Quinqué Madrid Restaurante en Madrid

Pedimos croquetas, burrata y media de mejillones de entrante a compartir. Principales perdiz en escabeche, arroz de pichon y corzo que estaba fuera de carta. Postre tarta de queso y tartaleta de limón. Todo riquísimo. Lo que quizas más normal (dentro de que estaban miy buenas) la croquetas. Repetiremos seguro!

Ha sido una experiencia memorable. Platazos únicos y un ambiente que te invita a quedarte... probamos su famosa croqueta y he decir que estaba increíble. Recomendable reservar con tiempo.

Llevábamos meses detrás de probar este sitio y hoy por fin hemos podido hacerlo. No solo ha cumplido nuestras expectativas sino que las ha superado con creces. El producto es excelente. Hemos pedido las croquetas de jamón, la ensaladilla rusa, el arroz y jabalí para compartir y cada cual nos ha gustado más que el anterior. Además han tenido varios detalles antes durante y después de la cena, con una delicias que nos han dado que todavía ha subido más el nivel. De verdad, nuestras más sinceras felicitaciones. Volvemos seguro.

Una experiencia maravillosa, de disfrutar cada bocado y no arrepentirte al pedir ningún plato. Fuimos recomendados y no nos ha decepcionado en absoluto. Pedimos para compartir, fuera de carta, espárragos blancos de Tudela con salsa holandesa: sublime. De principales pedimos para compartir la raya con mantequilla y el arroz con pichón, nos partieron las raciones y nos sirvieron a cada uno un plato. La raya era deliciosa, daban ganas de beberse la salsa, un equilibrio perfecto, nada pesada. El arroz tenía un sabor realmente potente, aún así, con un buen equilibrio en boca con algunos toques más crujientes y frescos en algunos momentos, la carne estaba realmente tierna. Para finalizar, pedimos el flan: hacía AÑOS que no tomaba uno tan rico. He de decir que aunque son famosas, lo que no nos pareció tan destacable fueron las croquetas. Estaban ricas, pero sin más. Nos parece que la relación calidad-cantidad-precio es bastante acertada. Tan solo nos sorprendió y decepcionó un poco que aunque habíamos pedido vino y cerveza, pedimos vaso de agua y nos trajeron una jarra de agua del grifo por la cual luego nos cobraron 3,50€. Estos detalles son un poco cutres cuando de aperitivo te dan una crema muy rica de puerro y patata, de postre ofrecen también un obsequio… Finalmente, nos informaron muy bien sobre los alérgenos y hay opciones sin gluten. Volveremos!!

La calidad de la comida es buena y la carta es diferente a lo habitual, y para bien (paloma torcaz, jabalí, escabeches, pichón, etc). Pero las cantidades de algunos platos son absurdamente escasas: escasas, porque me pusieron exactamente 10 trocitos de jabalí, tres ñoquis y una castaña; absurdo, porque son ingredientes baratos que no justifican ser tan ahorrativos (no estamos hablando de trufa o caviar o algo caro, sino de pasta y caza). La explicación del encargado, igualmente absurda: que al menos tenía más jabalí que ñoquis y que en última instancia el no era el dueño. No llegará lejos. Les deseo suerte, yo no volveré.

Nuestra experiencia fue sin duda cinco estrellas. Y los precios eran muy muy razonables. Tenga en cuenta que si no habla español, sería un desafío cenar aquí. Mi marido habla español y pudimos usar Google translate para el menú. Tuvimos una experiencia excelente. ¿Había estado aquí solo? Hubiera sido un verdadero desafío. En cuanto a la comida y el servicio todo fue genial! El sumiller recomendó un delicioso vino blanco que solo costaba 35€. Cenamos en los caracoles guisados, conejo en escabeche, hombro, arroz con palomas, y ñoquis de jabalí guisados. Cada bocado fue fantástico, y las salsas eran increíbles. La factura total era de unos 140 € antes de la propina. Recomendamos encarecidamente este restaurante.

Lo mejor la comida. Calidad estupenda, diferente y precio razonable. Todo muy bueno pero preuba la tortilla. Se aparca bastante bien en la calle, zona verde.

Sitio bastante agradable aunque un poco sobreexplotado en cuanto a número de mesas. Servicio muy bueno, de lo mejor que de Madrid, tanto a la hora de servir como de aconsejar platos y vinos. El punto más flojo para mi fue la calidad de algunos productos. Aunque todo estaba rico nada nos sorprendió y hubo un par de platos (la ensaladilla y las endivias) que pecaron de una simplicidad que yo creo que no se puede permitir un sitio que nos costó entorno a 80 euros por persona. Como punto positivo, todos los postres que probamos estaban realmente buenos.

Platos ligeramente escasos pero muy buenos

El ambiente del restaurante es muy bueno, agradable y acogedor. La comida es estupenda y con buenos ingredientes. Sin embargo, la Sommelier ha sido muy maleducada, incluso un poco agresiva. No son formas que se esperan por parte de trabajadores de un restaurante. Por lo demás, todo genial.