Restaurante Iroko en Madrid

La comida está buena, son sabores complejos y ricos, pero es muy, muy escasa para cobrarte 70€, (había un menú especial por San Valentín), pero los menús habituales van de 50€ a 90€, no creo que los tamaños de los platos difieran mucho de los de hoy, lo más abundante ha sido la parte de postre, que es lo que menos me interesa siempre. Estoy acostada a menús degustación en restaurantes como Acebuche de Baeza, Cibus de Úbeda o Canela en Rama de Linares y nunca me fui con tanta sensación de que no mereció la pena El local normalito, limpio y cuidado, pero sin nada espectacular, mesa con mantel, eso me gusta.

Lugar acogedor, el Metre muy majo, la comida muy rica, algo escasa pero mucho sabor y variedad! en general un gran lugar!

Un viaje a lo que su nombre significa " Felicidad ". Comida sorprendente y riquísima . Trato excelente tanto del personal que me atendió hasta del mismo chef que tuvo la amabilidad de explicar algunos platos. Muy buen ambiente Sin duda repetiré a menudo.

Comida espectacular, todos los platos que pedimos nos encantaron. Las croquetas de quesos asturianos y gambon, el ramen y el tartar de vaca rubia. Fueron unos 40€ por cabeza El servicio fue un diez

Platos escasos pero muy elaborados. Todo muy rico.

Me habían recomendado este restaurante y fui con un grupo de amigos, acerté de pleno, el ambiente tranquilo perfecto para charlar, el servicio excelente, la comida original y exquisita con una relación calidad precio muy buena, repetiré sin duda.

No he tenido muy buena experiencia, fui porque me lo recomendaron pero honestamente uno de ellos fue muy mal educado conmigo y nuestras amigas cuando le comentábamos sobre la comida no sé si era el chef pero honestamente después de esa desagradable situación no repetiría, una pena! Porque tenía altas espectativas.

Fui a cenar con unas amigas, nos trataron genial. Lo mejor la comida, espectacular mezcla de sabores . Todo minuciosamente cuidado. Un 10 de 10. Felicidades, volveremos pronto

Cocina elaborada y platos muy ricos de sabor con diferentes texturas. Destacaría sus croquetas de queso y el ragu de setas (irresistible). La decoración está muy bien ambientada y la cocina está completamente abierta casi a modo de show-cooking. Llevan poco tiempo abiertos y se ve que apuntan alto. La media por persona sin postres es de unos 30€ con bebida y sin postre. Es un sitio tranquilo para ir en pareja o con amigos y disfrutar de conversación, música de ambiente suave y buena comida. Cosas a considerar... Los platos rondan los 30€ y no son copiosos.. sugiero pedir plato por persona y no terminaréis saciados. Creo que en algunos platos como el canelón de bogavante y carrilleras se queda muy escaso la cantidad por el importe que se paga. En decoración.. hay una serie de puertas y el baño de hombres que hay que mejorar... Y por último cuidar la vajilla para que no llegue servida en platos esportillados. El personal muy atento y amable... De buen trato, Están recién abiertos pero hay que cuidar la proporción y precio junto con rematar ese ambiente para que vaya a juego con la calidad del servicio y platos.

Por poner un pero sería la botella de agua. Pedi natural y te traen una botella serigrafiada con el nombre pero agua de grifo ¿filtrada? Platos innovadores con sabores intensos, cantidad acertada. Los postres también muy ricos