Posada El Hondal en Alfoz de Lloredo

Una experiencia increíble, para los amantes de la naturaleza, calidad de vida

Un lugar idílico para descansar y disfrutar de los alrededores. Estuvimos súper a gusto en la casa rural, la atención fue como estar en familia y estuvo todo perfecto. Repetiremos sin duda! 100x100 recomendado!!!!!

Lugar con encanto y buen hacer. Descansamos un montón porque se respira tranquilidad. Además el desayuno es una pasada. Todo de primera calidad y en abundancia. Los anfitriones Javier y Adriana están siempre atentos a tus necesidades. Recomendable al 100%. Volveremos seguro

Mi experiencia a sido maravillosa,te hacen sentir como en casa ,tanto Javi como Adriana son muy buenas personas recomendable 100/100sin duda volveremos

Excelente atención de Javi y luz Adriana, hemos viajado con los niños hay animales puedes interactuar con ellos se siente una tranquilidad enorme lo recomiendo a ojo cerrado, el desayuno 10de 10 todo casero y lo más importante con amor mis hijos salieron contentos

Hemos disfrutado en la posada el hondal el fin de semana del 21 al 23 de noviembre, tuvimos la suerte de degustar la olla ferroviaria, buenísima, un ambiente familiar y muy,muy divertido, gracias Javi y Adriana por vuestro buen hacer, sin duda repetiremos.

Ha sido un gran descubrimiento , disfrutamos el pasado fin de semana de esta posada idílico, en un ambiente familiar y muy acogedor. Javi y Adriana son unos anfitriones estupendos, pendientes en todo momento de cada detalle y de hacernos sentir en familia. Amenazamos con repetir, ha sido un gusto compartir el fin de semana con vosotros.

La Posada El Hondal es de esos lugares que te hacen sentir en casa desde el primer minuto. El entorno es precioso, rodeado de tranquilidad, y la atención es de diez: cercana, cuidada y siempre con una sonrisa. Las habitaciones están impecables y llenas de encanto, y los desayunos… ¡simplemente espectaculares! Un rincón perfecto para desconectar y disfrutar sin prisas. Totalmente recomendable.

Una Posada rural encantadora rodeada de una naturaleza inceible y un encanto sin igual,su servecio es casi personalizado y el desayuno esta incluido en los precios de las habitacioes,cuenta con un bar para beber algun refresco,copa o caña mas no cuenta con servico de comedor así qué debeis llevar vuestra comida o quizas hablar con los anfitriomes qué por cierto son encantadores,dispuestos y siempre atentos a todo lo qué se necesite. La conexion a internet es fenomenal,las habitaciones super limpias comodas y divinas,la estructura es un edificio del siglo XVIII Qué se conversa muy bien ademas es precioso;recordar qué este es un sitio para descansar,desconectar y meditar con diversas actividades cercanas y Santander a 45 minutos en el tren qué por cierto tiene una parada a 2 minutos andando de la posada. Una experiencia qué sinceramente os recomiendo pues yo,personalmente sali encantado. Muchas gracias a Adrina y a Javier por su excelente gestion y atencion a cada detalle.Seguro regresaremos muchas muchas veces. Super megarecomendado!!!!

La Posada del Hondal es un rincón con muchísimo encanto en Rudagüera, una casa que conserva la esencia de las auténticas viviendas cántabras y que ha sido transformada en una acogedora posada rural. Desde el primer momento se respira calidez y cercanía, gracias a sus dueños, Adriana y Javi, que se desviven por cada detalle y hacen que la estancia sea inolvidable. Las habitaciones tienen cada una un estilo especial, pensadas con mimo y personalidad. En nuestro caso, estuvimos en familia en una habitación con dos alturas: los niños disfrutaron enormemente de tener su propio espacio y de la divertida experiencia de subir y bajar las escaleras. El entorno de la casa está lleno de pequeños detalles rurales que marcan la diferencia, como la zona con aves —ocas, gallinas y un gallo que cada mañana despierta con su canto—, lo que aporta ese aire auténtico y entrañable de la vida en el campo. Cada mañana, el desayuno es un auténtico festín: variado, completo y delicioso, preparado con cariño por los anfitriones. Además, Adriana y Javi siempre están dispuestos a recomendar visitas y restaurantes de la zona, lo que enriquece mucho la experiencia y permite descubrir rincones únicos. La posada está impecablemente limpia y su ubicación es perfecta para recorrer la región. Eso sí, en cuatro días es imposible abarcar todo lo que ofrece el entorno… así que no queda otra que pensar en volver. En definitiva, La Posada del Hondal es un lugar donde se combina comodidad, autenticidad y un trato excepcional. Un destino ideal para familias y para todo aquel que busque disfrutar de la esencia rural cántabra con un plus de hospitalidad y encanto.