Hotel Restaurante Alahuar en La Vall de Laguar

Nuestra estancia en este hotel está superando, con creces, todas nuestras expectativas. Desde el primer momento te invade una sensación de paz que invita automáticamente a dejar atrás las prisas y el estrés del día a día. El entorno es perfecto para desconectar, especialmente si viajas en pareja y buscas reconectar desde la calma, la comodidad y el disfrute. Las instalaciones son impecables: cuidadas al detalle, con rincones que invitan a detenerse, respirar y simplemente estar. La habitación es acogedora y elegante al mismo tiempo, con una cama comodísima y esos pequeños detalles que marcan la diferencia y te hacen sentir mimado sin que resulte artificial. La experiencia gastronómica es, sencillamente, espectacular. Su especialidad son las cocas, con mezclas de ingredientes que sorprenden por su brutal armonía de sabores: cada bocado es una explosión que demuestra creatividad, sensibilidad y un profundo respeto por el producto. Cada comida se convierte en una experiencia que recuerda que comer también puede ser un acto de placer lento y consciente. El resto de la carta no se queda atrás, acompañada por un servicio atento, profesional y cercano. El personal del hotel merece también nuestro reconocimiento: siempre amable, con una sonrisa sincera y la disposición constante a facilitarte la estancia. Se nota cuando se trabaja desde el corazón, y aquí se siente en cada gesto. En definitiva, una de las mejores estancias que hemos vivido: auténtica, relajante, deliciosa en todos los sentidos. Ideal para escaparse con tu pareja y volver a casa con el cuerpo descansado, la mente en calma y el alma bien nutrida. Volveremos, sin duda.

Este es un hotel increíble para parejas. Celebramos nuestro aniversario y un cumpleaños en este fabuloso hotel, y en ambas ocasiones nos regalaron una botella de cava. El personal de recepción fue increíblemente amable (hablaban español e inglés) y nos atendieron de maravilla. En el restaurante, recomendamos encarecidamente las paellas y las cocas.

La realidad supera cualquier expectativa. El entorno es maravilloso y los servicios son fantásticos. La desconexión está garantizada. Se respira paz y las vistas son espectaculares. Super recomendable.

Hemos vuelto por segunda vez.y el nivel sigue siendo el mismo.muy bueno.como decia Arnold en termineitor.VOLVERE.gracias

El hotel genial, el personal un encanto y la comida un 10. Recomendable 100% Ideal para unos días de relax Volveremos!!!!

Fin de semana perfecto, el único pero,es que después de cenar no había ningún tipo de animación

Excelente lugar con vista muy bonitas sobre el valle. Buena comida.

Hotel ubicado en un montículo aislado del pueblo en el que se respira mucha calma, con encanto. Con unas vistas impresionantes al Valle de Laguart para amantes de la montaña y la naturaleza, muy tranquilo, acogedor, con una piscina al aire libre; la amabilidad del personal también cabe destacarla, en recepción nos obsequiaron con una copa de cava de bienvenida. En el restaurante, música ambiental; el primer día nos encantó la comida, tanto en sabor como en la presentación de los platos, cuidando todos los detalles. El buffet también estuvo bien. Pero el día de la salida que era Lunes decidimos comer allí antes de irnos, no sé si cambió el cocinero pedimos "arroz del señorito" aparte de otros platos y no valía nada. Las vistas nos compensaron. Hotel ubicado en un montículo aislado del pueblo donde se respira mucha calma, con encanto. Con unas vistas impresionantes al Valle de Laguart para amantes de la montaña y la naturaleza, muy tranquilo, acogedor, con una piscina al aire libre; la amabilidad del personal también debe destacarse, en recepción nos obsequiaron con una copa de cava de bienvenida. En el restaurante, música ambiental; el primer día nos encantó el menjar, tanto en sabor como en la presentación de los platos, cuidando todos los detalles. El buffet también estuvo bien. Pero el día de salida que era Lunes decidimos comer allí antes de irnos, no sé si cambió el cocinero pedimos "arroz del señorito" aparte de otros platos y no valía nada. Las vistas nos compensaron. Hotel ubicado en un montículo aislado del pueblo donde se respira mucha calma, con encanto. Con unas vistas impresionantes al Valle de Laguart para amantes de la montaña y la naturaleza, muy tranquilo, acogedor, con una piscina al aire libre; la amabilidad del personal también debe destacarse, en recepción nos obsequiaron con una copa de cava de bienvenida. En el restaurante, música ambiental; el primer día nos encantó el menjar, tanto en sabor como en la presentación de los platos, cuidando todos los detalles. El buffet también estuvo bien. Pero el día de salida que era Lunes decidimos comer allí antes de irnos, no sé si cambió el cocinero pedimos "arroz del señorito" aparte de otros platos y no valía nada. Las vistas nos compensaron.

Ayer una vez más fuimos a comer al Rest. Alahuar (4 personas). La comida excelente, el ambiente y el precio insuperable pero lo que más nos gustó fue la atención. Un 10 /10 con mención de honor!

El restaurante del Hotel es grande y hacen varios turnos de cena. El menú tenía muchas opciones de primeros, segundos y postres, a cual más rica. Estuvimos tres noches y probamos casi todos los platos. Te asesoran con las alergias alimentarias y habían varios postres para elegir sin gluten.