DiverXo en Madrid

Antes de nada, voy matizar, que cuando pagas 450 € por un menú, esperas que esté todo a la altura de lo que se paga, y desde luego, si hubiéramos pagado 250 €, sí que tendría la puntuación máxima de la reseña. La comida por supuesto que si ha estado a la altura, de muy alta calidad y muy bien elaborada, con algunos platos sorprendentes y sabores únicos. El vino que nos recomendaron estaba espectacular (bebimos una botella) pero como la comida es muy larga, nos faltó algo de vino y nos pedimos un vino por copas. De este, no pudimos tomar una segunda copa porque se les acabó el vino por copas, que era pinea 17…. primer fallo importante para un sitio con 3 estrellas michelin, no nos avisaron que solo íbamos a poder tomar una copa. Pero para mi, lo peor, sin duda, ha sido que es el único 3 estrellas michelín de los que he estado (y he estado en 5) que el chef no ha saludado. Habiendo 14 o 15 mesas como hay, que no son muchas, no me ha parecido muy correcto por su parte que salude solo a algunas mesas (conocidos?) y a otras no. en general, muy bien, aunque como todo, tiene algunas áreas de mejora … espero y deseo darle 5 la próxima comida !!

DiverXO es caos, teatro y magia culinaria, ejecutados casi a la perfección. Por suerte, conseguimos una reserva, sin saber qué esperar. No es solo una cena: es una mezcla de sabores, texturas y narrativa visual. La mezcla de ingredientes asiáticos con ingredientes locales se sintió tan natural que nos preguntamos si realmente estábamos en Singapur. Los platos desafiaron los límites, pero de alguna manera parecían funcionar. Un agradecimiento especial al equipo de servicio, que de alguna manera mantiene el ritmo de la entrega sincronizada a la vez que se mantiene cálido e ingenioso. No es una experiencia gastronómica tradicional, ni mucho menos. Pero si buscas algo inolvidable, DiverXO es imprescindible.

Es un viaje de sabores y aromas por partes del mundo.

Sin duda, mi restaurante favorito. Nadie es capaz de cocinar con las texturas, sabores y perfección que logra Dabiz en cada plato. He ido en tres ocasiones y siempre me sorprende; cada visita es un viaje diferente gracias a su cocina única. Se nota la influencia de sus recorridos por el mundo, donde recoge ideas, productos y técnicas que luego transforma en un menú irrepetible y lleno de creatividad. La manera en que estructura cada pase es una experiencia sensorial que va más allá de la gastronomía convencional. Además, la selección de vinos es espectacular: variada, equilibrada y siempre pensada para realzar los sabores. Estoy deseando volver para descubrir cuál será su próxima propuesta!

La experiencia No voy a poner muchas fotos para no matar la experiencia al resto. Merece cada minuto que pasas allí! Sabores, texturas, sensaciones… todo se mezcla en un ambiente donde te sientes cómodo y disfrutando al 100% Me ha encantado.

Una experiencia gastronómica única y difícil de comparar. DiverXO no es solo un restaurante, es un viaje sensorial donde cada plato sorprende tanto por su creatividad como por su sabor. La puesta en escena es espectacular y se nota el trabajo minucioso detrás de cada detalle. El servicio es impecable: atento, cercano y siempre dispuesto a explicar cada propuesta. No es un lugar para ir a menudo, pero sí al menos una vez en la vida si amas la gastronomía. Inolvidable.

Comida, servicio, ambiente todo increíble. Una experiencia inolvidable. 100% recomendado. Lastima que te cobren 10 euros por un cafe normal de los de toda la vida. Injustificable.

DiverXO, en Madrid, es pura fantasía culinaria. La cocina de Dabiz Muñoz es provocadora, vanguardista y sorprendente. Cada plato es arte. La espera puede ser larga y el precio alto, pero la experiencia es única e inolvidable

La comida está a otro nivel de todo lo que he probado. La combinación de sabores y de ingredientes que no sabías que existían… las texturas, el trabajo que hay detrás de cada plato… sinceramente es algo difícil de explicar. He leído varios comentarios en referencia a la recepción fría, el chef no sale a hablar contigo, el servicio muy joven y que no está a la altura de la comida, el lugar que no es comparable al de otros estrellas Michelin etc Y es cierto, es verdad que el servicio, aunque amable, no explica los platos como debería, falta un poco del glamour del servicio que hay en los restaurantes con estrella. La localización precisa de ese cambio que el chef lleva tiempo intentando y que es tan difícil de conseguir… Está claro que hay margen de mejora para que sea una experiencia completa. Dicho eso, es que nada se puede poner a la altura de esa comida. Esa comida de verdad que está a otro nivel, es brutal la forma de combinar sabores, algo que no he experimentado a esta altura en ninguno de todos los estrella Michelin que he tenido la suerte de visitar. Está claro que el chef es especial. Yo creo que cuando tengan la nueva localización, donde la parte del entorno se pueda desarrollar y el chef y su equipo se puedan explayar creativamente, la experiencia será mucho mejor, el chef estará más tiempo allí, podrá hablar con los comensales etc. Ahora yo creo que está metido en mil historias, y eso le puede jugar una mala pasada al que va al restaurante a una experiencia que trasciende la gastronomía, sino que busca lo que otros si dan. Estoy seguro que eso (que ya ha existido en Diverxo) volverá con más fuerza y de manera más especial más pronto que tarde. Creo que estaría genial que hubiera la posibilidad de adquirir algo de merchandising, como libros de recetas, las pinzas rojas del chef, un cerdito, cosas así. Volvería una y mil veces, porque lo que está haciendo David es algo que está al alcance de muy pocos y hay que protegerlo y mimarlo.

Que el menú tenga el precio que tiene y que esté justificado, pues sí. Es un espectáculo de platos y sabores. Lo que no se justifica es el precio de las bebidas, es exagerado. El trabajo con el vino y su valoración ya lo hizo un bodeguero. Subir tanto los precios de los vinos es aprovecharse del trabajo de otra persona y es no ser honesto con los comensales que ya están pagando por los platos la valoración de su creador.