Merci en Madrid

Buen lugar el ambiente me gusto mucho, los cocktails estaban bien, la comida llego a una temperatura no apetecible para la dar un 5, pero volveré para experimentar otros platos..

Totalmente recomendable. El sitio es muy agradable decorado con mucho gusto, techos altos , mucha luz, poco ruido , en fin para disfrutar de la comida y la compañía. El servicio impecable, muy amables y con mucho estilo. La comida exquisita.

¡Una auténtica joya en Madrid! El dueño nos recibió con una cálida bienvenida y el equipo profesional y atento de Merci nos mimó. El ambiente es acogedor y elegante, con una iluminación y un sonido perfectos. Pedí las habitas con butifarra, ¡tan buenas que olvidé sacarles una foto! Las coquinas Merci estaban espectaculares, y el solomillo, el costillar de cordero y el lenguado meunière estaban deliciosos. ¡Qué ganas de volver para disfrutar de un buen plato de habitas para mí sola! 😉

Es uno de mis restaurantes preferidos; al que puedes repetir infinitas veces y !!no falla!! La carta muy variada y buenísimo todo; el espacio acogedor, muy bien decorado, y servicio, fantástico!!!

Merci es mi restaurante favorito de Madrid xq desde que entras, te teletransportas a un rincón precioso de París , te atienden con un trato exquisito pero cercano y la comida está deliciosa y SIEMPRE lo está. He ido por comida de trabajo y también con amigos a cenar y ha sido un acierto y un placer Me guardaría este secreto para mí y así poder encontrar una mesa en cualquier momento, pero creo que cuando descubres una joya como MERCI, seria egoísta no compartirlo y así agradecer a todo su equipo lo estupendos que son. Juan. Javier. Quique. Gracias. VOLVERÉ!

El precio es un poco más alto, pero la comida está muy rica. Lo compartimos todo, al más puro estilo español, aunque me dio la sensación de que aquí la gente suele pedir platos por persona. Al final, tomamos una Hierva con hielo. En resumen, una velada exitosa con muy buen servicio en un ambiente encantador.

Una verdadera joya escondida en el barrio. Desde que llegas, te sentís como en casa gracias a Juan, el dueño, que es una bellísima persona. Siempre presente, atento, y con una calidez que lo convierte en un verdadero anfitrión. El equipo que lo acompaña no se queda atrás: serviciales, profesionales y con una sonrisa siempre a mano. Y qué decir de la cocina... un espectáculo. Cada plato demuestra pasión, técnica y una calidad altísima que sorprende. Se nota el amor por lo que hacen. Es ese tipo de lugar es el que quieres recomendar, pero también quieres guardar para ti! Altamente recomendable. Una experiencia que va más allá de la comida.

Restaurante súper recomendable. Comida estupenda, servicio inmejorable y muy bien ambiente. Muy acogedor. Estuvimos muy cómodas celebrando un cumpleaños. Las alcachofas, la ensaladilla de merluza, el tiramisú, la tarta de manzana..... todo espectacular!!! Volveré sin duda.

Me ha gustado el sitio y la comida. El local es muy bonito y un encanto especial. Y los platos que hemos pedido muy muy ricos. Es cocina tradicional pero muy bien elaborada. Y además, con posibilidad de cocktail……Sin duda, recomendable y volveré

Molesta que reserves y te llamen el mismo día a la hora de la siesta, además de email y sms para reconfirmar. Hemos ido varias veces a Merci, su cocina es lo mejor y su ambiente antes también, ahora están las mesas tan juntas y tan apretadas que casi no hay sitio para que pasen camareros o salgan clientes. Al haber tanta gente era muy desagradable el ruido ambiente y parece que tenían prisa porque nos fuéramos, entramos a las 20:30 y querrían duplicar turno, normal. El que parece ser el dueño, única persona que no iba uniformada retiró sin pedir permiso buena parte de la guarnición de una fuente de rabo de toro, arroz y patatas fritas, sería para acelerar nuestra marcha o para contribuir a nuestra dieta. Señores está muy bien aprovechar el espacio y el tiempo hasta ese punto, pero piensen que un cliente insatisfecho es un cliente perdido. De momento no volveré nunca más en viernes ni sábado, la siguiente será nunca. Y se salvan porque la cocina de Merci nos gusta mucho