La Cabana en Sigüenza

Fuimos a comer al restaurante. La verdad es que lo recomendaríamos sin duda, aunque hay que tener en cuenta que si se quiere asado hay que encargarlo con antelación. El rabo de toro está buenísimo, también las migas, los espárragos, la ensaña de perdiz, la tarta de queso estaba especialmente rica y la atención de 10. Tuvieron además el detalle de traernos un plato de croquetas especial para los niños…volvemos seguro!

Estuve comiendo un domingo y no me gustó demasiado, puede ser que no supiera elegir pero las mollejas que pedí estaban super fritas y no sabían a nada . Los ajos también estaban quemados. Y los postres no me gustaron nada. Un sitio que no repetiremos.

Restaurante muy confortable , buena gastronomía , precios razonables, buenìsimo trato es imprescindible la amabilidad , entorno de bien interes cultural entre Sigüenza y Atienza. Volveré

El restaurante La Cabaña, muy recomendable, todo exquisito, las judias con oreja, el rabo de toro y la tarta de queso. El trato muy familiar de la dueña y camarera. Volveremos a repetir

Precioso hotel rural, habitaciones limpias, cómodas y bien equipadas, comida tradicional de muy buena calidad, sus asados en horno de leña son insuperables. Lo regentan Ana y su hijo Alberto, que se desviven por hace tu estancia inolvidable, Ana es una mujer increíble, todo amabilidad y cercanía. Buenísima relación calidad precio, nos fuimos con ganas de volver lo antes posible.

Inmejorable, hotel con estupendas habitaciones, magnífico desayuno y una comida tradicional excelente. Las personas que lo llevan Ana y su hijo Alberto son un ejemplo de amabilidad y eficacia. Ana es una persona increíble, nos fuimos con pena y con muchas ganas de volver

El hotel restaurante La cabaña es totalmente recomendable. Las habitaciones son amplias con camas y almohadas muy cómodas, el baño está limpio, tiene un pequeño salón muy confortable donde puedes estar y tomar un café. El desayuno es maravilloso, no es buffet, pero es mucho mejor porque todo está hecho en el momento, café, tostadas,zumo natural, jamón, huevos.... Nosotros hemos estado en invierno y hemos podido disfrutar de la chimenea que hay en el comedor. El restaurante es magnífico, asados en horno de leña , migas, y leche frita y relación calidad precio muy bueno. Quiero destacar la atención de los dueños Alberto y Ana su madre, pendientes de que todo esté bien y de qué nos sintamos como en casa. Te orientan de los lugares a los que podéis ir y te atienden con muchísima amabilidad. Llevábamos coche eléctrico y nos resolvieron para poder cargar. Ana es increíble, gusta hablar con ella, cercana , atenta, inmejorable, nunca nos habíamos sentido tan bien en ningún hotel. Nos vamos con ganas de volver y seguir disfrutando de estos lugares y de este hotel.

Platos sencillos y muy bien hechos. No perderse las migas. Buen servicio

De retorno de Madrid tuvimos el placer de encontrar éste Hotel que nos sorprendió en todo, la atención, el trató, las habitaciones, el entorno y la comida, todo perfecto Cómo seguro que volvemos a Madrid será para segura Y si no volvemos iremos expresamente para disfrutar unos días de descanso y buen comer.

Como profesional del gremio siempre suelo ir con el espiritu critico activado, o lo puedo evitar, y de este restaurante aparte de la calidad de la comiday el buen servicio, me llamo mucho la atencion la figura de la Sra Ana, al parecer la propietaria, una señora mayor, pero con la vitalidad y locuacidad de una joven, departiendo con el comensal y dirigiendo la orquesta con una naturalidad encomiable. Muy recomendable el sitio, y muy agradable constatar q aun quedan profesionales que aman su oficio