Rausell en Valencia

Gastronomía de 10, tanto en el salón como en sus platos.preparados para llevar...paella y pollo asado pará lós domingos

Un local donde puedes desde almorzar hasta comprar comida para llevar. Muy recomendable los almuerzos con productos de calidad, gran variedad de bocadillos, buen trato y servicio; y limpieza. No es barato

Comida muy rica 😋 las paellas son las mejores

Posiblemente los mejores pollos asados de Valencia. Cabe destacar también las croquetas de boletus y los tigres, aunque todo lo demás que no he probado, tiene una pinta estupenda tambien. El unico problema son las colas de espera, bastante caoticas y confusas, deberian priorizar a los que hacemos encargos por telefono, puesto que a veces es mas larga que la normal, ademas unos dias tienen una cola rapida si quieres solo pollo asado, pero otros no. Es bastante frustrante.

Tanto el restaurante como la sección que tienen de comidas para llevar son muy recomendables. El restaurante es un local tranquilo. Y en las comidas es aconsejable encargar el pedido para no tener que hacer las largas colas .

El mejor restaurante de producto de la ciudad. Trato familiar, la barra tiene un surtido increíble y una rotación incesante. Hay lista de espera para conseguir un taburete. Los hermanos José y Miguel Ángel Rausell entienden la hostelería como pocos.

Excelente restaurante en VLC con mucha calidad , elaboración y variedad de alimentos, especialidades en marisco, muy recomendable

Restaurante clásico, tan bueno como siempre. Hace muchos años que voy y siempre es delicioso.

Rausell es el combo perfecto de restaurante tradicional de larga trayectoria, con buen producto y buenos platos, y que en los últimos años está en boca de todos, casi tanto como sus bravas, consideradas de las mejores de Valencia. Así que allá fuimos, una cena tranquila y relajada de reencuentros acompañada con buena comida y buena compañía. Nada más llegar en la mesa había una panera con pan de ese que te acabas de comer antes de siquiera empezar y unos botecitos con papas, cosas que se agradecen y cada vez se ven menos. En nuestra visita no podían faltar las bravas, la salsa bien, pero quizás esperaba una patata más crujiente por fuera, y que siguiera manteniendo un interior más blando. Seguimos con los boquerones rebozados, bien, una parrillada de verduras que la verdad no llamó mucho la atención, pero no se si se le puede pedir algo más. El toque diferente vino con una cazuelita de puntillas (no las rebozadas) con habitas, estaban buenas, pero muy sin más. Lo que sí tiene especial mención fueron los berberechos, buen tamaño y buen sabor. Terminamos con 3 postres, la torrija, la tarta de chocolate y la tarta de avellana, con especial mención a esta última. La verdad esperábamos más de este sitio después de todo el hype que habíamos escuchado. Un restaurante de tapas bien pero nada sorprendente.

De toda la vida este local se ha distinguido por servir platos clásicos con muy buen material y lo sigue haciendo. Pedimos varios platos para compartir y la calidad del producto nos pareció sublime...hacía tiempo que no probaba una anchoas tan deliciosas.... Servicio rápido, profesional y serio y el precio, dada la calidad, no me pareció elevado ( no hace falta llevarse la chequera) Hay que dejarse hueco para los ricos postres-tendré que volver a por la torrija-