Villoldo en Madrid

Relación cantidad/precio baja. Demasiado caro (63 €/persona) para poca cantidad, aunque la calidad es buena

Está bien pero un poco subido de precio

Creo que debo darle otra oportunidad. Desconozco si es por acudir con unas expectativas muy altas en base a comentarios recibidos o por otro motivo sin identificar, pero La verdad es que me fui con un sabor agridulce. Destacar la ensalada de tomate y la tarta de queso.

Siempre nos ha gustado Villoldo por su calidad en general. Sin embargo la última vez observamos que las cantidades en las raciones han disminuido. Más parece que los platos son pequeñas tapas, pero tapas a 32 €. Alguien ha querido optimizar y lo que ha hecho es estropearlo. Los camareros, va por días…….no se si volveremos…..

En su web dicen que son "cocina castellana de siempre". Eso habría que matizarlo porque no es exactamente un restaurante completamente tradicional. Sobre una base de recetas clásicas tienen toques modenos. Está bien en lo que a los platos y su presentación respecta pero no tanto en lo que se trata de cantidad, que resulta un poco escasa. Es un sótano blanco y agradable, aunque tal vez resulten un tanto apretadas algunas mesas. Son muy correctos y agradables y la cocina es rápida. Probamos unas pequeñas pero buenas croquetas. Ricos los tigres, y un tomate muy sabroso aunque yo creo que era medio tomate. Mi acompañante pidió pisto, que fué lo que menos nos gustó, un tanto soso. Y yo probé unas codornices fuera de carta. Muy buenas pero una ración escasa para el precio. Muy buen pan. Los postres excelentes. De precio anda entre 50 y 70 € por persona. Un sitio con una cocina original, aunando modernidad y clasicismo y al que sin duda volveré a ir.

Comida tradicional excelente. Poco más que decir. Producto y buena mano.

Comida castellana espectacular y muy elaborada. El nombre del local, es por un pueblo de Palencia, y su dueña es de allí, por cierto, todo un encanto. El local es pequeñito pero muy acogedor. Nada más llegar tienes en la mesa pan tostado con mantequilla y posteriormente te invitan a una taza de salmorejo con toques de aguacate. Todos los platos estaban buenísimos, pero si tuviera que destacar algo, diría: Menestra de 7 verduras Paletilla de lechazo y cochinillo Tocinillo de cielo No es barato, pero después de probar los platos y la atención del personal me parece más que correcto.

Es un restaurante para volver, para probar más cosas, a destacar guisantes que estaban exquisitos, pimientos asados muy ricos, mollejas también buenas, y ya de postre un helado de leche de oveja que me encantó. Todo rico

Este es un espacio pequeño, íntimo y tranquilo. La gerente (¿podría ser la propietaria?) Fue cálida y acogedora; muy útil con el menú. Muchas opciones excelentes en este menú. Mi esposa y yo compartíamos cada plato, que se repartía en la cocina. Comimos verduras de temporada al vapor, un entrante de champiñones y el excelente plato de cochinello. Todo era fresco y delicioso. Una botella de Rioja de 25 euros para acompañar nuestra comida. El coste total fue de poco más de 100 euros. ¡Volveremos el próximo viaje a Madrid!