He comido comida etíope en todo el mundo (excepto en Etiopía). Me encantó este lugar. A mi madre y a mí nos encantaron los sabores. Para nosotros, este restaurante estaría entre los 5 mejores restaurantes etíopes en los que hemos comido. ¡De verdad, muy rico y fresco! Pedimos su plato de verduras mixtas y su plato combinado de carne y verduras. ¡Y el camarero fue súper amable! Fue muy paciente y se adaptó a nuestro español, que era muy malo.
Lisa Jacobson DVM
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06 Octubre 2025
10,0
Comida riquísima , probamos varios segundos con pan teff , comida abundante y deliciosa , atención de primera por parte del chico que atiende
Mariana San Juan
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05 Octubre 2025
10,0
Comida maravillosa, precio inmejorable y atención impecable. Volveré siempre
Diego Salinas Gardón
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05 Octubre 2025
10,0
La comida rica, el dueño amable y la idromiel top
Alessandro C.
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03 Octubre 2025
10,0
Un pequeño restaurante fantástico. Llevamos años yendo y la comida es fresca y excelente. Los precios también son muy razonables. ¡El mejor lugar para comer cerca del Prado, el Retiro y Atocha!
Jason Flint
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29 Septiembre 2025
10,0
Dueño súper amable, ambiente agradable y una de las comidas etíopes más ricas que he probado. Perfecto después de una visita al Museo Reina Sofía.
Matt Dunn
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28 Septiembre 2025
10,0
Muy rico, vale la pena probarlo. La atención muy buena y todo a buen precio.
Pedimos Alitcha Wot y Tibs. Especialmente el Tibs nos gustó mucho.
Roberto Oriol
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27 Septiembre 2025
10,0
Todo excelente! Lugar amplio, sillas cómodas, atención muy buena y la comida deliciosa, el beyaynetu el mejor plato, variado y todo muy sabroso
Nicolaz David Perez Mesa
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21 Septiembre 2025
10,0
Exelente lugar! Muy buena la comida! Delicioso todo 😋. La atención buena, son personas realmente muy amables. Super recomendado este lugar!
Lorena Martinez
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21 Septiembre 2025
10,0
Hace mucho que no visito mis raíces, pero tener el restaurante Habesha a pocos metros de casa es como abrir una ventana a Etiopía. Entrar allí no es solo sentarse a comer, es volver a sentir que estoy en contacto con mi familia.
Pensaréis que estoy loca pero las paredes hablan. Cada rincón está lleno de decoraciones hechas a mano, piezas que parecen susurrar historias de cada región de Etiopía. Y me pregunto: ¿tendría yo la paciencia y el arte para crear algo así?
La música, siempre presente, te atrapa sin pedir permiso. No sé a vosotros, pero yo como etíope admito que fallé en el movimiento de hombros… hasta que entro en Habesha. Entonces es inevitable: los sonidos de Teddy Afro se me cuelan por las venas y me descubro moviéndo de un lado a otro, con familia o amigos, todos juntos como si fuéramos uno solo.
Y no es necesario que busquemos en ninguna red social a ver cómo se come enjera porque ahí es donde entra Merkebu, el jefe. Él no sirve solo comida. Se toma unos minutos de su valioso tiempo para enseñarte a disfrutar la enjera con las manos, sin prisa pero sin pausa. Un gesto que convierte la comida en cultura, y la mesa en un viaje compartido. Y cada uno lo vive a su manera: unos lo intentan, otros se lo inventan pero todo se acepta.
Porque Habesha no vende platos, ni música, ni café etíope, ni ceremonias… sería injusto decir que lo que allí ocurre se compra o se vende. Lo único que puedo decir es que allí se vive algo
y la oportunidad de descubrirlo no es mía, es vuestra, sentiros viajeros sin moveros, descubrir que a veces lo más lejos se encuentra a la vuelta de la esquina.
Viajar nunca había sido tan barato. En Habesha vuelo cada semana con mis amigos, y siempre aterrizo con ganas de quedarme un poco más.
Y no lo digo solo yo: hablo también por mis colegas que vienen desde lejos —Galicia, Barcelona, Logroño, Zaragoza, León— e incluso desde un lugar del que casi nadie habla en España… una región llamada Murcia (sí, existe).
Si hasta los de Murcia suben a Madrid solo para comer enjera… algo especial pasa aquí.
Este lugar es para personas curiosas, de los que aguantan, de los que viven con intensidad el presente.
Muchísimas gracias M y Y, por acercarnos a Etiopía, por reducir el coste del vuelo y los kilómetros de distancia.
Gracias por permitirnos ser nosotros mismos.
Abebech Paula Cuesta
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17 Septiembre 2025
10,0