Mesón A' Casiña en Madrid

Son lo que quieres cuando quieres comer bien.

Junto al Botafumeiro, A Casiña es otro de los grandes restaurantes gallegos de la zona. Excelente comida, precios, raciones y sobre todo buen ambiente. Otros lugares de Madrid tienden a ser mucho más ruidosos pero este no es el caso. Recomiendo el codillo a la gallega así como el cabrito al horno... espectacular, especialmente si hay disponible paletilla. La ración de croquetas es maravillosa y a un precio imbatible. Sabor intenso y masa suave... cobertura crujiente. La perfección, oigan.

La comida es extraordinaria y la atención muy correcta y amable

Vamos con frecuencia a este restaurante porque realmente es excelente. La comida está deliciosa y se nota que utilizan ingredientes de muy buena calidad. El queso de cabrales es un imprescindible: ¡hay que probarlo sí o sí! Además, el trato del personal es inmejorable. Totalmente recomendado.

Llegamos a las 16:30, sin reserva y la cocina cerrando... Nos dieron de comer que ya es de agradecer, pero es que además comimos fenomenal, las croquetas,el pulpo,el chuletón, todo espectacular... Además muy buen precio. Un sitio de los que merece la pena ir y de los que tristemente cada vez quedan menos en Madrid

Llevo años viniendo aquí con mi familia, la comida está buenísima, de muy buena calidad y a buen precio. De los pocos restaurantes de barrio que quedan que ofrezcan comida casera así de buena.

Comida casera, tienen menú del día con cinco primeros y cinco segundos, todos muy bien cocinados. Lo aconsejó.

Lugar al que entras y da gusto el olor que desprende, pedimos el menú del dia para llevar. Las croquetas de jamón, de las mejores que me he comido con sus trocitos de jamón, las costillas estaban buenas y las patatas fritas no me gustaron tanto estaban bastante negras.

Viendo las reseñas y lo que me habían comentado, me atreví a pedir pulpo y fabada (sí, fabada en un gallego). El pulpo estaba bueno. Eso sí, el corte casi translúcido y con una cantidad de patata que no le corresponde a un pulpo "a la gallega" (que no "a feira", tengo clara la diferencia), y encima no eran cachelos. La fabada directamente no era fabada: eran judiones gigantes, rollo segoviano, puestos en una especie de bandeja de barro, y el compango no sabía a compango asturiano (los chorizos del norte tienen un sabor muy particular, como la morcilla que se usa por aquellos lares). Y creo que sirviéndolo en plato hondo, con su caldo correspondiente, mejoraría la experiencia. Mis compañeros de mesa tuvieron más suerte con sus platos y comentaron que los pescados estaban buenos. Por último, tampoco me gustó mucho la atención recibida por parte del camarero principal. Hizo un par de comentarios fuera de lugar.

Buenísimo todo lo que pedimos, pulpo, cabrales, verduras en Tempura, las croquetas son para llorar. Y los postres caseros buenísimos.