Restaurante Kate Zaharra en Bilbao

Situado en un lugar con muy buenas vistas, muy buen servicio y muy buen ambiente comida riquísima

Lugar con vistas increíbles de la ciudad de Bilbao. Parking propio. Los pescados ( fue el único plato principal que tomé) espectaculares.

Restaurante caro pero de buen producto. Con unas vistas maravillosas a Bilbao, vinos para aburrir y parking en el interior.

Según llegamos nos preguntan si queremos bodega, decimos que mesa y nos dejan tirados a un lado. La comida muy buena. Para los cafés mucho tiempo de demora.

Muy buena materia prima, servicio atento, amable y flexible. Un gran sitio de precio algo alto

Cuando está lleno el servicio deja mucho que desear. El besugo extremadamente asado, creo que todo por el exceso de aforo. Lástima porque el restaurante es precioso y su situación inmejorable.,

Sin palabras. Increíble el trato la comida y las vistas. No hay ni un “pero”. Gracias por vuestro esfuerzo y trabajo.

Un grandísimo restaurante, calidad, servicio y atención por parte de todo el personal. Buenas vistas y buen ambiente.

Se trata de un lugar en un enclave único y especial: un caserío con las mejores vistas a la mejor ciudad del mundo. El servicio es profesional y se nota que los camareros llevan muchos años allí. Además siempre se suele ver a alguno del Athletic o incluso actores y algun ilustre de la musica bizkaina. Nada más entrar recomiendo tomar el aperitivo en su bodega, si es posible. En cuanto a la comida, es buena y el producto que utilizan es de calidad aunque es verdad que de ese estilo hay sitios que me gustan más en Bilbao si nos ceñimos solo a lo que hay en el plato. Es de estilo tradicional, sin tonterías ni adulterar en exceso el buen producto que ofrecen. Recomendables los garbanzos con bogavante. Un guiso muy bien hecho, la legumbre podría ser un poco más mantecosa pero la salsa es muy sabrosa a la verdura y el propio bogavante. Esta vez comimos de entrante las alcachofas, que estaban ricas y por supuesto naturales, aunque las hojas de arriba costaba más masticarlas. De principales el pescado, besugo, en su punto y de gran calidad y terminamos con chuleta que me gustó menos que el pescado por sabor pero se disfrutó igual. Los postres siguen la línea tradicional y se disfrutan. Como la tarta de queso donde se nota la presencia del huevo y es de cremosidad media. Me gustó. En definitiva, es un lugar con vistas privilegiadas a Bilbao y donde se disfruta y pasa muy bien con una cocina vasca de toda la vida. El enclave es único y magnífico haciendo la experiencia global siempre satisfactoria.

No es la primera vez que venimos. Y cada vez que lo hacemos, lo disfrutamos como si fuéramos por primera vez. La carta es extensa. Pero íbamos enfocados en los garbanzos con bogavante y un buen chuletón. Y de 10!!!!. El vino fue otro plus. Un Ramón Bilbao Edición Limitada. ¡De postre no os olvidéis de la cuajada casera con miel!. ¡Gran experiencia!