DiverXo en Madrid

Estoy agotado de tanto deleite gastronómico durante las últimas tres (ahora cuatro) horas. Algunos menús degustación tienen un plato estrella que te deja sin palabras. Aquí, todos los platos son así. Sin duda, el mejor restaurante de tres estrellas que he visitado. Deja a los demás en ridículo.

Muy innovador, sorprendente y exquisito

Sin duda, la experiencia es inigualable en cuanto a servicio, ambiente y atmósfera; el nivel de creatividad es difícil de superar, la presentación de cada plato era una obra de arte, pero en cuanto al sabor, no nos convenció. Venir aquí era un sueño que teníamos desde hace años, desde que vimos el restaurante en el programa de televisión "No Reservations" hace casi ocho años, y esperábamos quedar impresionados, tener un orgasmo gastronómico; lamentablemente, no fue así. Algunos platos eran simplemente incomibles, y eso que tenemos un paladar muy experimentado y aventurero. El picante de muchos platos era excesivo, algunos eran demasiado ácidos y otros demasiado pesados, grasosos y empalagables. El postre de coliflor era tan malo que sabía y olía a ave; no entiendo cómo a alguien le puede gustar. Jamás permitiría que mis invitados comieran algo tan desagradable. Además, me sentí con muchas náuseas toda la noche y no pude comer nada al día siguiente; así de mal me sentía después de la cena. Estoy muy decepcionada, no solo por el dineral que se gastó, sino también porque podríamos haber disfrutado de una cena mucho mejor en tantos otros restaurantes excelentes en nuestra última noche en Madrid. No puedo decir si lo recomiendo o no, ya que cada uno tiene sus preferencias, pero sin duda no vale la pena ni el tiempo ni el dinero invertido.

DiverXO no es un restaurante al que vas simplemente a comer, sino a vivir algo distinto. La experiencia está muy bien lograda: desde la presentación de cada plato hasta la historia que hay detrás de ellos. Mezclan sabores e ingredientes que jamás habría pensado combinar, pero que funcionan de una forma sorprendente. Probé cosas que normalmente no me habría atrevido a pedir, y terminé disfrutándolas muchísimo gracias al arte con el que están hechas. El servicio es excelente. El equipo está muy pendiente en todo momento y sigue un protocolo muy cuidado que te mete de lleno en la experiencia. Con cada plato te explican los detalles y te entregan una hoja con la descripción y los ingredientes, lo cual añade un toque especial. Si pudiera proponer algo para mejorar, quizá sería hacerlo aún más sensorial: incorporar cambios de ambiente, aromas o sonidos que acompañen la experiencia gastronómica. Los platos son muy visuales y el gusto está, por supuesto, al máximo nivel, pero incluir otros sentidos podría hacerla aún más redonda. En resumen, una experiencia única que realmente vale lo que cuesta. No es para ir todos los días, pero sí para vivir algo inolvidable. Totalmente recomendable.

Visité DiverXO con mi esposo para celebrar nuestro aniversario, y desde el momento en que entramos, el personal nos hizo sentir genuinamente bienvenidos. El ambiente es diferente al de muchos otros restaurantes con estrellas Michelin. Tiene un toque desenfadado, con una decoración llamativa y colores vibrantes que llenan de energía el comedor. Incluso con este enfoque lúdico, el restaurante mantiene una sensación de intimidad para sus comensales y el servicio se mantiene impecable y profesional en todo momento. La comida fue sencillamente extraordinaria. Mi experiencia como comensal asiática, que había echado de menos esos sabores durante mi viaje por España, puede haber intensificado la experiencia, pero eso no le resta mérito a la excelente ejecución. DiverXO fusiona las influencias españolas y asiáticas de una manera ingeniosa, equilibrada y profundamente satisfactoria. Cada plato ofrecía complejidad y creatividad sin resultar pretencioso. De entre los numerosos platos, solo uno no me convenció del todo, lo cual es impresionante dada la amplitud de la carta. En definitiva, DiverXO me brindó una de las mejores experiencias gastronómicas que he tenido. La combinación de una cálida hospitalidad, una energía vibrante y una gastronomía de primer nivel lo convierten en un destino ideal para celebrar momentos especiales.

En general, ha sido una muy bonita experiencia. Es cierto que cuando vas a este tipo de restaurantes, buscas esa perfección, observando hasta los mínimos detalles. En nuestro caso, empezamos muy bien, el equipo de sala que atendía nuestra mesa, excepcional, pero al llegar el momento de los postres, hubo repentinamente, un cambio de personal, mostrando un poco de prisa y sin presentarse prèviamente, supongo que al final, iba llegando la hora del cierre y necesitaban optimizar el tiempo, pero en un lugar así, te sorprendre, ya que los postres los tuvimos que degustar más rápidamente. Por añadir algo más como mejora, en nuestra opinión, había demasiado ruido en cocina y al tener la mesa cerca de ella, aún lo apreciábamos más; pensamos que si la cocina fuera abierta a los comensales, como en otros restaurantes de alta cocina, tal vez ese ruido por los miembros del equipo de cocina, se atenuaría más y evitaría tener que escuchar también, conversaciones fuera de tono. :-) Por lo demás, una experiencia inolvidable: la creatividad y la perfección de los platos, la preciosidad de la vajilla y la cubertería, la simpatía del equipo de sala, la decoración,... Nos quedamos con ganas de conocer y saludar a Dabiz, lo vimos de refilón cuando abrieron la puerta de cocina, pero nos dio apuro preguntar por él e interrumpir. Nosotros vinimos desde Barcelona y valió muchísimo la pena. Nos llevamos un muy buen sabor de boca, ¡própiamente dicho!

Obsceno!! Comería todos los días allí. Y el papel higiénico del baño de cuatro capas!!

¡DiverXO fue extraordinario! Hemos visitado muchos restaurantes de 3 estrellas, y este fue mi favorito. Para mi esposa, fue el segundo o tercer lugar. Ocupan el puesto número 4 en la lista de los mejores del mundo. No entiendo por qué están tan abajo en la clasificación. El año pasado visitamos el número 1 y el número 28, y este los superó con creces, especialmente comparado con el número 1, en todos los aspectos: sabor, innovación, calidez del servicio y ambiente.

Experiencia única. Por una celebración especial con mi esposa, que en absoluto nos defraudó, tanto los platos como la atención del personal, atentísimos. Tras unas breves pero muy claras explicaciones de cada plato (que por cierto no daba la sensación de que estuviese repitiendo lo mismo a todos), llegaba el momento de saborear cada una de las propuestas, acompañadas de una lámina descriptiva. Muy bonita puesta en escena. Muy cómodo y tranquilo. Muy originales los platos, algunos me recordaron a tiempos pasados, cuando la comida tenía sabor y otros a variaciones de lo que he probado en Asia (muchos de ellos con especias asiáticas), pero nada cargantes. Me ha encantado.

La verdad comimos muy bien 4 personas pero es el único 3 estrellas michelin que el chef no pasó por la mesa a saludar. Estaba en el local y es una cosa que en el mayoría de los sitios hacen. Eso sí a famosos y creadores de contenidos si se hace fotos.