Ten con Ten en Madrid

Todo fue excelente. Cada plato que pedimos estaba delicioso. Pedimos risotto de trufa negra, ensalada de queso de cabra, pulpo y ternera. El vino estaba delicioso y el ambiente espectacular.

El viernes pasado volví a uno de mis restaurante favoritos. La comida como siempre un 10 y hago una mención especial para una de las chicas ; Adriana . Llegamos a las 14:30 y la mesa que nos habían dado no me gustaba mucho y ella nos ha cambiado de manera muy amable y la verdad que nos hizo pasar una velada estupenda en un sitio que pudimos disfrutar de la comida y del ambiente como nunca. Más gente así se necesitan es la hostelería , que se preocupen y hagan lo q sea para que estés como en tu casa . El risoto y el bacalao negro excelente. Volvere seguro.

El mejor sitio de.madrid para tomar una copa entre semana y que haya ambientazo. La comida correcta y el servicio de 10

Esta es la tercera vez que visitamos este restaurante. Fue tan bueno hace 5 años que fuimos dos veces durante nuestra visita a Madrid. Desafortunadamente, en esta visita no estuvimos tan contentos como deberíamos con lo que esperábamos... tuvimos un problema importante con los camarones al coco que no se cocinaron al dejar carne cruda en el medio... el plato se sirve de manera muy básica y la salsa estaba fría... también pedimos Picanha que no tenía sabor... así que tuvimos que devolver ambos platos. ¡El único plato excepcional fue el risotto de sémola! Encontré que la gerencia intentaba no asumir la responsabilidad. Puedo entender que a veces hay problemas con la cocina, pero ahí es exactamente donde el gerente debe intervenir para ayudar al huésped a superar la mala experiencia. Espero que lean esto y aprendan a respetar a sus clientes.

Servicio cortés, comida deliciosa.

El mejor risotto que he probado. Mi favorito de Madrid la comida es deliciosa, ambiente perfecto. Servicio todos amables solo sentí un poco de presión por que pidiera vino per yo prefiero ginebra. Y los postres muy normales de sabor pero en general Todo excelente!

Uno de los restaurantes más famosos y vibrantes de Madrid, este lugar tiene una energía única que no encontrarás en ningún otro lugar. Desde el momento en que entras, sientes la atmósfera: elegante, animada y fresca sin esfuerzo. La gran barra central es una característica destacada, perfecta para tomar una copa antes de cenar y un excelente lugar para sumergirse en el ambiente. Los comedores ofrecen diferentes experiencias: el salón principal, mi favorito personal, está lleno de energía, música y una excelente vista del bar. Las otras dos secciones están destinadas a quienes buscan un ambiente más tranquilo, ideal para una cena familiar o una velada más íntima. El servicio es impecable, con un ejército de camareros que se aseguran de que todo funcione a la perfección. La eficiencia es notable, especialmente cuando se trata de restablecer tablas; es casi una actuación en sí misma. La comida es de primer nivel y ofrece una excelente combinación de tapas, mariscos, carnes y, por supuesto, un excepcional jamón ibérico. Definitivamente es caro para Madrid, pero en comparación con restaurantes similares en lugares como Francia, sigue siendo relativamente razonable. Now, for the downsides: 1. Espacio entre las mesas: en algunas secciones, las mesas están demasiado apretadas. Para un restaurante de este calibre, la comodidad debería ser tan importante como los ingresos. Quitar incluso una sola mesa en determinadas zonas supondría una gran diferencia. 2. Un final decepcionante para una gran velada. En mi última visita, pregunté con antelación si podía traer a mi perro pequeño. La recepción confirmó que todo estaba bien y, de hecho, no hubo problemas durante la cena: el perro permaneció callado y desapercibido debajo de la mesa. Sin embargo, al salir, un miembro del personal en la puerta (que parecía ser de seguridad) de repente decidió crear una escena, insistiendo en que no se permitían perros. En lugar de escuchar o manejarlo con profesionalismo, se mostró desdeñoso, condescendiente e innecesariamente grosero. Dejó un mal sabor de boca después de una experiencia perfecta. Dicho esto, si está buscando una experiencia gastronómica de primer nivel en Madrid, no puede equivocarse aquí; solo espere que su noche no se arruine al salir.

Esta fue mi segunda visita a este restaurante y, sinceramente, me gustó mucho más la primera vez, hace unos cuatro años. No me malinterpretes, la comida era buena y el ambiente era agradable, pero ¿por el precio? No estuvo a la altura de las expectativas. La comida era decente pero no espectacular, y la selección de vinos estaba bien. Dicho esto, dado que es uno de los lugares más populares de Madrid, diría que vale la pena intentarlo al menos una vez. ¿Pero iría una y otra vez? Probablemente no. Definitivamente es un 6/10🫤🍷

Elegante ambiente informal, animado y deliciosa comida preparada. Cócteles creativos, aperitivos/tapas y entradas

Si buscas un lugar para cenar tranquilamente, este restaurante entre Serrano y Velázquez no será tu paraíso, te lo aseguro. Aquí todo va a saco, literal y metafóricamente. Hacen dos turnos para cenar y se nota. El espacio está tan aprovechado que no sabes si compartes mesa o encajas en el comedor como una pieza de tetris. La proximidad con otros comensales deja poco lugar para la intimidad. El ambiente es más estresante que relajante, aunque el servicio es de primera. Los camareros son amables, rápidos y empáticos, una auténtica tabla de salvación en medio del caos. ¿La comida? Correcta, pero no esperes nada que te emocione. Cuando se acerca la hora de cambiar de turno, te traen la cuenta sin contemplaciones y, con una sonrisa, te animan a dejar libre la silla. ¿Un consejo? Quizás deberían dar más espacio para que la gente digiera mejor, no solo la comida, sino también la experiencia.