The Westin Palace, Madrid en Madrid

Fabuloso ! Mi amiga y yo desayunamos en este lugar maravilloso. El desayuno estuvo delicioso, la decoración del sitio espectacular , todo bajo la increíble cúpula de cristal , y lo mejor la atención recibida. Debo mencionar a Franco, que estuvo en todo momento pendiente , muy atento , dando un servicio impecable . Desde luego un sitio para repetir.

Cualquier excusa es buena para pasar una tarde bajo la espectacular cúpula del Palace . ¿A quién no le va a gustar una creación de la casa Maumejean? ¡¡¿A quién?!! Está compuesta por más de 1400 vidrios coloreados que recientemente han sido restaurados uno a uno devolviendo su luminosidad. Además han recuperado uno de los elementos que tenía en su origen que es la maravillosa lámpara en forma de palmera de estilo Art Decó. Ahora bien el esplendor de tan majestuosa obra aveces no opaca los fallos gastronómicos. Fuimos a merendar. Té y unos pasteles. Los financiers estaban secos y el pastel de chocolate estaba bueno aunque mejorable. En cualquier caso, este es de esos lugares que siempre merecen la pena.

Ubicación excepcional, servicio y acogida excepcionales, y una comida de una calidad realmente superior a la media. Comida excelente.

Gastronomía madrileña reinventada en un espacio histórico de elegancia y sabor excepcionales. Sabores de Madrid con un toque moderno bajo una cúpula icónica

Excepcional, la atención y amabilidad del personal, la calidad del almuerzo y el ambiente tan agradable. Enhorabuena

Un ambiente especial acompañado de una excelente comida. Atención extraordinaria. Volveremos pronto

La Cúpula, dentro del Hotel Palace, tiene un ambiente inigualable: elegancia sin pretensiones. No nos sentamos en el restaurante principal, sino que nos relajamos en el bar, lo cual, sinceramente, fue la decisión perfecta. Las chicas compartieron una hamburguesa con papas fritas (que devoraron), mientras yo disfrutaba de un refrescante café expreso. ¿Qué lo hizo especial? El ambiente. Piensen en una imponente cúpula de cristal de 1912, con luz natural que entra a raudales y un pianista en vivo que llena el espacio con melodías suaves y atemporales. Por la tarde, nos trajeron papas fritas de cortesía y unas aceitunas realmente deliciosas; algo inesperado y muy apreciado. Es el tipo de lugar donde la historia y el lujo se unen, pero aún así se siente cálido y acogedor, incluso con niños. Sinceramente, uno de esos momentos perfectos que quieres guardar en la memoria.

La Cúpula, dentro del Hotel Palace, tiene un ambiente inigualable: elegancia sin pretensiones. No nos sentamos en el restaurante principal, sino que nos relajamos en el bar, lo cual, sinceramente, fue la decisión perfecta. Las chicas compartieron una hamburguesa con papas fritas (que devoraron), mientras yo disfrutaba de un refrescante café expreso. ¿Qué lo hizo especial? El ambiente. Piensen en una imponente cúpula de cristal de 1912, con luz natural que entra a raudales y un pianista en vivo que llena el espacio con melodías suaves y atemporales. Por la tarde, nos trajeron papas fritas de cortesía y unas aceitunas realmente deliciosas; algo inesperado y muy apreciado. Es el tipo de lugar donde la historia y el lujo se unen, pero aún así se siente cálido y acogedor, incluso con niños. Sinceramente, uno de esos momentos perfectos que quieres guardar en la memoria.

Un lugar precioso para tomar algo con amigos. El servicio fue excelente.

Un maravilloso y atento servicio de sala que nos han hecho sentir como en casa. Tanto en recepción como en sala y barra, El menú equilibrado y completo y lo suficientemente variado para elegir