Santagloria - José Abascal en Madrid

Voy a desayunar amenudo y ahora tienen unas tartas de frutas buenisimas, las chicas como siempre encantadoras.

Especial agradecimiento por su amabilidad y simpatía a las chicas que estaban atendiendo hoy 3 de septiembre

Soy Cliente Habitual de la cadena Santagloria, Me encantan sus productos. Pero este Local concretamente tiene algo especial, y es El Personal que lo atiende,son unas chicas maravillosas,atentas,amables, simpáticas,que además te aconsejan a la hora de pedir(si estás indeciso).. La limpieza es algo que lo llevan muy seriamente y lo tienen todo reluciente. Se merecen un reconocimiento.

Son unas chicas súper trabajadoras, y siempre está con una sonrisa en la boca. Y es muy difícil de elegir entre todos sus bollitos!!

Nos atendió Cristina y un servicio excelente!

Ayer fui a desayunar y aparte de que el café estuvo delicioso, la atención de las chicas excelente, son muy majas y serviciales, me comi un croisannt de crema pastelera que estaba delicioso

Me gusta su menú y la tranquilidad que tiene

Buenísimo todo, un pelín más cara que otras de la zona pero es obvio que la calidad tiene un precio. Da igual la hora en la que vayas que siempre tienen género, la reposición es un fuerte a su favor. La atención es muy buena pero si hay mucha gente se nota el agobio. Muy recomendable

La comida es deliciosa, el servicio es excelente y el staff es muy amable, rápido y servicial. ¡Muy recomendado!

Visitamos Santa Gloria porque estaba cerca de nuestro hotel y en el camino hacia el centro. El café estaba bastante bueno y el pan se veía fresco, lo cual es un punto a favor. Sin embargo, la experiencia en general dejó mucho que desear por el trato del personal. En particular, la cajera fue bastante áspera. No había fila y aun así nos apuraban como si estuviéramos estorbando. Mi esposo preguntó si podían hacerle un bocadillo de jamón y queso con otro tipo de pan (una baguette), porque no tenía antojo de croissant, y la respuesta fue seca y sin intención de ayudar: “Si quiere jamón y queso, tiene que ser con cuernito”. No ofrecieron alternativas ni mostraron interés en hacer la experiencia más amable. Además, me incomodó que, después de ese trato poco cordial, me pidieran que si tenía cambio. Entiendo que pueden tener limitaciones, pero si me tratan con la punta del pie, difícilmente voy a colaborar con buena disposición. El lugar estaba aceptablemente limpio, pero la actitud fue lo suficientemente desagradable como para no querer regresar nunca. No fue un incidente aislado: notamos un patrón similar en otros establecimientos en Madrid. Da la impresión de que el servicio en general, especialmente hacia turistas hispanohablantes, tiende a ser poco paciente, distante o cortante. No sé si es una cuestión cultural o laboral, pero se nota.