Restaurante El Senador en Madrid

PRIMERO,quiero destacar a Jesús y las chicas ,el cochinillo y el lechal ,ESPECTACULAR ,PARADA OBLIGADA SI VENIS A MADRID .

El cochinillo de Segovia es buenísimo para quienes les gusta. La tarta de queso también está muy buena. El resto me pareció bastante regular.

todo bien bueno y el mesero marcó bien buena gente

Si en Madrid, con el turismo de masas, aún existe la gastronomía y merece la pena vivir allí y encontrar un restaurante, entonces El Senador es la respuesta. Quien entienda de gastronomía sabe a qué me refiero cuando digo que la postura, la espalda y los movimientos del camarero son como los de nuestra infancia en los 70/80. Excelente bienvenida y comodidad. Carta maravillosa, personal amable y servicio rápido. La carta de vinos aún no está disponible, pero la comparto ahora: una selección excelente. Nos sirven pan y una pequeña salchicha frita sin pedirla. El cochinillo está exquisito, con la piel crujiente. Si pudiera cenar por última vez, sería aquí. Septiembre de 2025.

La comida está buena, pero los platos son caros y algo pequeños para el precio, a destacar unas pocas habitas de bote por casi 20 euros no lo merece. Las chuletillas solo 5, lo habitual es 6. El resto bien aunque subido de precio. Solo una cerveza por cabeza, postre y primero compartido más de 50, sin café ni licor.

Un lugar imperdible en Madrid .

Ya no es lo que era, reservamos una mesa ya que en nuestra ultima visita a Madrid casi no podemos entrar, para nuestra sorpresa el lugar estaba semi vacio y se mantuvo asi por toda nuestra cena. Habiamos comido un cochinillo espectacular y quisimos probar el cordero lechal al horno, una total decepcion ya que nos dieron un pedazo recalentado hecho quien sabe cuando seco y sin gusto. se ve que lo vacio que estaba es porque hay muchos habitues que opinan lo mismo que nosotros.

El cochinillo está bueno pero sin más. Era súper graso. Y sin mucho sabor

La comida muy rica aunque algo escasa las raciones. El lugar emblemático enfrente del Senado español, y nuestro camarero Enrique nos amenenizo la comida con su simpatía.

Estaba un poco preocupado por algunas críticas negativas en aquí, pero me alegro de no haber sido pospuesto. Está literalmente frente al Senado. Te sirven pan y chistorra para empezar (ambos serán facturados) y realmente dio en el punto. El pan era crujiente por fuera y blando por dentro. Chistorra era tan bueno que estábamos limpiando el aceite con el pan. Cuchinillo era tan suave y la piel tan crujiente, que estaban cortando con placa. Cordero tan sabroso sin ningún sabor juguetón y muy tierno. Estaba crujiente en los bordes y tierno por dentro. No se mencionan en las reseñas, pero no deben faltar, son las chuletas. ¡Pero eso no es todo! Comimos arroz con leche de postre. Ahora soy fan y tendré que intentar hacerlo en casa cuando vuelva! El precio es casi el mismo en cualquier otro restaurante. Sugiero compartir platos para que todos puedan probarlo todo y hacer que las porciones sean generosas. Para 4 pedimos cordero asado para 1 , cuchinillo para 1 , chuletas de cordero, una ensalada verde para 4 , 1 entrante de pulpo (también genial pero eclipsado por la carne) y eso dio como resultado un GRAN almuerzo. El servicio fue tan atento y amable a pesar de que sabíamos sobre 5 palabras de español. Por favor apoye a este gran restaurante. Tienen que estar en el negocio por mucho tiempo para que pueda volver.