Moemia Taberna en Madrid

Tienen tres o cuatro platos muy ricos, el resto son justitos. El problema radica, quizás, en que en el barrio hay opciones excepcionales para comer, por lo que su propuesta se queda por debajo de la media.

Sitio bien decorado. Lástima que nos pusieron en una mesa pegada una columna y a oscuras porque no tiene ninguna luz que la enfoque. La comida correcta, pero pedimos la carne más cara de la carta y la cantidad que pusieron fue ínfima. Me gustó bastante el gofre, me pareció original.

Estuve ayer con mi marido y mi hermana, no era la primera vez, ya había estado varias veces con amigos y familia. La experiencia en Moemia siempre ha sido muy buena. Los platos están muy ricos y son originales, la música es excelente y el ambiente también, pero lo mejor y lo que sin duda distingue a este lugar es la atención de sus empleados, sobre todo de Dunia, una auténtica profesional de los pies a la cabeza. Si te atiende ella sabes que es garantía de calidad. Cuidadla por favor, ella vale mucho!!

Estuve ayer con mi marido y mi hermana, no era la primera vez, ya había estado varias veces con amigos y familia. La experiencia en Moemia siempre ha sido muy buena. Los platos están muy ricos y son originales, la música es excelente y el ambiente también, pero lo mejor y lo que sin duda distingue a este lugar es la atención de sus empleados, sobre todo de Dunia, una auténtica profesional de los pies a la cabeza. Si te atiende ella sabes que es garantía de calidad. Cuidadla por favor, ella vale mucho!!

El lagarto ibérico y el bao de panceta imprescindibles. Y todo ello con música de los 80 y dj por la noche. Quizá un pelín alta la música , la.subiría a partir de las 22h para poder hablar mientras.

Taberna con mucho gusto en todo los sentidos . Atendiéndote ,con una música súper agradable ; Y por supuesto su comida .. Fantástica ..!!! Seguiré repitiendo 👏👏👏👏

Me ha encantado, tanto la comida como el local, la música... Volveré

Camareras muy amables. Buenas recomendaciones. Si tienes dudas te lo explican claramente. El torrezno coreano buenísimo, perfecto para compartir entre tres. El tiradito de salmón muy bueno. Y el de lubina un poco escaso pero buenísimo Los postres también buenísimos. Si te gusta el chocolate el mejor la tarta de cookies

"Un festín de sabores en un oasis urbano" Adentrarse en este local es como adentrarse en un cuadro de Mondrian: líneas limpias, colores vibrantes y una armonía visual que ya promete una experiencia gastronómica única. El ambiente es una mezcla perfecta entre lo moderno y lo acogedor, invitando a relajarse y disfrutar de cada bocado. La carta es un viaje culinario alrededor del mundo, con sabores que se funden y crean sinergias inesperadas. Es como si la cocina hubiera decidido jugar a ser un alquimista, transformando ingredientes comunes en manjares dignos de dioses. Los platos son verdaderas obras de arte, presentados con una elegancia que despierta todos los sentidos. El servicio es impecable. Los camareros, con una sonrisa que ilumina la sala, te guían a través de la carta con pasión y conocimiento. Te sientes como un invitado especial en la casa de un gran chef. La clientela es tan ecléctica como la carta, lo que crea un ambiente animado y cosmopolita. Es el lugar perfecto para una cita romántica, una reunión con amigos o una celebración especial. En resumen, este restaurante es una experiencia gastronómica que va más allá de la simple satisfacción del paladar. Es un viaje sensorial, un momento de placer y un recuerdo imborrable. Si buscas un lugar donde la comida sea un arte y el ambiente una fiesta, no lo dudes, ¡este es tu sitio!

Me ha encantado. Comida muy rica y cantidades apropiadas. Excelente atención y ambiente.