Atrapallada en Madrid

Un arroz negro buenísimo y raciones abundantes! Calidad-precio de 10! Y no hay que olvidarse de los postres, un descubrimiento, repetiré seguro :)

Comida bien. Relación calidad precio un poco caro, pero razonable según precios actuales. Servicio sintiéndolo mucho debo decir que malo. Los tiempos con los primeros entrantes fueron perfectos, pero desde que sirvieron las últimas raciones a compartir y hasta que llegó el arroz pasó una hora (hora y media desde que lo pedimos …). Esto puede ocurrir, pero lo que no puede ocurrir es que no te digan absolutamente nada y no recibas ni una explicación ni una disculpa. No creo que volvamos a visitar el local por la mañana sensación con la que nos quedamos

Visitamos Atrapallada un grupo de cuatro personas con reserva para las 15:15. Llegamos unos 18 minutos antes y, como nuestra mesa no estaba lista, nos sugirieron sentarnos en la barra y pedir bebidas mientras esperábamos (no gratis). Nuestra mesa estuvo lista puntualmente y nos sentaron cerca de una ventana. Sin embargo, la ubicación era un poco incómoda (en un rincón del local), así que no pudimos disfrutar de la vista desde la ventana y, además, nos sentimos un poco fuera de la vista del camarero. El comedor en sí era agradable: limpio, cómodo y con un ambiente agradable. Pedimos paella junto con otros dos platos principales, y aunque la comida estaba buena, no estuvo a la altura de las expectativas. Las sillas de madera empezaban a resultar incómodas a las dos horas, ya que no tenían cojines. El mayor problema fue el servicio. Tuvimos que repetir varias peticiones: una botella de agua que pedimos nunca llegó la primera vez, el pan que nos ofrecieron y aceptamos nunca apareció (incluso cuando casi habíamos terminado de comer) y una recarga de vino para uno de nuestros invitados solo se materializó tras un recordatorio. Estos pueden parecer pequeños errores, pero en conjunto afectaron el ritmo de la velada. Como aspecto positivo, los baños cerca de la entrada estaban limpios y eran de un tamaño cómodo. El restaurante ofrece servicio tanto en el interior como al aire libre; en el interior, la distribución se divide entre una zona más pequeña cerca de la entrada y un espacio más amplio detrás de la barra. En el exterior, noté que usan nebulizadores para refrescar a los comensales, un detalle muy considerado para los días más cálidos de Madrid. En general, los precios me parecieron razonables, pero no pude evitar esperar algo más del servicio dada la reputación y el entorno. Atrapallada ofrece una comida decente en un ambiente agradable, pero una mayor atención a los detalles del servicio habría hecho la experiencia mucho más memorable.

Comimos super bien. Carlos nos hizo sentir en casa, un crack. Gracias! Muy recomendado!

Nos lo recomendaron y nos ha encantado. El servicio amable y rápido, además la comida muy rica Volveremos sin duda

Restaurante honesto. Super agradable, personal con oficio de todo la vida que hace que tu estancia sea de 10. Repetiremos.

¡Exquisito! Fui con un amigo y pedí el chuletón de vaca vieja, que estaba riquísimo y cocinado a la perfección. El ambiente era genial, súper limpio y organizado. ¡Sin duda volveré!

Restaurante de cocina gallega. De los entrantes, las zamburiñas y las alcachofas estaban ricas, pero el pulpo un poco decepcionante. De segundo pedimos merluza y sapito y estaban también bien. De postre, filloas y arroz con leche solo regular. El ambiente algo ruidoso y se echa de menos que, dado el precio, no ofrezcan un chupito después del café. Pagamos unos 60€ por persona.

Fuimos un grupo. La experiencia fue excelente. el menú 7 es el que pedimos. El trato de los camareros excepcional. La calidad de la comida y su preparación, muy buena.

Vamos varias veces durante el año. El servicio es extraordinario, la comida muy buena y el ambiente estupendo. Volveremos siempre! Gracias por todo!