02/11/2025: En general, ha sido una muy bonita experiencia. Es cierto que cuando vas a este tipo de restaurantes, buscas esa perfección, observando hasta los mínimos detalles. En nuestro caso, empezamos muy bien, el equipo de sala que atendía nuestra mesa, excepcional, pero al llegar el momento de los postres, hubo repentinamente, un cambio de personal, mostrando un poco de prisa y sin presentarse prèviamente, supongo que al final, iba llegando la hora del cierre y necesitaban optimizar el tiempo, pero en un lugar así, te sorprendre, ya que los postres los tuvimos que degustar más rápidamente.
Por añadir algo más como mejora, en nuestra opinión, había demasiado ruido en cocina y al tener la mesa cerca de ella, aún lo apreciábamos más; pensamos que si la cocina fuera abierta a los comensales, como en otros restaurantes de alta cocina, tal vez ese ruido por los miembros del equipo de cocina, se atenuaría más y evitaría tener que escuchar también, conversaciones fuera de tono. :-)
Por lo demás, una experiencia inolvidable: la creatividad y la perfección de los platos, la preciosidad de la vajilla y la cubertería, la simpatía del equipo de sala, la decoración,... Nos quedamos con ganas de conocer y saludar a Dabiz, lo vimos de refilón cuando abrieron la puerta de cocina, pero nos dio apuro preguntar por él e interrumpir. Nosotros vinimos desde Barcelona y valió muchísimo la pena. Nos llevamos un muy buen sabor de boca, ¡própiamente dicho!
01/11/2025: Estoy físicamente agotado de haber tenido orgasmos gastronómicos continuos durante las últimas tres horas (ahora cuatro).