Restaurante Alabaster en Madrid

La comida es excelente y el trato aún mejor

Un buen lugar para comer , la comida excelente 👌

Todo espectacular, el trato de Dani perfecto, volveremos

Muy recomendable. Especialmente los carabineros con huevos y el arroz con puntilla en llandas individuales. Excelente trato del personal, sobre todo de Dani. Volveremos

La comida está buena pero la relación calidad precio, no justifica los precios. El servicio es excelente. Quizás los metres un poco estirados, pero el servicio de camareros muy amables y cordiales.

Gran producto y servicio. El precio, muy alto.

Mi restaurante de Madrid preferido porque todo es perfecto. Nosotros solemos ir a cenar y está todo buenísimo. El sitio es agradable y elegante y el servicio es muy atento y te aconsejan muy bien.

Alabaster en Madrid es el ejemplo perfecto de cómo la cocina tradicional puede convivir con pequeñas pinceladas innovadoras, sin perder nunca la esencia y la sustancia del sabor. Aquí se puede pedir tres platos, disfrutar plenamente, salir satisfecho y con ganas de volver. La posibilidad de compartir diferentes platos, todos con una cantidad generosa y buena presentación, aporta un valor esencial a la experiencia: no hay que preocuparse por pedir varias cosas y dividirlas, porque el restaurante lo fomenta y lo facilita. A diferencia de ciertos restaurantes estrellados donde la ración es mínima y todo está medido al punto que indican en el menú qué platos "no son para compartir" por su cantidad, en Alabaster puedes compartir los principales sin temor a que te quedes con hambre o decepcionado. El resultado es una experiencia cálida y honesta, respaldada por una cocina cuidada y un equipo profesional atento en la sala. La única peca es la carta de vinos, que no presenta soluciones de vinos ecológicos por copa. La escasísima oferta y atención a los vinos ecológicos constituyen el único punto débil de este local. Pese a ello, Alabaster ofrece una alternativa mucho más recomendable y auténtica para quienes buscan disfrutar de buena cocina en Madrid.

Es un restaurante al que merece la pena ir y volver varias veces para probar toda la carta. Es exquisito cada plato. El steak tartar sobre el tábano es una animalada, de 10! el mejor que he probado y llevo unos cuantos! El servicio es otro 10! y la carta de vinos muy buena. Nos recomendaron un vino dulce para acabar exquisito (no recuerdo el nombre...)

He venido ya dos veces a este lugar. Me parece único e inolvidable. Sus platos son espectaculares y su servicio es de alto nivel. Lo recomiendo para una ocasión más formal e irrepetible.