Restaurante Barten en Toledo

Llegamos a una hora intempestiva (19.00) con 37 grados en la calle. Amabilidad, cercanía y gente amigable. No había gente, pero la sola presencia del camarero nos hizo sentirnos acogidos. La música (jazz) perfecta.

El restaurante es nuevo. Se encuentra en un acogedor sótano con una decoración muy cuidada. La comida, muy bien preparada y sabrosa, es una versión moderna de algunos clásicos de la cocina española. Todo tiene buena pinta. Excelente relación calidad-precio. Una experiencia que vale la pena repetir.

Es un sitio precioso. Alejado de todo el centro y de donde está todo el mundo, nos vino genial porque estaba todo lleno y tuvimos la suerte de entrar aquí. El trato súper bueno y la comida también. Genial para picar algo/ cenar. Muy muy recomendable.

Es un restaurante para tapear cercano al casco. El sitio es muy chulo distribuido en cafetería y salón, y la música que le acompaña es ideal. Pedimos a compartir carcamusas, gambas canoli, duo de arepas que estaban increíbles, y pollo Kentucky. El servicio fue un poco lento pero agradable.

Pedimos cannoli y duo de arepas y nos ha encantado, al igual que el servicio y atención. Repetiremos. Muy amables y atentos. Local muy original.

La comida muy rica, nuestro fallo fue pedir los tres platos con rebozado. La próxima vez, probaré otro tipo de comida. La única pega, los langostinos con salsa de mango que en mi opinión, están muy insípidos con esa especie de masa alrededor, la cual, le quita todo el sabor al langostino para no aportar nada. Los calamares buenísimos y las croquetas de rabo de toro también. En general el lugar es precioso, el ambiente, tranquilo y relajado y el servicio excelente en mi opinión. Volveré sin duda, ha sido un buen descubrimiento.

La comida estaba exquisita, el pad thai es un escándalo lo rico que está. El sitio es muy agradable y el personal pone la guinda al pastel, super simpáticos y atentos

Un lugar para ir sin duda en Toledo. Restaurante en cuevas decoradas con gusto y muy agradable. Buenas relación calidad-precio

Este lugar alcanza todas las marcas de servicio y hospitalidad. La comida y el vino también son excepcionales y todo tiene un precio razonable. Entramos tarde en la noche y sin embargo nos dieron la bienvenida como en la casa de alguien.

Local muy bonito con un encanto especial, A tener en cuenta que hay escaleras para bajar ( por movilidad reducida o carritos de niños) El personal muy simpático nos atendieron muy bien ante cualquier duda. La comida muy buena y bien presentada. Pedimos 3 platos a compartir: carcamusas, burratina y bolas de ciervo. Muy rico todo. Para terminar, 2 postres: tarta de queso y duo de chocolates( que aunque no estaban mal tampoco nos entusiasmaron) Pudimos comer con nuestra perra sin problemas, lo cual se agradece para los que viajamos con nuestros peludos ;) El precio me pareció razonable, no es barato pero tampoco caro como veo en algunos comentarios. Unos 70€ todo. Recomendable ;)