Quinqué Madrid Restaurante en Madrid

Sitio muy sorprendente, con camareros atentos y gran simpatía, destacando el detalle de traernos dos platos con la comida ya separada (éramos 2 personas) para cada uno de los platos que pedimos para compartir (un detalle que no se ve en todos los lugares). A destacar la tortilla de merluza, las Verdinas y el arroz, tres platos súper recomendados.

Nos ha gustado mucho. Restaurante muy agradable, la comida muy rica y el servicio estupendo, muy atentos.

Excelente comida y servicio. El local, muy bonito tiene un problema de reverberación que hace difícil mantener una conversación en la mesa. Por eso no lo puntúo con 5 estrellas.

Sabía que era un buen sitio, pero me ha sorprendido mucho más de lo que me esperaba. El trato del personal ha sido increíble en todo momento. El sitio es super bonito y acogedor. El producto que ofrecen es de primera calidad, desde la variedad de carta hasta la variedad de sabores y presentación de cada plato. A destacar las verdinas, la tortilla (de las mejores que he probado es muy original, merece mucho la pena), el arroz de pichón. Algo que me gusta mucho es que tengan medias raciones y el hecho de que dividan los platos en este caso en dos personas para que podamos repartirnos todo mejor, es un detallazo. Nos invitaron a una degustación de postres, buenísimo también. Sin duda es para volver y probar toda la carta

Fuimos a comer, nos gustaron sobretodo las croquetas y los postres, tarta de queso y flan, los mejillones un pelín pequeños y no nos sorprendieron, tomamos arroz y nos pareció un poco salado. El salón es muy bonito , una pena que las mesas estén tan juntas que pudimos oír todas las conversaciones de las mesas de al lado. Las botellas de agua que tienen son pequeñas de 0,50 y es bastante incómodo.

Nos encantó todo. Recomendable. Volveré

La visita a Quinqué no defraudó. Pedimos varios entrantes, entre los que destaco las croquetas y la tortilla con piparra. Aunque creo que en algunos de ellos había margen de mejora. Para mi gusto, demasiada mayonesa en la tortilla, que estaba muy buena, pero la tapaba. La alcachofa con anguila lo mismo, en conjunto está bueno, pero la salsa de foie se come completamente el resto de productos, la anguila ni la notas. De principal elegimos el arroz de pitu, que la verdad estaba buenísimo. La carne se deshacía, un platazo. Pero nuevamente había un pero, estaba un pelín salado. Ambos comensales lo notamos. De postre pedimos flan y arroz con leche. El flan es un auténtico 10, la textura, el sabor... Lo disfruté. El arroz con leche estaba muy bueno, pero baja mi punto de vista, le sobra tanto quemado de azúcar para el arroz que viene. Al final te tapaba el sabor del arroz, que si lo comías sin el quemado estaba delicioso, pero con él sabía demasiado a azúcar y desmerece el postre completamente. En resumen, un restaurante al que probablemente vuelva, pero con platos a mejorar, especialmente la alcachofa y el arroz con leche.

Pedimos croquetas, burrata y media de mejillones de entrante a compartir. Principales perdiz en escabeche, arroz de pichon y corzo que estaba fuera de carta. Postre tarta de queso y tartaleta de limón. Todo riquísimo. Lo que quizas más normal (dentro de que estaban miy buenas) la croquetas. Repetiremos seguro!

Nuestra experiencia fue sin duda cinco estrellas. Y los precios eran muy muy razonables. Tenga en cuenta que si no habla español, sería un desafío cenar aquí. Mi marido habla español y pudimos usar Google translate para el menú. Tuvimos una experiencia excelente. ¿Había estado aquí solo? Hubiera sido un verdadero desafío. En cuanto a la comida y el servicio todo fue genial! El sumiller recomendó un delicioso vino blanco que solo costaba 35€. Cenamos en los caracoles guisados, conejo en escabeche, hombro, arroz con palomas, y ñoquis de jabalí guisados. Cada bocado fue fantástico, y las salsas eran increíbles. La factura total era de unos 140 € antes de la propina. Recomendamos encarecidamente este restaurante.

El ambiente del restaurante es muy bueno, agradable y acogedor. La comida es estupenda y con buenos ingredientes. Sin embargo, la Sommelier ha sido muy maleducada, incluso un poco agresiva. No son formas que se esperan por parte de trabajadores de un restaurante. Por lo demás, todo genial.