La Cortá en Madrid

Buen ambiente, comida aceptable y precio justo. El camarero marroquí un máquina y muy amable.

Buena calidad precio aunque si se llena mucho hay que tener un poquito de paciencia con el servicio. Lo recomiendo. El ambiente genial.

Tienen muy buenos productos, sobre todo de charcutería, los sobres al vacío de ibéricos loncheados son espectaculares (5€). La atención es buena y el local es precioso, con muchas mesas y espacios donde disfrutar de un buen rato. Lo único malo son los precios de algunos productos, como la tarta de zanahoria (6€), creo que es totalmente abusivo, ni en Serrano te cobran eso. Por lo demás todo bien.

Gran descubrimiento en Madrid , los torreznos a baja temperatura muy buenos ,Ensaladilla rusa excelente y el servicio de matricula de honor sobre todo de la camarera wendy que nos atendió con una sonrisa y muy agradable

Buena comida y bien ambiente. Sin duda repetiría Lo malo es la zona que aparcar está complicado

Muy buen ambiente y los camareros muy atentos. La carrillada y el arroz negro súper recomendable! Volveremos seguro.

Desayuno mediterráneo de café con tosta de jamón rico y económico (3,40€). El ambiente agradable y el servicio muy cercano, de los que te contagian la alegría.

Perdón por este tiempo pero las croquetas no estaban frescas ni fritas. Realmente malo. Bacala demasiado salado, por favor continúa haciendo un trabajo increíble también con estos platos.

Local con ambiente informal, buena estética y buen concepto, pero algo decepcionante. Relación calidad precio aceptable, pero con elaboraciones justitas, buena estética pero en los momentos de alta demanda la calidad y atención del servicio habría que trabajarlo un poco más. Menú diario por 12.95 pero con tiempos dilatados en picos de trabajo, sobre la cena de carta, una larga espera, y de golpe todos los platos a la vez, sin sitio en la mesa, y los platos se quedan fríos, las mesas bajas, excesivamente juntas, lo que obliga a cenar agarrando constantemente la cubitera y los platos para no perderlos al paso de los camareros... algo agobiante la experiencia para mí forma de ver... Entiendo que son meses difíciles, volveremos a intentarlo.

Soy adicto a este lugar, además de hacer gala de la fantástica costumbre madrileña de caña y aperitivo en condiciones y no de un platito de patatas ni que fuéramos catalanes. Sus comidas están ricas , bien presentadas y a un precio razonable. Y lo mejor, su personal, atentos, educado, profesionales como los de antes. ¡Bravo, bravo y requetebravo!. Ah,y a los que os guste ir a desayunar a la cafetería , aquí no os podéis perder su “desayuno ibérico”.