27/01/2025: Placer inmediato. Esa es la primera sensación que siento al sentarme en una de las mesas de Entretempo, en Bullas. Ese placer se divide en varios aspectos. Comprobar que un restaurante que lleva funcionando 10 años ha continuado transformándose (es la segunda visita que realizo a este espacio, fue un día entre semana hace algunos años y pude tomar un sabroso menú del día). La pequeña sala presenta todas sus mesas ocupadas. Y el espacio, que tiene dos salas, una para grupos en la para de abajo, con un hermosa bodega que no deja duda sobre la intención de los propietarios de ofrecer una potente, seria y buscada selección de vinos, que no sólo por su atención a los vinos de las D. O murciana, sino a los vinos nacionales y europeos, se presenta como una original y poderosa carta con extraordinarios precios ajustados.
La carta de comida propone diversos elementos para compartir. Pequeños bocados, de precio correctísimo, que termina con dos pescados, bacalao y rodaballo, y cinco carnes. Casi como una pequeña barra donde los domingos se viene a hacer el aperitivo y encontramos un calamar, fresco, bien plancheado, de ternura memorable, que nos regala un viaje a la memoria infantil de los primeros aperitivos que hacíamos en familia. Ahora también incorporan oreja de cerdo y michirones en sesiones nocturnas. Sabores que se pierden y Entretempo quiere rescatar como manera de hacer vivo el fantasma de una España vaciada que destila sus sabores tradicionales sólo en la laguna del pasado.
Para comenzar unos saam de manita de chato y pico de gallo. Tradición y fusión resuelta de manera efectiva.
En calamar a la plancha de notable calidad y frescura, que deja en su sabor un pase por plancha limpia.
La berenjena asada con un lacado de miel de caña , queso de cabra y piñones es un rico tránsito.
Pierna de lechazo al horno a la antígua. Melosa, con sus patatas y su caldo de horneado.
Un variado plato de media razón de quesos donde un Conté, un Gorgonzola y un San Marcelin hacen las delicias de una boca que agradece la maduración de los quesos.
Buenas copas para los vinos. Desde la manzanilla pasada servida en copa, pasando por la copa para el impresionante champagne Ypresien, con un notable retrogusto a fósiles, o la donde se sirve el delicioso tinto Habro, elaborado por Eulogio Pomares en Ribera Sacra.
Buen gusto, servicio delicado, cordial y atento, que de manera sencilla pero repleta de encanto hacen que la comida sea más agradable. Buen ritmo en el servio, lo que hace que la comida se desarrolle sin huecos pese a estar repleto el local.
Quizá habría que buscar un pan que ayudara a completar el circulo de satisfacción. Pues un pan algo impersonal desentonan frente al espíritu que reina en este sincero establecimiento del noroeste murciano.
Muy agradable visita, de una casa que su pretensión es el disfrute, y no juega, en ningún momento de la comida desarrollada en su salón superior, a querer ocupar un lugar que ni le corresponde ni fuerza. Aquí todo resulta sabroso y verdadero. Inteligente y efectivo.
Bien merece un desplazamiento. Dejarse aconsejar por Antonio en cualquiera de las dudas que podamos tener.
Grato. Muy grato el paso por este generosísimo Entretempo..
27/01/2025: Placer inmediato. Esa es la primera sensación que siento al sentarme en una de las mesas de Entretempo, en Bullas. Ese placer se divide en varios aspectos. Comprobar que un restaurante que lleva funcionando 10 años ha continuado transformándose (es la segunda visita que realizo a este espacio, fue un día entre semana hace algunos años y pude tomar un sabroso menú del día). La pequeña sala presenta todas sus mesas ocupadas. Y el espacio, que tiene dos salas, una para grupos en la para de abajo, con un hermosa bodega que no deja duda sobre la intención de los propietarios de ofrecer una potente, seria y buscada selección de vinos, que no sólo por su atención a los vinos de las D. O murciana, sino a los vinos nacionales y europeos, se presenta como una original y poderosa carta con extraordinarios precios ajustados.
La carta de comida propone diversos elementos para compartir. Pequeños bocados, de precio correctísimo, que termina con dos pescados, bacalao y rodaballo, y cinco carnes. Casi como una pequeña barra donde los domingos se viene a hacer el aperitivo y encontramos un calamar, fresco, bien plancheado, de ternura memorable, que nos regala un viaje a la memoria infantil de los primeros aperitivos que hacíamos en familia. Ahora también incorporan oreja de cerdo y michirones en sesiones nocturnas. Sabores que se pierden y Entretempo quiere rescatar como manera de hacer vivo el fantasma de una España vaciada que destila sus sabores tradicionales sólo en la laguna del pasado.
Para comenzar unos saam de manita de chato y pico de gallo. Tradición y fusión resuelta de manera efectiva.
En calamar a la plancha de notable calidad y frescura, que deja en su sabor un pase por plancha limpia.
La berenjena asada con un lacado de miel de caña , queso de cabra y piñones es un rico tránsito.
Pierna de lechazo al horno a la antígua. Melosa, con sus patatas y su caldo de horneado.
Un variado plato de media razón de quesos donde un Conté, un Gorgonzola y un San Marcelin hacen las delicias de una boca que agradece la maduración de los quesos.
Buenas copas para los vinos. Desde la manzanilla pasada servida en copa, pasando por la copa para el impresionante champagne Ypresien, con un notable retrogusto a fósiles, o la donde se sirve el delicioso tinto Habro, elaborado por Eulogio Pomares en Ribera Sacra.
Buen gusto, servicio delicado, cordial y atento, que de manera sencilla pero repleta de encanto hacen que la comida sea más agradable. Buen ritmo en el servio, lo que hace que la comida se desarrolle sin huecos pese a estar repleto el local.
Quizá habría que buscar un pan que ayudara a completar el circulo de satisfacción. Pues un pan algo impersonal desentonan frente al espíritu que reina en este sincero establecimiento del noroeste murciano.
Muy agradable visita, de una casa que su pretensión es el disfrute, y no juega, en ningún momento de la comida desarrollada en su salón superior, a querer ocupar un lugar que ni le corresponde ni fuerza. Aquí todo resulta sabroso y verdadero. Inteligente y efectivo.
Bien merece un desplazamiento. Dejarse aconsejar por Antonio en cualquiera de las dudas que podamos tener.
Grato. Muy grato el paso por Entretempo.