Cruda Bar en Madrid

El menú de día, una adaptación de su carta, ha sido increíble. Desde el torrezno, papas arrugas, el puerro, secreto (increíble el punto) y postres (tarta de queso, chocolate negro y mascarpone). A todo esto, súmale un servicio atento. Repetiré sin dudarlo!

Increíble, nos encantó. Vinos muy originales y el servicio excelente

Recomiendo mucho! La comida es súper sabrosa y original, con productos muy frescos. La variedad de vinos, diferentes, distintos, gran experiencia! Lo mejor de todo ha sido el servicio. Mercedes nos ha atendido de manera estupenda, explicándonos sobre cada vino, su historia, sabores, definitivamente ella fue la que hizo única la experiencia. Recomiendo mucho mucho!

Descubrimiento en el barrio! Vinos ricos y trato de 10, eso sí...aunque la comida rica las raciones son MUY ESCASAS para el precio, por favor revisad este tema ya que varios clientes se quejan de lo mismo. EDITO: He vuelto (además de recomendarlo a varios amigos) pero desafortunadamente me fui con mal sabor de boca esta vez. Al llegar la hora de cenar (que mi acompañante estaba mala del estomago) decidimos solo continuar con nuestras bebidas, pues un señor nos insistió varias veces en menos de 5 minutos en que le dejásemos la mesa libre y al final sin terminar de recoger nuestras cosas nos retiro las sillas, nos hizo sentir súper incomodas... así es imposible intentar apoyar a los negocios del barrio ;) Me alegro de que os vaya bien pero por favor no empecéis a tratar a los clientes como ganado

Todo espectacular, desde el diseño del local hasta la carta de vinos atípica, pasando por la excelente cocina y la amabilidad del equipo.

Comida muy buena, el chef es un crack

Teniamos muchas ganas de conocer este sitio. Nos encanto el servicio, los platos y el diseño del local. volveremos

Una propuesta así por la zona es una gozada, aunque creo que merece afinar más. La comida aparentemente prometía en su oferta, pero se fue desinflando la experiencia según salían platos. Los sabores eran planos y las preparaciones pecaban de excesiva sencillez que se quedaba corta o una complejidad que a la hora de probarlo, no se trasladaba a sabor. Respecto a los vinos, fue un big bluff. No dudo que pudieron tener un mal día, simplemente la selección fue mala/errónea y terminamos pagando nosotros. Dicho esto, es un 10 en espacio. Tanto terraza como interior.

Tienen los viernes un menú por 20 euros que merece bastante la pena. Repetiré.

Este sitio es una fantasia. Lo mejor ya no solo es el viaje enológico natural sino la atención recibida que fue otro nivel. Vuelvo cuanto antes 💯💯💯