pena probar vinos locales. Fantástico servicio súper profesional.

Hemos estado en el restaurante y nos ha sorprendido por el encanto y profesionalidad de todo el equipo humano. Además el menú ha sido excelente.