Restaurante Casares en Segovia

Es un sitio muy acogedor, ideal para disfrutar de una buena comida en un ambiente agradable. La comida está bastante buena, bien elaborada y con una relación calidad-precio más que correcta. Pero si algo merece una mención especial es la atención recibida. Desde el primer momento nos atendió un camarero excepcional, Darío Gómez Romero, que nos recibió con una sonrisa de oreja a oreja. Muy simpático, atento en todo momento y con una forma de tratar al cliente realmente especial, de esas que no se ven todos los días y que marcan la diferencia. Da gusto encontrar a profesionales así, que hacen que la experiencia sea aún mejor. ¡Un saludo grande para Darío y gracias por el trato! Sin duda, un lugar para repetir😝

Fuimos a comer dos personas, una de ellas celíaca. El menú sin gluten nos pareció excesivamente caro, ya que son 42 € por persona, pero aun así lo escogimos para facilitar el trabajo en cocina, ya que veíamos que había mucha gente en la sala. Aun así, creemos que debería existir alguna opción intermedia. Además, echamos en falta una mayor guía a la hora de pedir: nadie nos informó de si las raciones eran grandes o pequeñas ni nos preguntaron cómo éramos de comer. En nuestro caso, se nos hizo un mundo terminar los platos, algo que debería explicarse previamente para evitar esta situación. Al margen de esto, las camareras que nos atendieron tuvieron un trato correcto, aunque volvemos a echar en falta esa información sobre las cantidades. Sin embargo, la jefa o encargada de sala no nos resultó especialmente cercana: al entrar nos ignoró a pesar de estar justo a su lado, estuvo yendo y viniendo a la barra y, tras esperar unos 10 minutos y dejar pasar a una pareja que llegó después que nosotros, finalmente nos atendió de manera poco cercana. No repetiríamos. La comida estaba buena, pero no consideramos que valga lo que nos costó.

La comida estupenda! Los judiones y el cochinillo exquisitos, Victoria, una chica joven q nos atendió muy amable y profesional, da gusto q te atiendan así de bien

Tardamos 2 horas en comer el menú del día. Entramos antes de las 2 , salimos 2 horas despues

Céntrico pegado al acueducto...restaurante con varios comedores muy grandes pero no por eso nos hicieron esperar...pedimos el menú segoviano ...uno con cochinillo y otro con lechazo...mucha comida y eso que de primero pedimos ensalada y sopa castellana ...postres ...pan y vino y cafés por menos de 90 euros.Un plus a los camareros súper atentos sin ser cansinos...Manteles y servilletas de tela.Era fin de semana y por supuesto con reserva hecha de dias anteriores y aun así nos dieron a las tres y media de la tarde...no puedo poner nada negativo

Hemos comido el menu Segoviano, la judias de la Granja estaban muy buenas y muy sabrosas, el cochinillo con la piel muy crujiente y jugoso,el ponche como postre ,un acierto.La única sugerencia; que el cochinillo podria venir con alguna guarnición 😜. Muchas gracias por vuestro servicio,lo recomendaremos!

Muy bien atendido pero lamentablemente el cochinillo no estaba ideal. Lo siento porque el resto fue excelente

El sitio me gustó mucho pedimos 2 menús ejecutivo y 2 segoviano, yo tenía ganas de comer cochinillo y estaba muy rico, el trato fue muy bueno y cuidando cada detalle. Sin duda va a ser uno de mis sitios preferidos de Segovia.

La comida en general bien, Pero, falló en los postres y en el café. Las 4 personas de las 14 que pedimos la panacota de violeta opinamos lo mismo, no nos gustó. Tenía un sabor que nos recordaba a crema de cuerpo... No se podía decir q estuviera desagradable pero es verdad que era un postre que era raro. Y todos coincidmos. Se dijo a quien nos iba atendiendo para que se tuviera en cuenta, pero nos dijeron que era así. El café, bueno... Eran templados todos.

Ya habíamos estado el año pasado y nos encantó. El año pasado comimos en la planta baja. Este año en la planta a nivel de calle, nos ha gustado incluso más. No pedimos en la calle porque hacía calor y preferíamos el aire acondicionado del interior. La comida muy rica y el personal muy amable. A la noche volvimos para cenar y estuvimos en las mesas de la calle con vistas al acueducto. De maravilla. Repetiremos. El cordero estaba estupendo y la merluza en salsa verde de las mejores que he comido.