Saddle Madrid en Madrid

Experiencia increíble, no podemos poner un precio ya que estamos hablando de una experiencia, además de ser una increíble experiencia cambian el menú cada 3 meses, producto de temporada muy importante, el personal muy atento en cada momento, salimos con una nueva reserva, muy agradecida con el equipo.

Servicio excepcional de principio a fin. La comida y el vino fueron absolutamente de primera categoría y todo estaba muy bien presentado. Pasamos una velada fantástica y realmente disfrutamos la experiencia. Una pequeña decepción fue que el menú de degustación no estaba disponible después de las 21:30; hubiera sido útil saberlo al reservar la mesa. Aún así, una noche memorable y un lugar que vale la pena visitar.

Alimento. Vino. Servicio. Atmósfera. Nivel de ruido. Diseño de restaurante. Todo espectacular. Actualmente tiene una estrella Michelin. Seguro que debería ser un Dos. Increíble ejemplo de servicio: al inicio de la comida, nos ofrecieron una selección de tres panes diferentes: blanco, de semillas o de trigo. Mi esposa se comió su porción, pero no comió nada de la corteza, que quedó en su plato. Tomaron el plato con el siguiente plato, luego regresaron con un plato nuevo y solo le sirvieron pan sin corteza durante el resto de la noche. Se trata de un nivel de atención al detalle que muy pocas empresas alcanzan.

Una auténtica sorpresa agradable en pleno centro de Madrid. Descubrimos Saddle por pura casualidad, ¡y qué suerte! Cada plato cuenta una historia, con sabores españoles revisitados con delicadeza y audacia. Gracias ❤️

Sitio muy especial, la comida muy rica y el chico que nos atendió muy educado y simpatico. Lo unico que nos decepcionó un poco fue que nos dijeron previamente que podiamos elegir nuestra musica y finalmente no sabemos porque pero no se pudo poner… por el resto todo genial!

Saddle – Excelencia, elegancia y tradición en el corazón de Madrid Saddle es de esos lugares que no solo se visitan, sino que se viven. Situado en la antigua sede del mítico Jockey, este restaurante ha sabido reinventarse con maestría, manteniendo la esencia del clasicismo pero con una mirada contemporánea que lo eleva a lo más alto de la gastronomía madrileña. Desde el momento en que entras, todo rezuma elegancia: el recibimiento impecable, el cuidado en los detalles del espacio, la iluminación precisa, el silencio acogedor… pero lo verdaderamente extraordinario comienza cuando llega el primer plato. La cocina de Saddle es precisa, refinada y profundamente respetuosa con el producto. Platos como el lenguado Meunière a la brasa o el pithivier de pichón son auténticas obras de arte, donde cada bocado cuenta una historia. El menú degustación “Paisajes” es un viaje sensorial perfectamente equilibrado, con maridajes que sorprenden y elevan cada plato. El servicio es uno de sus puntos más fuertes: profesional, discreto y atento sin resultar invasivo. Y la carta de vinos, extensa y exquisitamente curada, hace las delicias de cualquier amante del buen beber. Saddle no es un restaurante más; es una experiencia de alto nivel, pensada para quienes valoran el lujo sereno, el sabor auténtico y la hospitalidad impecable. Un imprescindible en Madrid para ocasiones especiales o simplemente para regalarse una experiencia inolvidable.

Tratar de gambas espectacular , … carro de quesos muy completo, comida internacional de primer nivel, en un ambiente sofisticado y formal .

El sitio es espectacular, el personal es lo más y la comida una fantasía. Es un sitio muy agradable. Muy recomendable.

Esta podría haber sido nuestra comida favorita durante nuestros 10 días en España y Portugal. El servicio era excepcional. La comida y los cócteles y vinos sugeridos eran deliciosos. Todo era de primera categoría y realmente disfrutamos de todo!

Primera visita en ese sitio muy elegante y con una atmosfera calida. Muy buena decoracion de alto standing. Te sientes bien al llegar. Todas las mesas pueden ver el trabajo en cocina a traves de una enorme ventana de cristal creando una sensación de gran espacio. El servicio es eficiente rapido y cuidadoso. Todo fluye en harmonia. La comida es de excelente calidad y no hay que esperar mucho entre platos. El servicio de pan y mantequilla/aceite es maravilloso (mantequilla de Normandia). Todos los platos son muy logrados y con materia prima exquisita. Felicidades al equipo de cocina y al chef. El equipo es muy atento y muy cercano empezando con el Metre Victor, Alvaro por el vino y la grata sorpresa vino del fromelier Juan un experto en el conocimiento de los quesos a pesar de su joventud. Un carro de mas de 60 quesos de varios paises (digno de los mejores restaurantes franceses) de muy buena calidad y excelente conservación ! Juan conoce cada detalle de cada queso una gozada para los amantes de los quesos. Gracias por la degustación. Pasamos unexcelente momento y pronto volvemos!