Robata - Jorge Juan en Madrid

Hoy por la noche estuvimos comiendo allí con mi pareja y nos pedimos un roll anticuchero y un tataki de atun buenisimo, da gusto comer bien y de la mano de una buena atencion como nos la dio la camarera Loren. Volveremos!!

Vinimos por casualidad y nos encantó. Es cierto que no es barato pero merece muchísimo la pena, el personal es encantador, ambiente tranquilo y comida realmente deliciosa.

Se come de puta madre, la comida muy buena, sobre todo las fresas flameadas

Comida espectacular. Servicio increíble y un ambiente relajado. De los mejores lugares de comida japonés que hemos visitado.

Excelente restaurante japonés con influencia Nikkei fusión con Peruana. La carta es bastante variada e incluye sour de maracuya! Repetiremos.

Buscábamos un sitio para cenar por Madrid que tuviera ambiente y se comiera sushi de buena calidad. La verdad que nos sorprendió gratamente. Los platos que pedimos exquisitos. Si bien es cierto, los precios son algo elevados pero se puede comprobar previamente, con lo cual no es ninguna sorpresa. Por último, pero no menos importante, la atención del servicio maravillosa con especial mención a Gregory!!

Excelente en líneas generales: probamos el sashimi variado y tres de los niguiris que nos aconsejaron, calientes, que estaban riquísimos, y acompañamos con el sake frío que también fue una gran recomendación, en jarra y con una muy buena relación calidad precio. De postre el pie de limón, excelente también. Servicio super amable y buenas recomendaciones.

Nos encantó el restaurante , nos encantó la comida , ambiente y el Servicio ofrecido .

Robata tiene un menú variado y atractivo, perfecto para quienes disfrutan de la comida japonesa con un toque especial. Fuimos a celebrar mi cumpleaños y, aunque la experiencia estuvo bien, dejó puntos importantes por mejorar. Desde nuestra llegada, nos recordaron cuánto tiempo teníamos en el restaurante, lo que no fue la mejor manera de empezar la velada. Nos asignaron nuestra mesa rápidamente, pero los problemas comenzaron con el servicio. Las bebidas tardaron entre 30 y 40 minutos en llegar, lo cual nos pareció excesivo considerando que el tiempo total asignado era de solo dos horas. La comida, aunque deliciosa, no llegó de manera consistente. Algunos platos tardaron demasiado (también cerca de 40 minutos) y no teníamos claridad sobre cuándo llegaría lo siguiente, ya que nadie nos informaba del progreso de los pedidos. Esto generó cierta frustración, especialmente siendo un grupo grande de 11 personas. Hacia el final, cuando se acercaba el límite de tiempo, comenzaron a traer los platos restantes a toda prisa, como esperando que comiéramos rápidamente para liberar la mesa. Esta presión fue incómoda y afectó nuestra experiencia, aunque el sabor de la comida fue muy bueno y dejó satisfechos a todos. En resumen, el restaurante es acogedor, la comida es excelente, y lo recomendaría para una salida en pareja o con un grupo pequeño de amigos. Sin embargo, no lo consideraría la mejor opción para celebraciones con grupos grandes, ya que el servicio y los tiempos de espera no están optimizados para ello.

Japonés situado en la milla de oro de Madrid. Propuesta divertida y diferente a los japoneses que está uno dispuesto a visitar. La gran protagonista es la parrilla que manejan de manera excelente. Buena relación calidad precio. Eche en falta mayor asesoramiento del servicio