Nunca dejará de sorprenderme Ovillo en cada visita. Repetir algunos de sus clásicos y probar novedades. Todo con una calidad excepcional. Si, encima, el marco es tan bonito y sus empleados tan profesionales y agradables, qué más se puede pedir? No dejéis pasar una experiencia en este restaurante!
padiga153
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18 Octubre 2025
10,0
Una experiencia fantástica!!!!
Gracias Lidia por tu profesionalidad a la hora de asesóranos !!
Volveremos
Sigo diciendo que este lugar me hace feliz…
Cristina Aguilar Crespo
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16 Octubre 2025
10,0
Super fan de Ovillo, el Restaurante más Sostenible y Social que existe.
La comida, su chef, el servicio, la decoración, todo extraordinario!!
Sonia Quirce
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13 Octubre 2025
10,0
Carta en constante evolución, buen producto y mimo en el trato. Impecable!
José M. Balaña
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12 Octubre 2025
10,0
Hemos ido a cenar mi marido y yo con mis padres y ha sido una auténtica experiencia. Hemos pedido el menú Madeja (9 pases y 3 aperitivos) y no podemos decir más que es un 10. El servicio ha sido perfecto y hemos disfrutado mucho de esta cena en familia.
Muchas gracias a todo el equipo, volveremos!!!
Claudia Moreno
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09 Octubre 2025
10,0
Una experiencia espectacular. Fuimos a cenar y elegimos el menú degustación de 7 pases: cada plato fue una sorpresa, con una combinación de sabores y presentación impecables. El servicio, simplemente exquisito —atentos en todo momento y con un ritmo perfecto durante la cena. El local es precioso, con una atmósfera cálida y cuidada que no esperábamos. Y mención especial para Ismael, que hizo que la experiencia fuese aún más cercana y agradable. Sin duda, un lugar para repetir y recomendar.
Esteban Calzas
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05 Octubre 2025
10,0
Una comida espectacular junto con un gran servicio. Gran experiencia.
Alvaro Peregrin
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02 Octubre 2025
10,0
Excelente de principio a fin. Tomamos el menú de ocho platos,y una calidad y elaboración estupenda. Servicio muy atento y amable, en especial Ismael y Mustafa, muy agradables. Volveremos seguro.
Gonzalo del Carre
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27 Septiembre 2025
10,0
Espectacular desde el mismo momento que entras. Un espacio que desde el primer momento te sientes afortunado de estar ahí. El servicio magnífico y la comida espectacular. Ganas de agradar y calidad en todos los platos. Para repetir con familia y amigos y con ganas de llevarles.
Patricia A.
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05 Junio 2025
10,0
En el amplio espacio de una vieja fábrica de marroquinería, en el barrio de Prosperidad, se ubica Ovillo.
Mesas redondas ocupan un espacio donde el tiempo se ha visto detenido. Las blancas ropas del servicio de sala dan serenidad a un restaurante que quiere ser tranquilo, y que en las noches, iluminadas las mesas por velas, queda misteriso, pero no cómodo para la visión el comensal que quiere poder ver, para mejor disfrutar, de lo que va llegando a la mesa.
La carta de Ovillo es amplia, y además se la acompaña de sugerencias del día que hacen más extensa la propuesta que desde cocina pone en marcha el chef Javier Muñoz Calero .
La cocina que se practica en Ovillo, en una cena en el mes de mayo, con mucho calor en la ciudad, pasea por platos clásicos, Callos o carnes acompañadas de salsas clásicas, como un lomo de ciervo con salsa Perigord, hasta juegos más atrevidos como la berenjena asada con caldo de miso.
Buen pan el que ofrece la casa, y muy buenas las focaccitas sin gluten, que junto a unas láminas/pan de lentejas, hacen del elemento básico un disfrute.
Para acompañar esta bienvenida un poco de mantequilla con cítricos.
Y unas láminas de salchicha de ciervo y corto. La sal como conservarte será algo que aparezca a lo largo de la cena, y permanezca en el paladar más tiempo del deseado, pidiendo agua durante la noche, ya fuera del restaurante.
En los primeros probados hay afectividad y notas no tan certeras. Mientras que el erizo se presenta fresco y sabroso, el pulpo, sin sabor, queda oculto en un juego de matices y salsas que no le hacen ningún favor. Sabroso el carpaccio de Corzo, pero donde más personal el aliño que la carne.
Las chips de oreja son un entrante que tal como se presentan, sabrosos y picantones con gracia, merecerían un contraste húmedo que les diera mayor personalidad.
El esponjosito de rejo es un bocado bien resuelto, aunque su tamaño sea algo mínimo.
Los pescados, una corvina escabechada y un rape con holandesa quedan insípidos, y ni hay acidez en la holandesa para contrastar con un deslavazado rape, ni la corvina recibe la rusticidad viva de un escabeche que merecía más potencia.
La textura del lomo de ciervo, acompañado de la salsa con notas trufada, está muy bien de textura, lástima que la crema de calabaza no redondee con más personalidad sápida la construcción.
Gloriosos los callos. Melosos, ricos, nada pesados y muy equilibrados.
El servicio de sala queda algo tímido y distante, cometiendo errores infantiles.
La carta de vinos que propone Ovillo es aburrida, sin hacer oídos a tendencias que el mercado del vino nacional tiene ahora muy presente. No hay referencias en el campo de los blancos a vinos del sur, por poner un ejemplo. Y con errores como el de servir añadas que no son las indicadas en la carta. Los precios de los vinos duplican, por lo general, el precio en tiendas especializadas.
Resulta sorprendente como en tiempos actuales las correcciones de las cartas no se tienen al día.
Adecuado servicio de copas para el vino, optando para un único modelo para todos los vinos, ya sean espumosos o tranquilos.
La luz sobre la mesa, pese al supuesto romanticismo de las velas, queda como materia que después de los años que el restaurante lleva funcionando, al menos en sesión nocturna, debería prestarse algo de atención.
Desigual experiencia que no contempla una cocina total, ni desde luego una sala que merece una mayor atención.
Precios altos para el binomio relación calidad placer.
Explore785914
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31 Mayo 2025
6,0