Lamonarracha en Madrid

30/11/2025: Latasia – Donde vas pensando “a ver qué tal” y sales diciendo “¿por qué no vine antes?” Mira, yo venía con esa actitud de “otro sitio moderno que me van a clavar y ya”. Pues toma bofetada de realidad: comida brutal, de esa que te hace asentir solo, como si entendieras de gastronomía aunque en tu casa quemes las tostadas. El servicio: rápido, simpático y sin ese rollo de camarero–filósofo que te explica hasta el origen espiritual del cilantro. Aquí van al grano, como debe ser. Los platos salen como tortas: — PAM, sabor. — PAM, otro sabor. — PAM, espabila que esto está muy bueno. Fusión bien hecha, sin postureo. El precio… claro que duele un poco, pero también duele el gimnasio y vas igual. Pues aquí lo mismo: dolor rico. ¿Volver? Si no vuelvo me quitan el carnet de persona que come bien. Muy recomendable. Eso sí, reserva. Que luego te quedas en la puerta mirando al interior como si fueras un extra de Los Miserables.

30/11/2025: No es lo que me esperaba. Local pequeño, incluso incómodo por estar todas las mesas muy juntas, lo que no permite la tranquilidad e intimidad que suelo buscar en mis visitas a restaurantes. Sillas que tampoco invitan a permanecer mucho tiempo. No es el típico local bonito con decoración currada, pero depende de lo que busques. Respecto a la comida, tres de los platos que pedimos, de un total de cinco, llevaban la misma salsa: el saam de alitas, oreja de cochinillo, y pulpo con revolconas. Está claro que no supimos pedir bien, pero también hubiese agradecido un "aviso" por parte de quien nos tomó la comanda, porque la misma salsa está bien para una vez, pero tres platos con la misma salsa, de un total de cinco platos, y que encima enmascaraba el sabor del producto, fue demasiado. El pulpo podía haber sido pulpo o ternera, que no lo hubieses distinguido con la salsa. Repito, quizá no supimos elegir, pero salimos con una sensación agridulce, porque la ensaladilla estaba bastante buena y el taco de mogote ibérico nos encantó.