Restaurante Casares en Segovia

Una de las mejores elecciones, atención de 10, comida espectacular, el lugar es muy acogedor, muy buena elección.

Comida muy rica a pie del acueducto de Segovia. Probamos la ensalada de mango (espectacular) cochinillo y cordero. Muy rico todo. El sitio estaba muy muy lleno de gente. Los fines de semana es necesario reservar.

Buena comida y atención del equipo

Ambiente perfecto, servicio impecable y lo mejor de todo precio razonable, un 10 en todo

Muy bien lugar, tapas y menús excepcionales. No le pongo 4 estrellas porque nos llegó algo frío el cochinillo, pero aún así estaba muy rico. Recomendable!

Tenía ganas hace tiempo de probar un menú segoviano y el restaurante para hacerlo no pudo ser una mejor elección. El restaurante cuenta con ese menú a un precio de 37€, incluyendo postre, agua, vino y pan. El servicio es excepcional, la decoración muy acogedora, la calidad de los platos de 10 y la ubicación inmejorable, a escasos metros del acueducto de Segovia. Lo recomendaría sin ningún tipo de duda.

Sitio muy elegante y cómodo, con personal muy profesional y rápido. El cochinillo es excelente, así como sus croquetas liquidas de gamba (tamaño XXL)

Correctito. El sitio muy céntrico , al lado del acueducto Nos dijeron que cocinaban muy bien el cochinillo y allí fuimos Cogimos el menú segoviano, la sopa castellana era bastante caldosa, se sabor bien pero como agua chirli. Los judiones correctos, para tirar flores tampoco . Es curiosa la forma en que te sirven los platos de cuchara, la chica te trae una pequeña olla a la mesa , y casi con la cabeza metida en la olla, con su cara a un palmo de la comida , mientras habla sobre lo que te vas a comer, va sacando con el cucharón la comida y sirviéndote. Después te pregunta, va bien así? , y te dan ganas de contestarle, tú sabrás... El servicio, aparte de esto, muy bien, atentos El cochinillo de segundo, bien pero presentado encima de un plato sin NADA fue algo que me extrañó, será costumbre...no sé Como postre probamos el ponche, que estaba muy rico pero claramente no lo hacen ellos.

Nuestro hotel estaba a pocos pasos de este restaurante y al llegar necesitábamos un poco de almuerzo y el hotel recomendó este lugar. Al principio sospechaba porque somos amantes de la comida y había un Burger King y McDonalds intercalado entre este restaurante y nuestro hotel, por no mencionar que estaban literalmente en el Acueducto, una atracción turística importante. Eran alrededor de la 1 pm así que nos dijeron que no podían sentarnos a almorzar hasta la 1 : ¡30, esto es España! Caminamos un poco y volvimos, el lugar es grande y estábamos sentados en un hermoso comedor con vistas al Acueducto. El servidor estaba SONRIENDO, algo que no siempre vimos durante nuestras tres semanas en España. Ella era realmente agradable y parecía feliz de servirnos. Probamos ambas sopas, una con ajo y otra con frijoles. Dos mujeres vinieron a nuestra mesa a cucharear las sopas en nuestros tazones, ¡una hermosa presentación! Estas sopas eran INCREÍBLES. Cocina casera, comida local! Luego, tuvimos una gran ensalada casera que era algo que anhelábamos después de un mes en Europa, y no siempre se ve esto en los menús en invierno. ¡Pero fue perfecto! Compartimos una buena botella de vino... y luego comimos un postre precioso. Tenía reservas para cenar en otro lugar y estuvieron casi tentados de cancelar para volver a Caseres. Había tantas cosas en el menú que queríamos probar! Los lugareños estaban comiendo allí. ¡Esta fue buena comida! En su lugar, volvimos a tomar un cóctel por la noche, ya que tienen un gran bar. El mismo servidor del almuerzo seguía funcionando, su nombre es Eli (Eliangel) , y era tan amable. Aunque su inglés era limitado ella fue capaz de hacernos sentir muy bienvenidos, lo que nos pareció una rareza en España. Tomamos una sola tapa (mejillón relleno) porque todos se veían muy bien y no pudimos resistir. Hicieron un esfuerzo para hacer un martini como yo quería. Este restaurante es un hallazgo raro y volvería en un santiamén.

Si buscas una experiencia gastronómica única en Segovia, el Restaurante Casares es una elección perfecta. Desde el primer momento, el trato es impecable gracias a Adrián, Robert y José, que te hacen sentir como en casa con su profesionalidad y amabilidad. La comida es excepcional. Los torreznos son crujientes y jugosos, los judiones melosos y llenos de sabor, y la sopa castellana es pura tradición. Las croquetas de gamba líquida sorprenden por su explosión de sabor y creatividad. Los postres son el broche de oro: el cristal de helado es una combinación de texturas increíble, y la torrija caramelizada, sencillamente deliciosa. Un lugar totalmente recomendable donde cada detalle está cuidado al máximo. ¡Volveremos pronto!