Restaurante - Bar Capri en Quesada

Sitio excelente, hemos pasado por el pueblo de vuelta de la ruta y hemos comido genial, abundante y muy bueno. El camarero super simpático , lo recomiendo al 100%

Un lugar increible para disfrutar de una buena comida/cena, precios incomparables, cantidad de comida mas que suficiente y el trato por parte de los camareros Alfonso y Antonio es inmejorable. Si algún día volvemos a Quesada, vendremos 100%.

Muy recomendable. Platos muy abundantes de comida casera. Personal muy agradable.

Está situado céntrico, raciones muy grandes y a buen precio, recomiendo coger medias si no lleváis mucha hambre, con una bebida te incluyen una tapa grande a elegir entre muchas de la carta, la atención de los camareros ha sido muy buena y muy amables, recomiendo ir

En el centro de Quesada pequeño restaurante, con bastantes mesas en la plaza. Fuimos a comer choto y nos encantó. Pedimos un pulpo a la gallega y no nos gustó. Precios muy asequibles.

Restaurante minimalista dcy sólo 5 mesas.No ponen mantel i siquiera de papel. A pelo. Como visitante profano en los hábitos de esta zona, cometí algunos errores. Primero describire el conjunto: el local es prohibitivo para personas con movilidad reducida, entrada con peldaños, comedor con espacio mínimo y servicios en perfecto estado de limpieza pero con un acceso dificilísimo con tres niveles en un metro cuadrado. La decoración, indescriptible, unos cuadros naif naif naif. Uno de ellos pretende representar una plaza del pueblo (supongo) desde una perspectiva cenital de dron. El otro, una cabeza de payaso junto a una de arlequín, un maridaje perfecto. El servicio, para un sitio tan reducido, deja mucho que desear. Sólo un camarero para el pequeño comedor y la terraza de la puerta. La persona que nos tomó nota de la comida y a la que le pregunté del tamaño de las raciones, no me advirtió de que eran exageradas para 2 personas. No quiero dejar de referirme al camarero: de edad indefinida, muy locuaz y simpático, iba alardeando de sus dotes cinegéticas con estilo y desenfado ,creando empatía. Carta fundamentada en carne de caza cordero y chacinas, setas y productos de cercanía. La calidad es muy buena pero poco cuidada la presentación y el ritmo de servicio entre plato y plato. Aconsejo no pedir las "raciones" que especifican en la carta salvo que vayan a comersela cuatro personas hambrientas o seis con ganas. Nos pusieron tantas gambas fritas que nos dejamos más de la mitad. La media de guiscanos, excelente salvo que estaban más fríos que los pies de un crucificado. Cuando fui a pagar y le hice la observación al jefe me dijo que si se lo hubiese dicho antes me lo hubiesen calentado en el microondas, MORTAL de necesidad. El cordero lechal, a la plancha, excepcional, de 10, determinante para no calificar más bajo al restaurante. El precio es alto para lo que ofrecen pero no exagerado. Otro aspecto que salva la excelencia del cordero. No apto para exigentes, recomendable para comisiones poco "detallistas".

Comida muy buena y lo mejor el camarero copito de nieve nos ha hecho sentir en casa,repetiremos.

Estuvimos tomando un refresco y cerveza y nos pusieron unas tapas expedidas el sr. Súper amable, muy competitivo en precio y el lugar muy agradable.

Es un bar de los de siempre, con camareros que saben trabajar y la comida abundante y rica.

Buen servicio, el Sr de la barra nos atendió estupendamente. La comida superabundante. Precios muy ajustados. Muy recomendable.