Santoku en Madrid

Tuvimos una experiencia increíble en Santoku. La verdad nos encantó! El precio es muy razonable para la comida y el servicio. Entre nuestros favoritos estuvo el hand roll de atún, al igual que la anguila, que estaba espectacular. El postre también nos sorprendió: muy original y refrescante. Si hubiera algo por mejorar, diría que la ubicación de la mesa puede afectar un poco la experiencia, ya que dependiendo del puesto es difícil ver la preparación de los platos. Por otro lado, siento que la chef/cocinera que nos tocó no tenía tanta experiencia; algunos platos, como los makis, no tenían la mejor presentación y en una ocasión tuvo que repetirlos. Aun así, recomendaría Santoku sin dudarlo. El servicio es excelente, la comida es muy rica y, por el precio, definitivamente vale la pena.

Es un menú cerrado de omakase de 35€. Hay pocos sitios en Madrid que por ese precio te hagan un menú completo. En esta localización solo hay 8 comensales. Los platos estaban bien y el trato se nota cuidado. Pero menos un par de platos el resto no me llamaron tanto la atención. La joya de la corona claramente fue el último plato que es la anguila con arroz. Lo peor ha sido que al flambear el pescado suelta mucho humo y creo que el extractor no actúa lo suficientemente rápido y los ojos de me hicieron llorosos.

Me ha encantado el concepto de restaurante íntimo con menú cerrado. Muy buena calidad precio y muy buena atención de Sualmi.

Restaurante altamente recomendable. Una combinación perfecta de buena comida y trato impecable. Sin duda, volveré.

Sushi de alto nivel, platos muy buenos y diseñados con un toque propio, muy pensados, excelentes ingredientes, en un sitio pequeño y acogedor, con capacidad para 8 comensales con los que se comparte mesa, era mi cumpleaños y hasta me trajeron helado y vela para cantar cumpleaños. El chef muy atento, como es pequeño y tienen 3 turnos, si llegas antes tienen una vinoteca y sala de espera donde se puede tomar algo antes y después. Excelente experiencia, muy recomendable si quiere probar algo diferente.

Experiencia buena para el precio que tiene. 2 platos mejorables porque son muy tipicos de cualquier japones (roll de salmon...)

Espacio pequeño e íntimo donde ves como parapetan la comida. El trato del personal y sus explicaciones son muy atentas. Un menú de varios pases en el que el comensal no puede elegir pero seguro saldrá satisfecho. Unos platos nos sorprendieron más que otros pero todos nos gustaron. Para las personas que disfruten de la comida japonesa con toques fusión es un sitio a probar. Nos queda probar la barra, cuyo menú es distinto.

Menú cerrado de seis platos con muy buen producto y cantidades generosas. El mejor plato es el arroz con anguila sin duda, pero el resto no te dejan indiferentes. En cada pase solo entran ocho personas lo que hace que la comida sea toda una experiencia. Si te sientas cerca de la cocina puedes ver cómo preparan cada plato lo que lo hace aún más especial. El restaurante es muy acogedor y es ideal para ir en pareja o pequeños grupos. El personal es muy atento y explica con detalle cada plato. Me fui con ganas de probar su hermano “La Barra”.

Todo redondo: comida, servicio, ambiente, música, y fantástica relación calidad-precio. Cuidan hasta el último detalle, más allá del producto de primera.

La experiencia consiste en un pase de 6 platos que preparan en barra para 12 comensales. Menu con buena calidad-precio. Es algo distinto. A destacar la anguila flambeada y el bao frito con salmón. Como único pero, el postre resultó flojillo