Ugo Chan en Madrid

Olé olé y olé ! Una experiencia increíble ! La profesionalidad del servicio, la exquisitez del ambiente , la calidad de los productos y la sofisticación entendible de su propuesta gastronómica, hace de Ugo Chan un referente en el panorama gastronómico . Muy muy recomendable .

Espectacular, local bien no muy grande por lo que no hay mucha distancia entre mesas pero bien decorado. El personal estupendo, los camareros, el sommelier y hasta el propio Hugo super cercanos y a su vez profesionales. En cuanto a la comida excepcional, se nota la estrella michelin en cada plato pero el tomate relleno de atún y el nigiri de foie se llevan la corona. Una experiencia gastronómica obligatoria si pasas o vives en Madrid.

Cenar en Ugo Chan es una experiencia increíble, especialmente si tienes la suerte de estar en el bar. Los restaurantes de cocina fusión se han multiplicado en los últimos años, no siempre con éxito. Este no es el caso aquí, donde los sabores españoles llevados a la cocina japonesa crean platos maravillosos. El servicio coincide con el talento del chef. El sommelier, con una increíble carta de vinos, podrá anticiparse a sus expectativas en tan solo unas catas y proponerle un maridaje único. Rebecca, como conductora en la sala, te hace sentir como en casa.

Segunda vez que vamos, comida muy rica, similar a Kabuki pero con un punto de fusión. Mi favorito los diferentes niguiris y lentejas, al final la cuenta se va a casi 150€ por persona

Espectacular experiencia en Ugo Chan. Pedimos el pase medio, muy bien ajustado. Una maravilla de comida en un entorno muy profesional y una sala y ambiente acogedor. Luego pasamos a probar la coctelería y eso ya nos acabo de enamorar. Hugo es un tipo de los que te lo crees todo. Tiene magia, es cercano, amable y muy buen chef. Un 10 sobre 10.

Una de las mejores comidas que he probado en mi vida, fácilmente mejor que la mayoría de los restaurantes con estrellas Michelin, sin importar cuántas estrellas. Los platos eran inventivos sin ser tontos y celebraban tanto la cocina española como la japonesa. El servicio fue fluido y eficiente (esto último fue particularmente apreciado, ya que estaba cenando solo). Si lo único que hubiera tomado fueran los cócteles, mientras disfrutaba del entorno (incluida una interesante colección de libros al final de la barra) y la música, lo habría pasado genial. Pero la comida estuvo absolutamente deliciosa.

Restaurante de estrella Michelin que se nota en la carta cuidada y en el servicio en todo momento. Imprescindibles las gyozas de callos a la madrileña y el solomillo Wellington de corzo. Gran variedad de nigeris con un toque diferente, a destacar el de foie. Gran carta de vinos tambien. Repetiremos sin duda.

Sensación agridulce. Hacía mucho tiempo que quería probarlo y tenía las expectativas muy altas. Cenamos 2 personas y pedimos a la carta. La comida en general buena. Las gyozas espectaculares, son las mejores que hemos comido nunca. Los nigiris nos parecieron muy standard, en línea (o incluso un pelín más flojos) que los de cualquier japonés medio bueno y esto nos decepcionó. El resto (tartar, lentejas con curry caviar...) estaban buenos aunque ninguno fuera de lo común y son bocados MUY pequeños. En cuanto al servicio estaban un poco desorganizados. Vino una camarera a dejarnos unos platos para empezar y al cabo de 1 minuto otra a recogerlos y cambiarlos por otros. Como nos quedamos con hambre (los platos son muy pequeños), decidimos pedir el temaki y la camarera nos dijo que tardaría más de 15 minutos ya que la cocina estaba ocupada haciendo otro pase del menú. Eso no debería pasar en un restaurante de este calibre. Sin embargo, vio nuestras caras de decepción y al cabo de 15 mins nos trajo un par de temakis como invitación de la casa lo que fue un buen detalle. Lo que destacaría para MUY bien es la coctelería. Te hacen cocktails clásicos y versiones de estos adaptadas a tu paladar. El chico que se encarga es super amable.

Pues exceptuando el lento ritmo del servicio , lo demás en cuanto al local muy bien , y sobretodo la comida , espectular . Decidimos optar por probar todos los niguiros de la carta exceptuando alguno y ser As provee la ensaladilla y las chozas de callos ante la insistencia del camarero , y a pesar que mis hijas eran reacias a probarlas les encantaron Los niguiros son muy buenos , pero mucho mucho El precio 90 por barba

La cosa es que con el tema de las estrellas, una espera tener una experiencia fuera de lo común y la realidad, en mi opinión, es que la rareza, está en conseguirla. Al grano. Bien decorado y sobretodo, distribuido; se agradece el espacio entre mesas. Elegimos pedir a la carta. La calidad del producto no se discute. Se prueban las ostras, los sashimis, distintos nigiris, pero destacan el Tributo a Robuchon y las gyozas de callos. A pesar de que no se escatima a la hora de pedir, las raciones son prácticamente para comer de un bocado y cinco comensales terminamos con hambre y una abultada cuenta que en relación, no satisface.