Street-Xo en Madrid

Espectacular, muy recomendable para disfrutar de una experiencia gastronómica única.

Vale la pena probar porque es un lugar con comida muy diferente, una mezcla de sabores muy interesante, además puedes ver la preparación frente a ti y la decoración es hermosa, todo es muy colorido, lo único que no me gustó fue que insistieron varias veces para conseguir más platos de los que realmente quería como me recomendaba la casa, ¡al final terminaron sobrando! ¡Por la tarde, después del almuerzo, cola tranquila!

Fuimos este fin de semana 4 amigos a cenar, la comida de manera general lógicamente está bueno pero no se justifica con el precio, son sabores normales y nada del otro mundo... Por poner un ejemplo el Sam de cerdo es literal un trozo de lechuga con cerdo a la brasa y un mejillón al natural encima, si lleva algún tipo de alimento más o salsa o lo que sea no se nota para nada. Por otro lado, lo que me parece una real estafa como una catedral es a como cobran el agua, le pides una botella de agua y te cobran por comensal, es decir si vas uno la botella te vale 2,50 si vais 4 os cobran una botella 10 euros!!! Por una botella de agua que encima es del grifo filtrada. De auténticos locos!!! Si van diez personas que cobran por una botella de agua 25 euros?? Estamos locos o que?

Muy cool el ambiente y la comida sabrosa

Un sitio muy chulo y con platos super ricos! Nos encantó en wanton frito y el carabinero (el cual se puede compartir sin problema). Como puntos negativos la musica algo alta y que te cobren los vasos de agua del grifo... un poco vergonzoso

Experiencia interesante A la llegada el volumen(y el tipo) de la música 🎶 me hizo dudar si entrar o no. Dentro, la ezpera para ser atendido fue menor de lo previsto, y en la terraza (cubierta) el volumen es aceptable. Pasamos al final por la barra y los comensales (muchos jóvenes) estaban como en un bar de copas el fin de semana. Los platos, bastante cantidad, que por los precios que tienen me parecen baratos. Te recomiendan 6,incluido postre 🍰, y uno que es un ansias pidió 8 (no sobró nada, aunque salí rodando). Todo bien, destacando: -la vieira asada(2 unidades con 3 trozos de viera cada uno) - el taco de Pulpo con mole - el ramen XO, de foie y jamón con pollo - la lasaña de wontón y vaca vieja - la vaca viajando, carrillera con curry verde -EL pan, brioche, necesario para untar las salsas -soufflé de avellana y chocolate... Rico aunque empalagoso, pero entre 2 se come bien. Tuvieron la ATENCIÓN de recomendarnos media ración de rollitos y croquetas, y se agradeció al final. Recomendable para volver y probar resto de la carta También para comer alguno de los platos más contundentes, con una cerveza 🍺 cualquier día de la semana

Fuimos en domingo, llegamos a las 12:20 y después de hacer la cola nos pidieron los datos para poder entrar. Tardamos poco y entramos a tomar un cocktail (muy ricos). Al cabo de una hora aprox entramos ya al restaurante. A ver, la comida rica aunque algunos platos no nos impresionaron. Como experiencia está bien. Cosas a destacar que no nos gustaron: Estuvimos esperando mucho rato para el brioche de la pedroche y para compensar nos trajeron otro postre cortesía de la casa y lo que no nos gustó fue que se nos acabó la botella de agua cuando ya casi habiamos acabado (agua de grifo filtrada) y nos trajeron otra sin que la hubieramos pedido y obviamente la cobraron. Lo vi de mal gusto traer algo que no te han pedido y que vas a pagar. El trato entre camareros y cocineros es algo que a veces genera incomodidad por como se tratan entre ellos. La experiencia es xula y divertida? Si. Volveria? Pues nose...sinceramente he pagado lo mismo en otros sitios y comido mejor. Al final pagas la experiencia y el nombre del chef.

Desde el momento en que entras en Strexxo, sabes que estás en un lugar especial. Las barras son un espectáculo en sí misma: el equipo trabaja con precisión milimétrica, cada cóctel es preparado con una dedicación impecable, y el meticuloso arte de picar el hielo eleva cada trago a otro nivel. El espacio es simplemente impresionante, con una atmósfera envolvente y detalles que sorprenden, como los columpios, que añaden un toque lúdico y sofisticado a la experiencia. La comida está a la altura del lugar: platos elaborados con ingredientes de calidad y presentaciones cuidadas que conquistan tanto la vista como el paladar. Eso sí, la excelencia tiene su precio, pero si buscas una experiencia exclusiva en Madrid, Strexxo es sin duda un acierto. Estos días por Madrid han sido de ensueño, y esta visita ha sido uno de los grandes momentos. ¡Gracias al equipo por hacerlo tan especial!

Empecemos por decir que al no hacer reservas tienes que estar dos horas antes para hacer cola. Nosotros llegamos a las 19.15 (abren a las, 20.00) y con "suerte" nos apuntaron para el segundo turno. Mientras te llaman tienes que esperar fuera del local, luego te dan paso a la zona de cocktail (donde sueles pasar otra hora, ya sí más ambientado al menos) y por fin a las 21.30h nos sentamos a cenar. Respecto al restaurante es una pasada de principio a fin de marketing y estilo, muchísima gente trabajando y atentos a que no te olvides de que estás en StreetXO, pero... Ahora viene el demasiado: demasiado ruido, música eléctrica demasiada alta, demasiado calor y demasiados ingredientes. Es como cenar en una discoteca mezclado con un mercado callejero donde los camareros se gritan comandas. En cuanto a lo que debe importar cuando vas a un restaurante, la comida. Los cocktailes caros pero sorprendentes y los platos buenos pero no aptos para todos los gustos/estómagos. Todos se componen de mil ingredientes y especias. Los camareros te explican el plato cuando te lo sirven pero no te aconsejaran antes de pedir. En un restaurante de alta cocina se espera un servicio más pausado y personalizado cuando por fin te sientas a comer. Nos hubiera gustardo probar algún plato más o haber tomado una copa después de cenar pero literalmente teníamos un calor y un dolor de cabeza brutal así que nos fuimos directos al hotel. En resumen, StreetXO es verdaderamente una experiencia que algunos querrán repetir y que para otros (es mi caso) es agobiante.

Experiencia mas que recomendable. Hay que ir temprano ya que suele haber bastante cola para pasar al comedor. Recomiendo la experiencia en la cocina, comer mientras los cocineros preparan todo delante de ti. Todos los platos estaban increíbles, muy difícil elegir entre tantos. Precios entorno los 70€ por persona. Los cocktails también exquisitos. Volveremos muy pronto.