Surtopía en Madrid

Restaurante con base andaluza pero estilo gourmet, aunque con platos y raciones más generosas de las que de ello se esperaría. Para grupos grandes el reservado del final del restaurante es ideal. Ambiente cuidado y servicio excelente, nos atendió William y fue inmejorable a nivel guía y atención. Platos recomendados: ensaladilla y cabecero.

Muy cómodo. Ambiente perfecto. El staf es muy amigable, o en especial Linda, un encanto de mujer. Y la comida un acierto. Un descubrimiento para repetir.

Comida de 10, pero servicio correcto sin más. Se echa de menos la atención personalizada de las señoras q antes atendían a las mesas y al jefe

Comida extraordinaria y servicio inmejorable. Muchas gracias a Linda y a Williams por hacernos tan agradable nuestra estancia.

Como siempre, una vez mas, magnifico resultado en nuestra visita a Surtopia. Comida excelente, personal atento y profesional y entorno agradable.

Local acogedor y servicio atento. La comida muy buena y siempre recordando la comida andaluza. Las tortitas de camarones especialmente buenas y autenticas

Estuvimos el martes en una cata con cervezas Alhambra y la experiencia ha sido fantástica. Nos ha parecido que merece la pena volver para poder disfrutar de todas sus propuestas, y está vez a disfrutar de los vinos y jereces que hemos visto que tienen en su bodega. Posiblemente tengan las mejores tortillitas de camarones de Madrid, al estilo Casa Manteca de Cádiz. Además, hay estupendos platos de atún rojo (en temporada), corvina, vaca madurada etc. El tiramisú andaluz de postre estaba escandalosamente rico. Hemos vuelto en noviembre a probar estupendos platos de su carta, como las gambas de cristal y la aleta de raya, pero esta vez acompañados de estupendos vinos generosos palo cortado, PXs VORS y cream para postre. Todo un placer disfrutar de una estupenda comida y con un detallazo de poder probar por un rico moscatel blanco.

Todo riquísimo!!!! La cena no habría sido la misma sin las recomendaciones de William!! Nos trató fenomenal, un 10! Gracias William!!

Destacar la profesionalidad y atencion del Chef y la amabilidad y el trato EXCELENTES por parte de Linda y Williams

Nos llevamos una grata sorpresa con este restaurante, donde aconsejo el menú de degustación y su maridaje (al menos la primera vez, porque muy posiblemente se saldrá con ganas de repetir). Nosotros, amantes del Sur, lo vivimos como un recorrido por las playas de Huelva y Cádiz, por Sanlúcar, Jerez, por tabernas y chiringuitos, por Conil, Zahara, Barbate o más allá por toda la costa hasta Isla Cristina, por bares donde la cuenta va a tiza en la barra. El menú, consistente en 9 pases, tiene proporciones adecuadas y no se sale con hambre. Nos tiene que gustar la comida del Sur (tortilla de camarones, croquetas de urta, salmorejo, pez limón,...), o estar dispuestos a trasladarnos hasta allí. El maridaje también se merece una mención especial. Es atrevido, pero muy acertado. Nuevamente nos tiene que gustar el Sur, nuevamente tenemos que estar dispuestos a trasladarnos hasta esas playas. Donde en otros restaurantes un sommelier apenas se atreve a introducir una manzanilla, no sea que el cliente extranjero se espante, en Surtopía nos hicieron un recorrido lleno de soleras y velo de flor, in crescendo, con finos, manzanillas, amontillados y olororos. Ah, y vinos dulces de postre, con una gran variedad y propuestas de nuestros amigos de Sherry o Montilla-Moriles. Más allá del maridaje, también nos resultó notoria la cantidad de vinos que tienen en la carta, para un local que no parece tan grande. Uno no puede resistirse a curiosear. Y aquí, aunque hay mucho vino del Sur, también están bien elegidos y se puede hacer un recorrido por todas las regiones más importantes del planeta, incluyendo algunas particularmente curiosas. Lo único que echamos en falta, y que creo que daría un toque más selecto, fue no poder encontrar selecciones de vino algo más caras y selectas; aún en un pequeño porcentaje de su carta, no estaría de más poder elegir alguna gran botella para celebraciones especiales. Nos faltó poder disfrutar de un buen Don PX de hace medio siglo o más. Ah, y de una buena tarta de queso con galleta de chocolate para acompañar. Ahí lo dejo. En cuanto al local, tampoco hay pegas, todo lo contrario. El servicio es rápido y muy atento; los conocimiento del personal y sus presentaciones son buenas. La amplitud de las mesas se agradece, así como la comodidad de sillas o sillones. Y las mesas no están demasiado juntas, con lo que da sin problemas para conversaciones distendidas sin molestar. Un acierto y toda una sorpresa. No tardaremos en volver.