Santo Mauro Restaurant en Madrid

La visita merece la pena, es un hotel precioso, con mucho encanto, la comida.. el Bikini de lomo ibérico y queso comte francamente mejorable, resulta demasiado salado y plancharlo hasta dejarlo como una hoja de papel no ayuda. Muy ricas las croquetas, muy sabrosas. Los segundos muy ricos, el steak tartar muy rico, el bacalao al pil pil exquisito. El personal de sala de alto nivel.

Conocedores de mi obsesión por el sandwich mixto/bikini, mis amigos me regalaron un brunch en este precioso restaurante. Solo entrar, te trasladas a otra época… decoración maravillosa y servicio impecable. La comida escasa pero todo bueno. El sandwich no es el mítico sino con un toque original.. probamos el de lomo ibérico y el de setas. Un plan muuy original. No te olvides de visitar el jardín porque es una maravilla

Mohamed y todo el personal son Fantásticos, si quieres disfrutar de una comida, lugar y servicios de altísimo nivel....debes probarlo. Recomendado 100%.

El hotel es una maravilla.Y la terraza muy bonita. Parte del personal necesita un poquito de prácticas para mejorar. El hotel nos gusta más en invierno, cuando utilizas los salones y parece que el servicio es mucho mejor. Cenamos en la terraza y comimos el brunch pero para nosotros fue muy decepcionante, más bien nos pareció un desayuno tardío para la gente que no ha desayunado o viene de la calle. Pero para el cliente que,ha desayunado, prácticamente es volver a desayunar.Nada que ver con un Brunch de cualquier otro hotel de esta categoría, donde te ofrecen zumos, vino, cava o incluso champán, más cantidad y más variedad, de comida a elegir.Merece la pena cobrar más y dar más calidad, variedad y cantidad.

Sin duda el mejor hotel de Madrid.Suntuoso y elegante. Personal exquisíto y trato inmejorable. Celebré en este hotel mi cumpleaños y fue un día inolvidable,nos pusieron una tarta buenísima de cortesía. Desayuno y cena espectacular.Nos sentimos como en casa.La comida de calidad y muy rica,la terraza una maravilla muy coqueta y bien cuidada.Los desayunos fantásticos todo servido en mesa y con una decoración muy bonita,y las frutas ,quesos,tortitas,zumos y bollería,todo de muchísima calidad.La habitación con chimenea una maravilla,con una decoración bonita y muy alegante ,amenities de alta gama.Lo que mejoraría sería el Brunch, una decepción, más bien lo llamaría un desayuno tardío, pero nada que ver con un auténtico Brunch. Es mejor cobrar más y dar más calidad y cantidad,y que incluya bebidas, no solo zumo y agua, y a mejorar mucho la calidad y la variedad de pan, este que tienen es para nuestro gusto muy duro y nada apetecible. Agradecimientos: A la Srta. Carmen de conserjería por su amabilidad y su exquisito trato, pendiente de todo, con una gran sonrisa. Al Sr. Simón del restaurante por su educación, amabilidad y profesionalidad. A la Srta. Susana, la somelier, por ser tan encantadora y profesional. Les deseamos lo mejor en su vida personal y profesional. Y por último recordar, al Sr. Director del hotel D. Fernando, por su amabilidad y, atención hacia nosotros. Gracias a todo el personal. Un cordial saludo. Volveremos!!!!😃😃

Fuimos al brunch del hotel. La verdad es que cambiaría algunas cosas. El hecho de que la primera parte no sea buffet impide que te sirvas a tu gusto y, sobre todo, condiciona el orden. Yo, por ejemplo, hubiera preferido la bollería de postre. El pan es bueno, pero es la típica hogaza de levadura madre congelada que te pasan por el tostador en el momento. Me parece que llega muy solo, sin acompañar de nada. Haría falta un buen tomate triturado casero y que el jamón que te ponen (al final, cuando has acabado con el pan a palo seco) fuera más abundante. Es muy poquito. Yo añadiría surtido de ibéricos. Creo que por 80€/pax se puede. Los platos estaban bien. Los huevos fritos son una delicia. El pescado no me encantó. Una romana simple que desmereció el rape. Lo mejor de todo es tanto el lugar como el personal. El hotel es único. Un absoluto encanto. El jardín con la pérgola es inigualable. El personal es de una profesionalidad exquisita. Eso se agradece muchísimo.

Un precioso jardín, fresco pues hay nebulización y mucha vegetación, tranquilo y muy agradable. La comida exquisita, tomamos arroz con bogavante, salpicón, vaca vieja, ensaladilla… todo rico, rico. Los camareros muy amables y atentos. Y el precio, pues adecuado al lugar y a la calidad, unos 70-80€ por persona, pedimos los platos más caros, hay opciones más económicas. Yo lo recomiendo y repetiremos seguro.