Tres Por Cuatro en Madrid

Menú pequeño pero delicioso lleno de pequeñas sorpresas. Hay torreznos que no hay que perderse. La tarta de queso también era divina. Gran carta de vinos y personal super amable.

Me ha encantado todo, el conejo muy rico el atún fantástico la corvina fenomenal y las chicas muy majas, un placer… el sorbete parece una ensalada pero está muy bien recomendable.

Una joya escondida en el corazón del barrio de Salamanca, Tres por Cuatro es uno de esos lugares que conquista desde el primer bocado. La propuesta del chef Álex Marugán mezcla con maestría la tradición española con guiños a la cocina latinoamericana, sin artificios ni pretensiones. El torrezno, icónico y perfectamente ejecutado, marca el tono de una carta breve pero pensada al detalle. El taco de ossobuco pibil es pura poesía culinaria. Cada plato sorprende, no por lo rebuscado, sino por lo bien hecho. Se nota la pasión por el producto y el respeto al sabor. El local es íntimo, con una estética sobria que invita a centrarse en la experiencia. El servicio es atento, cercano y eficaz, sin agobiar. Una visita que se convierte en ritual para quienes buscan algo diferente pero accesible. Tres por Cuatro no es solo un restaurante, es un sitio al que apetece volver. Y volver. Y volver.

Correcto. La verdad es que no hubo nada que nos sorprendiera en exceso. Sitios de este estilo en Madrid hay muchos, típico con platitos pequeños para compartir

Un restaurante agradable con una oferta de platos más reducida que en otros y, por tanto, muy bien cuidada. Todo lo que comimos estaba delicioso. Además, fui estando embarazada y fueron especialmente atentos aconsejando la comida en función de mi circunstancia. Espero que sigan así de bien, son un valor seguro.

¡Gran restaurante! Seleccionado aleatoriamente en Google Maps, ¡mejor de lo esperado! Ambas damas muy amables y serviciales. Noté que varias mesas estaban ocupadas por gente fuera de España, ¡buena señal! ¡La comida era única y exquisita!

¡La comida era increíble y el servicio excelente! También es un restaurante súper lindo y no demasiado grande con un excelente ambiente para una cita nocturna. Las comidas más destacadas fueron el taco, la berenjena ahumada, las vieiras en salsa de aguachile y el pollo asado. El postre estuvo bueno, pero no fue lo más destacado de la comida dado lo buena que fue la cena. El vermú que nos recomendó nuestro camarero también fue maravilloso! Y tenían varias opciones para elegir.

Absolutamente comida de primera categoría a un precio muy razonable. Lo recomendaría altamente.

Después de comer aquí, me pueden llevar al paredón! Este era el tipo de comida que habría pedido si estuviera en el corredor de la muerte como comida final antes de la ejecución. Empezaré con el servicio. Las damas del frente nos cuidaron excepcionalmente a nosotros y a nuestro hijo de principio a fin. Tomaron licencia para proporcionar recomendaciones que simplemente dieron en el acto. El taco de ossobuco fue un gran comienzo de la comida. Cómela rápidamente ya que puede desintegrarse debajo de la tortilla casera. Aunque vale la pena el desastre. Nos sentimos como verduras y no decepcionaron. Primero el plato de berenjena con almendras y la reducción del caldo de verduras. Podría haber tenido esto toda la noche y haber hecho una comida con él. Esto fue seguido por otro plato de verduras cocinado en mantequilla que todavía estoy saboreando. Desearía que platos como este me hicieran vegetariano. Luego vino la corvina en una salsa seca peruana. Estaba muy bien cocinado con una salsa que me llevó a Perú cuando visité por última vez. Nuestro hijo tenía la Lubina. Resultó ser un crítico gastronómico él mismo, le encantó el plato que realmente está diciendo mucho. Para no ser superados, el postre, que desafortunadamente casi siempre decepciona en cada restaurante, vino a terminar el medio con una venganza. No pudimos decidirnos así que comimos media porción del sorbete de aguacate con bayas y flores y media porción del pastel de queso manchego y Camembert. Cada uno gobernaba por derecho propio. El servidor describió el sorbete de aguacate como “brutal” (no significa lo mismo en español que en inglés, así que por favor no traduzcas literalmente) y ella tenía razón. Mi cerebro está tratando de replicar estos platos en mi cabeza para poder aproximarlos a mi familia. Kudos para ellos ya que eso rara vez sucede. Si tan solo produjeran el libro de cocina y me lo pusieran fácil. Gracias por una comida increíble e inspirada. No puedo esperar a volver cuando visitemos Madrid a continuación.

Restaurante de comida casera en el que todo lo que probé está muy bueno, muy buena cocina, carta no muy amplia pero suficiente que cambia continuamente adaptándose al producto de temporada. Servicio correcto, ambiente normal y precio asequible. Para repetir varias veces.