Restaurante Palacio de Pujadas en Viana

Llegamos un poco justos para comer mi madre y yo ,y preguntamos si podíamos comer y preguntaron a cocina y dijeron que si ,fuimos bien atendidos y la comida deliciosa, repetimos 💯

Hotel situado en un enclave fabuloso de Viana .Muy profesionales y encantadores en todo momento en la atención.Agradecer especialmente la amabilidad de Mayte González ( que crack!!) Alba , Sonia y una señora morena muy agradable que estaba en el turno de noche. Gracias

No se puede aparcar,ni siquiera en la calle por ser centro histórico de Viana.No hay entrada adaptada para sillas de ruedas puesto que hay que subir bastantes escaleras para acceder a recepción y zona de ascensores.

Hotel con encanto propio en una bella ciudad del camino de Santiago. Mucha historia en sus piedras. El personal fantástico

Precioso establecimiento,bien atendido por todo el personal,Habitaciones limpias,espaciosas y con lo imprescindible.Desayuno buffett muy correcto.

Hotel situado en el casco antiguo de Viana, de fácil acceso en coche para descargar las maletas y con zonas de fácil aparcamiento en un par de minutos. Es una zona bastante silenciosa Las habitaciones confortables necesitan un poco de mantenimiento, para su uso, en algunos detalles. En el bar del hotel tienen buena oferta de tapas y vinos y algunos platos de carta ( destaco la hamburguesa 👍👍). El café de la mañana lo hemos hecho aquí porque es bueno. El personal de TODO el hotel nos ha hecho mejor la estancia. Buena situación para visitar bodegas sin la dificultad de moverte y aparcamiento que tiene Logroño.

Sitio muy recomendable para comer, buena relación calidad/precio.

Habitación muy antigua, había un sillón roto que se veía hasta el relleno. La cama no era nada cómoda. Lo que si es que estaba limpia.

Hotel sencillo que podría tener más encanto si cuidarán los detalles un poco más. Las camas algo incómodas y ruidosas. El pueblo bonito pero no creo que pensado en el turismo, salvo excepciones poco amigables.

El hotel es muy bonito por fuera y las habitaciones en general también parecen muy elegantes. La habitación también parecía muy acogedora y agradable a primera vista. El personal es amigable. Me permitieron aparcar mi bicicleta en la zona de entrada. Pero: el precio estaba muy inflado, superando los 130 €, pero por alguna razón todos los precios de la zona aumentaron en ese momento. Sin embargo, a ese precio no puedo ignorar las siguientes deficiencias: Hubo un fuerte zumbido todo el tiempo porque el tubo de escape del hotel aparentemente pasaba por la pared a la izquierda de la ventana (habitación 209, debe ser la misma en las habitaciones de arriba y de abajo). La puerta de la habitación está atascada y cuesta abrirla. La ventana sólo se podía abrir a veces porque algo bloqueaba la parte inferior. Hacía bastante calor en la habitación. El aire acondicionado solo sopla aire caliente. Cuando enciendes la lámpara de noche, también enciendes un punto en el techo que brilla directamente en tu cara porque cuelga holgadamente. Para compensar, el lugar en la zona de entrada no funciona. El detector de humo parpadea (¿cambiar batería?) Junto a la ventana de la derecha hay un agujero en el yeso, de varios centímetros de diámetro, causado por el golpe de la contraventana con el tiempo. No hay enchufe junto a la cama. El desayuno era bastante bueno excepto por el zumo de naranja, que sólo sabía a azúcar. La cena también fue bastante buena, sorprendentemente barata y la camarera fue muy amable.