Tripea, un destino en sí mismo en Madrid.
Lo alternativo, dentro del Mercado de Vallehermoso, un puesto de venta partido separando la cocina y comedor, una mesa alta continua donde te vas sentando a medida que llegues, distancia correcta con el resto de comensales. Si eliges bien tu posición puedes ir viendo la cocina, pero cuidado la curiosidad acabo con el gato.
También disponen de una mesa para 6 personas
La carta de vinos es alternativa, compuesta por caldos especiales, con matices y profundidad de sabor distinta, hay que dejarse recomendar por su maravillosa sommelier
La comida es un menú cerrado de 8 pases, con la posibilidad de un pase adicional, que es renovado cada 15 meses
Te reciben con maíz frito y una preciosa jarra de agua en forma de pez, y como amuse-voucher sirven un gazpacho con jalapeño y aove, para tomarse una sopera entera.
Como pase adicional se podían elegir dos ostras preparadas de manera diferente, una con ponzu y otra con una cremita de zanahoria con un punto de remolacha, una presentación espectacular, súper recomendables.
Y arrancamos el menú oficial, el primer y único pase de “verduras”es una alcachofa frita con toques de cacahuete, bernesa y cebolla encurtida. Perfecta de punto y súper expresiva.
A continuación empieza la parte que llaman “Cevicheria”, tres platos que son uno tras otro una delicia, con una poderosa potencia de sabor.
Como apertura presentan un “Ceviche de atún carretillero con Gazpachuelo”, mi plato favorito del menú, un punto cítrico perfecto, refrescante, jugoso, el frito está sublime, no se ablanda, perfecto el trato del producto, un 10.
Como entretiempo, Pulpo plancha con Leche de tigre y un crocante de quinoa con un color carmesí precioso. Sin duda el peor plato del menú con un 8/10, en mi opinión un poco pasado de más el punto del pulpo.
Como pase final de este acto nos encontramos con “El clásico de Tripea”, y normal que se haya ganado esa denominación.
Mejillones con leche de tigre de ají amarillo sobre unos noodles con cebolla morada fresca crujiente. Sacamos los mejillones para poder disfrutar de todo a la vez en boca. Decir que la fusión es perfecta se queda corto, con las migas aportando un punto crujiente es sencillamente sublime.
Para continuar esta opera del gusto llegan con los “Dumplings”, dos pases a la vez en una provocativa combinación.
Primero, un Siumai que lo único negativo que se puede decir es que ojalá hubiera dos, perfecta la masa, perfecto el relleno de panceta y las “gotitas” de chalota. Un bocadito di Cardinale que se decía en otros tiempos.
A la vez tenemos el Bao relleno de Lomo Saltado con huevo de codorniz, muy rico, bien de punto y el bao ni seco ni húmedo, como tiene que ser.
Para terminar los actos salados, nos encontramos con “Humo”, una “carrillera guisada y ahumada”, acompañada de puré de apionabo y zanahoria, todos los productos perfectos por separado y una combinación clásica en boca muy agradable.
Está ópera prima termina con su interpretación del arroz con leche (no soy fan generalmente), un plato con una presentación digna de lo más cursi de este país, en tonos rosas y lavandas, con puntos amarillos, creando una imagen preciosa.
El plato está riquísimo, el arroz está inflado y crujiente, la galleta lotus aporta un punto dulce maravilloso y la leche de coco con los jugos de frutos rojos se integra a las mil maravillas.
En resumen, una experiencia espectacular, riquísima, sorprendente y divertida.
Y lo mejor el precio, hay que entender que estamos en un mercado y que detrás tenemos un puesto de venta cerrado, con lo cual si el sitio y el ambiente (aunque estaba animadísimo) son los puntos principales en los que te fijas para una experiencia gastronómica, los 70€ por cabeza incluyendo una ostra por persona y un pisco sour te pueden parecer excesivos.
Si eres como yo y lo que te importa es lo te “llevas al buche” un menú de este nivel, diseñado por el Chef Roberto Martínez Foronda, con 8 pases sin incluir los aperitivos por 65€ es un regalo en la escena gastronómica de Madrid.
No os perdáis este menú!
Guillermo L.
.
22 Enero 2025
10,0
Llevo años intentando ir a este restaurante del que tanto había oído hablar y tengo que decir que me ha gustado, tienen un menu de 6 pases y ostras fuera de carta. Lo que mas me ha gustado han sido sus tres ceviches , también el bao, del cual diría que es el mejor que he probado . Y yo sin ser devota del dulce, me ha emocionado el arroz con leche. Otra recomendación, pedir el pisco. En cuanto al ambiente, tiene su gracia estar dentro del entorno de un mercado y ser mesa corrida. Eso sí no apto para los que premia la intimidad. En resumen lo recomiendo.
Cristina Limonche
.
17 Enero 2025
10,0