Parrilla El Barril en Madrid

12-2024 Reservamos para 6 personas y pedimos todo para compartir: - Alcachofa. Buenísimas. Con el detalle de servirnos tantas como comensales. - Ensalada de ventresca. Un tomate espectacular, con cebolla y buena ventresca. - Pulpo a la brasa. Nos enseñaron la pata y luego nos la sirvieron partida. Estaba buena. - Croquetas cremosas. Estaban muy buenas. Pedimos 2 tipos y también nos trajeron tantas como comensales. - Fritos de rape. Jugoso, muy rico. De postres: - Hojaldre fino. Muy rico. - Filloas Crujientes. 2 unidades buenísimas. - Torrija Brioche. Buenísima. - Tiramisú. Muy bueno. Pan y entradas: Nos sirvieron pan a elegir entre varios tipos, calentitos, muy ricos. Nos trajeron de entradas, sin pedir, aceitunas grandes y muy buenas y chistorra con patatas fritas muy rica. Con la cuenta nos sirvieron un bizcocho/brownie muy rico y un chupito, invitación de la casa. Los camareros súper profesionales y muy simpáticos y amables. Un gusto.

L comida esta buenísima y el camarero que nos atendió Antonio, ofrece un servicio de 10. Cuando volvamos a Madrid repetiremos

Producto y más producto: maravillosos los berberechos y los boquerones, unos callos de quitar el hipo y croquetas de escándalo. Un equipo atento, rápido y muy profesional. Para repetir sin duda.

La atención del maitre impecable. La comida de muy buena calidad y con sabor a parrilla. Fui a comer con mis padres, pedimos almejas y ensaladilla para picar, ambas cosas estaban muy buenas. Mi madre pidió rape y mi padre escogió unos huevos con jamón, yo me decanté por la docena de chuletillas y fue un acierto todo. Sin duda volveremos más.

Antonio nos recibió MUY bien, la comida estaba deliciosa y el vino estaba a la temperatura ideal para servir. Pedimos el bajo de lima y los camarones aldo y aceite que adornamos con pan servido! ¡Delicioso!

Este fue el restaurante al que fui a las 9 de la noche en mi primera noche en Madrid. Por primera vez, fui cauteloso al evaluar un restaurante. Fue tan bueno, y creo que sentí que si lo subestimaba, no le haría ningún favor a un gran restaurante. Aprendí algunas cosas sobre la cultura española a través de este restaurante: 1. Se dice que las aceitunas españolas son famosas en todo el mundo. Por eso el sabor no tiene rival. El sabor de las aceitunas cocidas en aceite de oliva de muy alta calidad no es salado, es bastante profundo y dura mucho tiempo. Cuando comí media aceituna y di tres bocados de pan, el sabor de la aceituna permaneció. El sabor de la baguette se amplifica cuando se come con abundante aceite de oliva. 2. Los mariscos españoles también son famosos, y cuando probé el plato estrella de este restaurante, la paella de camarones, inmediatamente entendí por qué. Cuando se mezclaba con paella y los intestinos que superaban el sabor del cangrejo en la cabeza de camarón, la combinación era fantástica y el cuerpo de camarón tenía un sabor comparable al de la langosta. El único problema es que el cuerpo es pequeño y sólo hay uno por persona. 3. Cuando recibas pan en un restaurante español, te cobrarán entre 3 y 5 euros como estándar. Me consoló el hecho de que no existía una cultura de las propinas. Desde pan + aceitunas (aceite), papas fritas caseras + salchicha con sabor a cerdo salteado, paella de camarones celestiales y sangría de vino tinto con un rico aroma afrutado, se podía sentir que toda la comida era de alta calidad y se puso mucho cuidado en ello.

Todo correcto, comida de primera calidad a un precio ajustado al producto, atencion de 10, local no muy grande pero todo muy acogedor.

Un 10 rotundo! Yo no como carne y no tenia muy claro si seria mi sitio... Os diré que comí el mejor atún a la brasa y las mejores alcachofas que he comido jamas! Mis compañeros disfrutaron al máximo de la carne y los postres... Deliciosos!! El trato de Antonio es simplemente un 10. Para mi, sin duda, el mejor restaurante de Madrid!

Repetimos experiencia por tercera vez

El servicio muy bueno y la comida también, un pequeño detalle, el cocinero sacó el cubo de basura por el comedor tapado discretamente con un mantel.