29/05/2025: ¡Guau! ¿Por dónde empezar? Cenar en Deessa fue inolvidable. Desde el momento en que entramos, nos sumergimos en un ambiente de refinada elegancia y una atención excepcional al detalle. La decoración es impresionante, el ambiente sofisticado pero acogedor, y el servicio impecable: atento sin resultar intrusivo.
Cada plato que probamos fue una obra maestra: el pato, el caviar, la sopa de remolacha, incluso el pan; cada uno con una presentación exquisita y una ejecución impecable. Los cócteles, elaborados con la misma dedicación, complementaron a la perfección la comida.
Sin embargo, lo que realmente marcó la diferencia fue la calidez y la atención del personal. Estábamos celebrando el cumpleaños de mi madre y se desvivieron por sorprenderla con un pastel y flores que hicieron la velada aún más especial.
Deessa no es solo un restaurante, es una experiencia. Atesoraremos esta comida durante mucho tiempo y estamos deseando volver.
17/05/2025: Un bonito entorno tradicional en lo que antes era el Ritz. El servicio también fue muy bueno. Sin embargo, en un restaurante, la comida sigue siendo lo más importante de la experiencia, y para un establecimiento con dos estrellas Michelin, la calidad fue, como mucho, regular, sin nada sorprendente ni memorable. Lo mejor fue el pan, lo cual dice mucho.