Bel Mondo en Madrid

El trato a la entrada un poco altivo y no muy bien gestionado. Los camareros y la comida genial.

Estuve cenando con mi pareja por nuestro aniversario. Simplemente, no volveré ni lo recomiendo. El restaurante es muy bonito y pintoresco, pero hay que cuidar muchas más cosas que una simple imagen. Nada más llegar te dicen el número de la mesa y que te dirijas a la primera planta. Una vez allí, no sabes qué hacer o a dónde ir y cuando la camarera te ve un poco perdido es cuando te pregunta el número de mesa que indican abajo. Pedimos una botella de agua y 2 refrescos, nos traen solo el agua y tenemos que repetir a los 10 minutos que faltan los refrescos. La comida sin más, hay restaurantes con la misma calidad o mejor. Las patatas fritas con especias, meras patatas fritas crujientes con un poco de perejil, nada recomendable. Sí recomendaría los postres, por lo menos el helado de pistacho y el tiramisú. Que es reseñable también la tardanza en servirlos, de hecho los pedimos antes que otras 2 mesas y ambas fueron servidas antes que la nuestra. Sin exagerar, casi 15 minutos esperando un postre. Cuando estamos comiendo los segundos, a mitad de los mismos nos preguntan ni nos han cambiado los cubiertos, al decir que no, proceden a ello, lo cual ya no tiene sentido. Eso por no hablar de que nos traen los segundos y los ponen en la mesa sin haber hueco, ya que no se han llevado los entrantes ni los platos, otro gesto feo. Si seguimos con detalles como este, mencionaría que al traer los cubiertos de postre, todos diferentes, cubertería distinta. Pedimos la cuenta y se llevan lo que queda en los platos. No se si entenderlo como un descuido o una invitación para irnos. Mantel y servilletas de papel y no de tela, siendo un servicio de cena en domingo y en la calle Velázquez, por lo menos calidad según lo que se paga. Ese es otro tema a tratar, 1€!! 1€ por pagar la cuenta por la web en vez de molestar a los camareros, en todo caso, habrá que gratificar no molestarles y quitarles el trabajo. También resulta interesante la luz tan tenue para cenar, quizá un poco más de luz quedaría bien, por no mencionar lo juntas que están las mesas, te enteras de las conversaciones del resto de comensales, bastante divertido. Y puestos a mencionar el entretenimiento a bordo del restaurante, resulta curioso ver el espectáculo de cómo un camarero regaña hasta en 3 ocasiones a otro compañero por estar usando el teléfono móvil durante el servicio. Definitivamente, no volveré.

El comentario negativo primero: la limpieza del local, nuestros cubiertos estaban sucios (pedimos otros y nos lo trajeron sin problema). La comida es excelente. Los precios son razonables, incluso se come más barato que en otros sitios de muchísima menos calidad. Los camareros son agradables.

Restaurante italiano 'de moda' en una zona exclusiva de Madrid. Sin embargo, nos sorprenden gratamente los precios, que son razonables. Mencionemos que la comida es buena lo que no arruina una experiencia muy placentera. Personal amable y eficiente y decoración de primera. No te lo pierdas, pero tal vez pienses en reservar.

La comida sabrosa y la atención excelente nos ha atendido gianluca y fue muy simpático y rápido, sin duda volveremos.

El ambiente es increíble, especialmente durante el día. La porción de comida es grande, así que tenga cuidado antes de ordenar, pregúntele al camarero primero.

¡Una experiencia increíble, la comida ha sido increíble al igual que el servicio!

Sitio al que volvería mil veces. Trato increíble y comida deliciosa. La tarta de queso brutal.

Estuve comiendo con mi pareja en este restaurante después de llevar un tiempo queriendo ir. Es un sitio muy bonito, con una decoración muy original, moderna en algunas partes, más clásica en otras. Nosotros teníamos la mesa en un salón-biblioteca. Las mesas no están muy separadas unas de otras, al menos las que están pegadas a la pared con banco corrido. Nos sirvieron unos panes con una salsa tipo alioli como aperitivo, que se cobra pero de puedes repetir tantas veces como quieras. Luego pedimos un principal cada uno, espaguetis a la carbonara (carbomamma) y yo pedí tortelli al fungui. Los espaguetis estaban muy buenos y los tortelli tenían un sabor muy potente a setas. En el postre nos decepcionó que muchos no estaban disponibles, así que pedimos el postre "Dolci &Espresso" que consistía en un trío de dulces: tiramisú, crema catalana y arroz con leche y un café espresso. Estaban bien, aunque la crema catalana parecía tarta de limón. Me gustó porque se servían en unos cuencos con forma de cabeza de animales y me resultó muy original, sin embargo tenían poco fondo y por consiguiente poco postre. La atención fue muy buena, los camareros (que eran italianos) muy simpáticos y atentos. El local tiene muchas escaleras, así que para una persona con movilidad reducida no es cómodo ni accesible (a menos que tengan algún acceso con ascensor que no vi). Un sitio bonito y agradable.

Hemos estado comiendo en familia. La atención es excelente! El lugar agradable. La comida no ha estado mal hemos probado las croquetas, la carbonara, los espagueti en rueda, pizza margarita y todo estaba muy bueno! Pero a destacar la tarta de queso, que delicia!!