Restaurante Adaly en Madrid

De lo mejor que he probado en Madrid, él pichon es sublime y un servicio maravilloso

Probamos un menú corto muy bueno, sabores potentes, cocina moderna bien cocinada. El precio es acorde a la calidad y cantidad. Servicio agradable, volveremos seguro.

Menú degustación exquisito, servicio estupendo y gran calidad en las elaboraciones. Merece la pena. Gracias

Un lugar para disfrutar. Excelente trato y sabores que merece la pena descubrir. Un regalo estar alli

Es un restaurante que alcanza con éxito un balance muy difícil de conseguir. En todo momento la calidad de los platos y el servicio te hacen saber que estás ante algo muy especial y único. Pero la atmósfera es cálida, acogedora y familiar en todo momento, haciéndote sentir uno más de la casa.

Comida espectacular!!! Se nota que hay mucha preparación en la forma de elaborar los platos y mucho cariño. Para mí es un sitio de estrella michelin. Calidad precio muy bien. Soprende mirar a la cocina y ver a 3 chicos tan jóvenes cocinando de la manera en la que lo hacen. Un placer, volveremos.

Extraordinario. Muy bueno de principio a fin, elaboraciones muy buenas con productos de primera. Carta de vinos también muy buena. Para repetir.

Hoy hemos comido allí y el precio por cabeza son 100 €, la calidad de la comida lo merece pues ha sido un menú degustación espectacular. Sitio muy recomendable

Tuvimos una experiencia gastronómica absolutamente fantástica con mi grupo en Adaly hace varias semanas comenzando con el menú degustación, lo ampliamos un poco - estuvimos allí durante más de tres horas y cada bocado, cada sabor, cada bocado, fue un placer disfrutar. El servicio y la presentación fue fantástico. Todo fue presentado y servido de una manera muy elegante y estaba muy delicioso. Sin duda un lugar para volver de nuevo -

A veces merece la pena gastarte un poco más y olvidarte del típico menú del día. Es el caso del menú Esencia de Adaly. Disfrutas de cada bocado donde se nota la dificultad de elaboraciones. Empezamos por una crema de castaña que parece más bien un postre muy rico para abrir el apetito. Lo siguen otra serie de canapés como el exquisito crujiente de oreja, una tartaleta del pollo al curry, risotto, flor de alcachofa muy sabrosos. Principales como bacalao y cordero a baja temperatura (riquisimo). Quizás para mi el bacalao aun en su punto, no le pega esta crema de fabada, ya que si lo tomas junto al bacalao, el pescado pierde sabor y si no, queda seco. Por último el postre una maravilla de sabores y temperaturas. Personal muy atento y explicando cada plato. Me parece una relación calidad-precio muy buena.