SISAPO en Madrid

Recién estrenada su placa de BibGourmand de la guía Michelin, el chef Alejandro Aguirre y su equipo proponen un menú de 8 pases a 45€ que es una delicia. Zamburiña gratinada, gyoza de carabineros con salsa americana de leche de coco, shao mai de rabo de toro con huevo de codorniz, croquetas melosas de choco, alga nori y alioli y de zanahoria, puerro y dátiles, ceviche de corvina con su leche de tigre, tartar de solomillo de vaca vieja con mantequilla de tuétano, secreto ibérico con crema de batata y un coulant de chocolate con helado de pistacho. Ni un solo pero a sus platos, todos correctos, todos ricos. Quizás no hay ninguno que sea impresionante, pero ninguno está mal. Premio a la regularidad sin sobresaltos. Quizás un poco lento el inicio de servicio con unas simples patatas fritas de aperitivo. Fallo inicial no ofrecer algo que invite a entrar en un menú más pensado. El pan también es mejorable.

Espectacular todo. La comida y el servicio. El restaurante es muy bonito y acogedor. Nos encantó la vieira y la ensaladilla (suelo probarlas siempre qje hay en la carta). Y en general todo riquísimo. El precio, lo que esperabamos después de haber leido otras reseñas, pero estás comiendo platos muy elaborados y de mucha calidad. Muy recomendable.

Gracias a Gorka, Ernesto y todo el equipo por su atencion y hospitabilidad! Comida y servicio de 10, nos vemos pronto!❤️

Reservamos una mesa para dos con bastante antelación a través de la guía Michelin y solicitamos expresamente sentarnos en la terraza. Al llegar (dos minutos antes), nos dijeron que no quedaban mesas y que tuvimos que sentarnos en la terraza. En un restaurante de este nivel, uno debería poder confiar en que se respetará su preferencia de asiento, lo cual no fue un buen comienzo. Una vez sentados en la parte trasera, pedimos una botella de vino y el menú degustación. El primer plato consistía en una vieira sobre algas, quemada junto a la mesa. Desafortunadamente, el camarero también quemó las algas, desprendiendo un olor similar al de pelo quemado. Si bien el sabor era bueno, el aroma distraía del plato. Esto ocurrió repetidamente cuando se sirvió a otros comensales. Los siguientes platos estaban bien presentados y preparados, pero el servicio fue increíblemente apresurado. Los platos llegaron con apenas un minuto de diferencia, y para el cuarto plato, retiraron uno y lo reemplazaron a mitad de bocado. Vale la pena pedir explícitamente un ritmo más lento si se quiere disfrutar de la velada. Después de hacer esa petición, el resto de la experiencia mejoró. En general, la comida estuvo buena, pero el servicio apresurado y la confusión con los asientos la hicieron menos agradable de lo esperado. Si ofreces opciones de asientos, asegúrate de que se respeten; esto marca la pauta de la noche.

La comida era mediocre, destacaba el cerdo ibérico y la vieira estaba buena.

La comida no me sorprendió y el servicio fue muy descuidado. Llegamos a las 20,57 (teniendo reserva a las 21), y nos preguntaron enseguida por la bebida, sin embargo, después pasó casi media hora hasta que se acercaron a tomarnos nota de la comida. Los platos no me conquistaron, con excepción del bao de panceta y la vieira. La ensaladilla con tartar no me pareció conseguida, el cebiche tampoco e igual con los postres. El peor para mí fue El steak tartar, me pareció muy mejorable (por no decir otra cosa). Con el postre también pasó una media hora hasta que nos los sirvieron.

Comida: ⭐️⭐️⭐️⭐️ ¡La comida en SISAPO estuvo buenísima! De entrantes, pedimos patatas, vieiras, croquetas de verduras, croquetas de bacalao, gyozas y alcachofas. Las patatas estaban bien. Estaban cubiertas de mayonesa y no tenían nada de especial. ¡Las vieiras estaban increíbles! Las recomiendo muchísimo. Ambas croquetas estaban muy buenas, pero me gustaron más las de verduras. Las gyozas no eran las mejores y no las recomiendo. ¡La alcachofa también estaba muy buena y la recomiendo muchísimo! De entrantes, pedimos ají, pulpo y carrillera de cerdo. El pulpo no estaba muy bueno. Estaba duro y no sabía fresco. La carrillera de cerdo estaba buena. Estaba muy tierna, pero un plato muy pesado. El ají estaba bastante bueno, pero los entrantes estaban mejor. De postre, pedimos las texturas de chocolate, que parecían un pastel de lava de chocolate. Estaban buenas, pero eran muy pesadas. Cambiamos el helado de pistacho por el helado de violeta. El helado de violeta estaba horrible. Sabía a jabón y no lo recomiendo en absoluto. En general, la comida en SISAPO estaba buena, pero recomiendo pedir más aperitivos porque estaban mucho mejores. Servicio: ⭐️ Si pudiera, le daría 0 estrellas al servicio. Nunca he recibido un servicio tan pésimo en un restaurante tan bueno. Creo que he recibido un mejor servicio en un McDonald's. En cuanto entramos, el camarero (no recuerdo su nombre, pero tenía bigote y un pendiente de plata) se puso muy pesado. Cuando nos sentamos, nadie nos explicó que el menú estaba en línea. El menú es muy confuso porque hay un espacio para añadir la comida a un carrito, pero hay que decirle al camarero el pedido. Cuando les hicimos señas a los camareros (ya que no teníamos uno asignado), tomaron la orden de bebida de una persona del grupo y se fueron. No preguntaron qué queríamos beber todos, y tuvimos que hacerle señas al camarero de nuevo. Parecían molestos por tomarnos la orden de comida. Nunca se acercaron para preguntarnos si queríamos más (¡y sí que queríamos!). Noté que eran mucho más amables con otras personas que hablaban español. Quizás no les gusten los turistas, pero este servicio era inaceptable para este tipo de restaurante. Ambiente: ⭐️⭐️⭐️ No tengo mucho que decir sobre el ambiente. Era un interior agradable y no demasiado ruidoso.

Más o menos bien. No al nivel que esperábamos. El espacio interior es minúsculo y afuera estás al lado de coches. Además… a tu lado, hay sillas apiladas… A primera vista, no es el mejor. La comida está bien, pero no es excelente. El servicio podría mejorar. El camarero olvidaba con frecuencia lo que pedíamos. La mesa de al lado no estuvo atendida durante más de media hora. Hay muchas cosas por mejorar. Pero con potencial de glamour.

Este restaurante no es de calibre Michelin. El menú del código QR, falta de programa de cócteles o maridaje de vinos. Era tan impersonal, aunque el personal no era antipático. Los cursos eran buenos pero no grandes y el ambiente no era simplemente lo que debería ser para un lugar de esta talla. Cubiertos y platos apenas se intercambian. Estoy desconcertado francamente.

SISAPO es un pequeño gran descubrimiento que fusiona sabores de cocinas internacionales con productos de altísima calidad. Su menú degustación de 8 pases es una verdadera muestra del buen hacer de su equipo, tanto en cocina como en sala. La experiencia se completa con un ambiente acogedor que invita a disfrutar cada plato con calma. Durante nuestra visita, degustamos: Ceviche de corvina con leche de tigre, maíz cancha y boniato asado, coronado con plátano macho: un bocado fresco y vibrante. Vieira flambeada con salsa de miso, yuzu, mango y jalapeño: una combinación explosiva de dulzura y picante. Gyoza de carabinero con jugo de sus cabezas, coco y citronela: un equilibrio perfecto entre la intensidad del carabinero y la suavidad del coco. Croquetas de choco con alga nori y alioli, y de zanahoria, dátiles y puerro: cremosas y con sabores únicos. Shao mai de rabo de toro con huevo de codorniz y sichimi: una versión delicada y sabrosa de esta receta asiática. Steak tartar con hueso de tuétano a la parrilla y mostaza a las finas hierbas: intenso y lleno de matices. Magret de pato con peras al jengibre, crema de coliflor y tirabeques con sésamo: un plato elegante y bien balanceado. Coulant de chocolate con helado de pistacho: un final dulce y delicioso. La creatividad en los platos y la atención al detalle hacen que SISAPO sea un lugar digno de su espacio en la guía Michelin. Estaremos atentos a la renovación de ese menú degustación para volver. ¡Totalmente recomendable!