Miyama en Madrid

Mi familia y yo hemos estado viniendo a este lugar regularmente en los últimos cuatro años. Solía ​​ser muy bueno, amable y una referencia en Madrid. Desafortunadamente, hoy nos enteramos de que las cosas van bastante mal, ya que el histórico gerente Edoardo se ha ido, el caballero que aparca los coches se ha ido, de los 3 chefs de sushi solo quedan dos, pero estoy listo para apostar que uno de los otros se irá pronto. En la cocina, de cuatro personas están acabadas a dos. Algunos miembros del personal mencionaron que no han recibido su salario durante dos meses. Es triste decirlo, pero este es el principio del fin. La comida todavía estaba bien, pero incluso el camarero dijo que no pidieran comida caliente, ya que no había más personal en la cocina para brindar un buen servicio. El personal estaba bastante deprimido, ya que están viendo que se acerca la ruina... triste para nosotros, ya que era un gran lugar, pero los dueños de alguna manera perdieron la trama y no pagar los salarios es algo muy peligroso en la hostelería.

Me topé con este fantástico restaurante después de un divertido día de compras en Madrid; ¡me alegro muchísimo de haberlo hecho también! La comida estaba increíble: probé nigiri de salmón y ventresca de atún y unos rollitos. El servicio fue excepcional y lo único que lamento es no haberlo encontrado antes. Mavic y Keila no solo me brindaron un servicio excepcional, sino que me hicieron sentir como en casa. Sin duda, recomiendo este restaurante y volveré en mi próximo viaje.

El servicio fue muy amable y rápido. La comida, excepcional. Unos de los mejores rollos de sushi que he probado. ¡Lo recomiendo a mis amigos y familiares!

Cenamos de maravilla en MIYAMA Castellana, sin duda uno de los mejores restaurantes japoneses modernos de Madrid. El plato estrella fue el bacalao negro: un glaseado de miso perfectamente caramelizado, finas lascas que se deshacían en la boca y un final limpio y persistente que nos dejó sin palabras. Todo lo demás también nos impresionó: el sashimi impecable, la tempura ligera como una pluma y las salsas equilibradas con esmero. El servicio fue perfecto: cálido, atento y preciso, sin ser agobiante en ningún momento, y nos ofrecieron excelentes recomendaciones de maridaje de sake y vino. El local es elegante a la vez que acogedor, el ritmo de la cena fue impecable y la atención al detalle (desde la presentación de los platos hasta el servicio de té) demostró una verdadera maestría. Los precios nos parecieron justos para la calidad, y salimos ya planeando nuestra próxima visita. Si vais, no os perdáis el bacalao negro: merece la pena solo por probarlo.

El servicio fue muy amable y el tartar de atún picante estaba delicioso. El sushi estaba muy bueno y, en general, pasamos una velada estupenda. ¡Recomendamos encarecidamente la Kirin sin alcohol!

La atencion fue muy buena, el ambiente muy agradable y la comida estaba exquisita

Todo exquisito menos los postres que dejan mucho que desear.

Una Calidad en el producto, un servicio en la mesa, una atención al comensal y un precio de 10/10. Volveré a repetir sin duda alguna, el mejor plato para mi el pescado crudo

El menú del día representa una excelente relación calidad precio. El pescado muy fresco, el arroz hecho a la perfección, etc.

El sashimi de toro refleja a la perfección lo que es este restaurante: excelente técnica de corte y producto superlativo. Aunque el sushi en general sea muy recomendable, tienen guisos tradicionales y platos menos habituales que también merecen mucho la pena. Uno de nuestros japoneses de referencia en Madrid, preferimos este local al de Flor Baja.