The Westin Palace, Madrid en Madrid

Un ambiente especial acompañado de una excelente comida. Atención extraordinaria. Volveremos pronto

La Cúpula, dentro del Hotel Palace, tiene un ambiente inigualable: elegancia sin pretensiones. No nos sentamos en el restaurante principal, sino que nos relajamos en el bar, lo cual, sinceramente, fue la decisión perfecta. Las chicas compartieron una hamburguesa con papas fritas (que devoraron), mientras yo disfrutaba de un refrescante café expreso. ¿Qué lo hizo especial? El ambiente. Piensen en una imponente cúpula de cristal de 1912, con luz natural que entra a raudales y un pianista en vivo que llena el espacio con melodías suaves y atemporales. Por la tarde, nos trajeron papas fritas de cortesía y unas aceitunas realmente deliciosas; algo inesperado y muy apreciado. Es el tipo de lugar donde la historia y el lujo se unen, pero aún así se siente cálido y acogedor, incluso con niños. Sinceramente, uno de esos momentos perfectos que quieres guardar en la memoria.

La Cúpula, dentro del Hotel Palace, tiene un ambiente inigualable: elegancia sin pretensiones. No nos sentamos en el restaurante principal, sino que nos relajamos en el bar, lo cual, sinceramente, fue la decisión perfecta. Las chicas compartieron una hamburguesa con papas fritas (que devoraron), mientras yo disfrutaba de un refrescante café expreso. ¿Qué lo hizo especial? El ambiente. Piensen en una imponente cúpula de cristal de 1912, con luz natural que entra a raudales y un pianista en vivo que llena el espacio con melodías suaves y atemporales. Por la tarde, nos trajeron papas fritas de cortesía y unas aceitunas realmente deliciosas; algo inesperado y muy apreciado. Es el tipo de lugar donde la historia y el lujo se unen, pero aún así se siente cálido y acogedor, incluso con niños. Sinceramente, uno de esos momentos perfectos que quieres guardar en la memoria.

Un lugar precioso para tomar algo con amigos. El servicio fue excelente.

Un maravilloso y atento servicio de sala que nos han hecho sentir como en casa. Tanto en recepción como en sala y barra, El menú equilibrado y completo y lo suficientemente variado para elegir

Fuimos a comer, para entrar si tienes movilidad reducida hay disponible los ascensores de servicio, llenos de maletas por el pasillo y sin renovar, también hay escaleras en la entrada que hay que sortear. La zona de la cúpula es muy bonita, la utilizan para tapas y para comer es en los laterales . Las mesas están preparadas , el cuchillo y el tenedor situados juntos a la derecha , primer sitio que veo está disposición de los cubiertos, en un hotel de cinco estrellas claro. La comida esta ok, vajilla bonita pero un poco incómoda. El aperitivo que nos ofrecieron fue pan con aceite, un poco pobre la verdad. El sitio es muy agradable , recomiendo para conocerlo tomar alguna tapa o copa en la zona de la cúpula.

Fue una experiencia gastronómica muy elegante y refinada. La recomiendo a todos. La comida y el ambiente fueron magníficos. El sumiller estaba muy bien informado y nos eligió vinos fenomenales para maridar nuestros platos.

Magnífica comida, servicio excelente y ambiente muy bueno, no se puede pedir más a un hotel que es historia Repetiremos sin duda

Este restaurante/bar es encantador. El ambiente es majestuoso. Por la mañana se puede desayunar aquí y era de primera clase. Por la noche se pueden tomar bebidas y comida de bar. La barra circular es algo pequeña para atender la cantidad de mesas y la variedad de bebidas. La selección de alcohol era limitada para un bar de este calibre. Por ejemplo, pedí uno de los cócteles de su menú de autor y lo prepararon con una marca de licor diferente porque no tenían lo que estaba en la carta. Serían más atendidos si instalaran una barra más completa a un lado para preparar las bebidas y usaran la barra redonda para bebidas más limitadas. La comida que se servía en la barra no estaba mal, pero no era de primera clase. El servicio y la atención del personal del bar no estaban mal, pero tampoco eran de primera clase. En un bar como este, esperas que tus camareros amenicen tu visita con una conversación ligera, no que solo te sirvan bebidas y salgan corriendo.

⭐⭐⭐⭐⭐ Una experiencia gastronómica única. Pedí un plato de pescado que venía servido dentro de una cúpula de cristal, y fue todo un espectáculo. Al abrirla, el aroma era increíble y el sabor aún mejor: fresco, perfectamente cocinado y con una presentación de lujo. También probamos carne y estaba deliciosa. El ambiente del lugar es elegante y moderno, ideal para una ocasión especial. Totalmente recomendado.